Villalobos pide que se solvente la carencia de Salud Mental en el hospital de Osuna

El presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, ha reiterado su preocupación sobre la situación que se ha producido en la Unidad de Salud Mental en el Hospital de Osuna, sumándose a las alertas lanzadas desde el colectivo profesional de los médicos de la provincia, a través del Sindicato Médico de Sevilla, así como como desde el municipalismo al que ha puesto voz en este caso la alcaldesa de Osuna, Rosario Andújar, quien calificaba recientemente de ‘falsa y paripé la supuesta reapertura de la unidad de Salud Mental del Hospital de la Merced, ya que ni están atendidos los pacientes correctamente ni se están garantizando los derechos laborales de los profesionales sanitarios’.

Para Villalobos, lo que está ocurriendo con dicha unidad en el hospital de Osuna ‘no es más que otro ejemplo de cómo el gobierno de Andalucía desteje silenciosamente la red sanitaria que, durante décadas, ha intentado establecer un trato cercano, directo y personalizado con los pacientes a lo largo y ancho de nuestra geografía.

Carencias importantes

Un tratamiento eficaz, en el caso que nos ocupa, a las personas con trastorno mental severo, dentro de los recursos residenciales que nacieron a raíz del cierre de los manicomios, tras la reforma psiquiátrica que se llevó a cabo entre 1983 y 1993 en Andalucía, llevada a cabo por el gobierno socialista de aquel momento. A ese trato cercano respondió también, después, la construcción de Centros Hospitalarios de Alta Resolución y Especialidades en numerosas comarcas.

Hay que recordar que los sindicatos llevan meses denunciando ‘gestión ineficaz del servicio y, principalmente, una desidia institucional que con su inacción ha permitido que la Unidad pase de contar con 12 psiquiatras a solo 4, lo que provocó su cierre y, según el relato oficial es que no se encuentran psiquiatras para prestar el servicio’.

Problema de raíz

En opinión de Villalobos, ‘el problema de raíz no es que ahora no se encuentre personal cualificado, sino que la plantilla existente ha estado sometida a unos niveles de presión asistencial y de estrés laboral que han provocado bajas y vacantes, hasta llegar a la situación actual, con las tres últimas bajas de psiquiatras en el mes de diciembre’.

Para el mandatario provincial ‘es preocupante que el servicio de Salud Mental se esté cubriendo con profesionales de otros hospitales públicos de Sevilla que van rotando, un hecho grave del que ya se han emitido críticas por los propios psiquiatras afectados.

Y a ello, hay que sumar que la realidad sanitaria afecta a una población objetivo de 170.000 habitantes que, si se encuentran con un problema de salud mental, tendrá que desplazarse entre 80 y 120 kilómetros hasta los hospitales de Valme o El Rocío para ser atendida, todo lo contrario a lo que necesitan y requieren estos perfiles de actuación sanitaria. Porque en estos casos, son cruciales la rapidez y la cercanía al entorno familiar, junto a un importante trabajo a nivel comunitario, con servicios sociales, asociaciones o escuelas de trabajo. Todo eso se va al traste, imposibilitando el trabajo con los pacientes cerca de sus casas y en su red de apoyo habitual’.

Sin anuncio oficial

‘Aunque no se ha producido anuncio oficial sobre la recuperación de este servicio, solamente se está llevando a cabo una simulación de servicios con atenciones puntuales a pacientes que no cubre la demanda de salud mental, con la mitad de camas y con la mitad de psiquiatras desplazados desde Sevilla , con turnos de 24 horas y que implica dejar de atender a sus pacientes en la capital rompiendo el seguimiento y continuidad que necesitan’, como ha expresado.

Villalobos considera que ‘no es posible ofrecer a los usuarios de la Salud Mental en Osuna un servicio con la excelencia que merecen, poniendo en marcha una medida que no se ha consensuado ni con los sanitarios profesionales, ni con ninguna organización en defensa de la sanidad pública’ y alerta de que ‘parece más que probable que esta actuación lo único que va a conseguir es extender la precariedad asistencial y laboral al resto de la provincia, agravando la crisis de la sanidad pública tanto en los centros de origen de los profesionales trasladados como en el centro de destino, el Hospital de la Merced de Osuna’.

Por todo ello, ‘insta al Gobierno de la Junta de Andalucía a que se haga eco de las demandas de la ciudadanía y lleve a cabo medidas para dotar a los hospitales comarcales de plantillas adecuadas; incentive al personal sanitario para que puedan cubrirse las vacantes en las zonas más rurales y autorice la modificación presupuestaria que permita la readmisión de los 8.000 profesionales sanitarios despedidos por el gobierno andaluz en octubre y la continuidad de los 12.000 que finalizan su contrato en marzo’.