Un vecino de Arahal diseña el gorro salvavidas inteligente

Cuenta con varios sistemas de seguridad para evitar que el niño se ahogue.

A. Solano/ Arahal

Hasta el pasado 31 de agosto, un total de 30 menores de 18 años habían perdido la vida por ahogamiento en piscinas, playas, ríos o similares y 61 tuvieron que ser hospitalizados o atendidos por servicios médicos. En total, según datos de la web ahogamiento.com, se han registrado en este tiempo 159 incidentes en el medio acuático.  Muchos de estos accidentes se producen por el descuido de los padres.

Estas cifras, unidas a las de muertes o situación de peligro que sufren los mayores (un total de 375 muertos en los primeros 8 meses del año), han llamado la atención de Francisco Abraham Gallego Garrido, un funcionario del Estado y natural de Arahal que ha diseñado un gorro de natación para evitar los fallecimientos por ahogamientos de los pequeños.

Este arahalense de 38 años, que no había inventado ninguna otra cosa previamente, lleva 1 año dándole vueltas a la cabeza para crear este producto, el cual consta de varios sistemas de seguridad que impiden que el menor se ahogue de manera automática. Dispone de un elemento de flotabilidad para la barbilla, un sensor de presión del agua en la parte superior y en forma de aleta que está conectado a un altavoz y a un Led y un sistema de inflado para las situaciones más críticas.

Abraham tiene dos hijas, una de 5 años y otra de 3, y en ellas se ha inspirado para inventar este artículo: “el pasado verano, estando dentro de la piscina con mi hija, me llamaron y, gracias al smartwatch, pude hablar al mismo tiempo que me bañaba. Entonces pensé en sacar algo para que los padres pudieran controlar a sus pequeños mientras estos disfrutaban del agua”.

Funcionamiento

El gorro, que sería de silicona o látex, va conectado a una aplicación móvil o pulsera. A través de esta, los padres del menor podrán programar, en función de la edad del pequeño y del nivel de nado, las variables de tiempo máximo que su hijo puede estar sumergido. Si sobrepasa dicho tiempo, le llegará un aviso a su smartphone o pulsera (que tendría la misma función) y emitiría un sonido de emergencia al mismo tiempo que se encendería la luz LED que trae sobre el gorro para alertar al padre o monitor a cargo y permitir su inmediata localización.

Además de todo ello, el gorro cuenta con un cuarto sistema de seguridad: el elemento de flotabilidad para la barbilla para situaciones de gravedad extrema. Cuando el tiempo de inmersión es excesivo y supera el establecido para el salvamento, el sistema activa automáticamente la bomba para inflar la banda colocada sobre la barbilla, ayudando al menor a ascender hacia la superficie y sacar la cabeza fuera del agua.

“Es un elemento preventivo para proteger a los niños y evitar desgracias en el medio acuático. En ningún momento es sustitutivo de vigilancia”, confiesa el arahalense.

El gorro, además, incorpora en la cinta de flotabilidad con unas piezas triangulares que simulan los dientes de un tiburón. Este elemento (fabricado de un material de densidad muy baja como el poliestireno expandido) aportaría, junto al estampado del gorro y la aleta, la estética infantil.

¿Futura salida al mercado?

La idea ya ha sido registrada por Abraham en la Oficina Española de Patentes y Marca como modelo de utilidad (mejora a un aparato o herramienta ya conocido). Ahora, el arahalense está buscando una empresa que se encargue de fabricar el producto. De momento, no ha encontrado ninguna del sector por la zona, lugar donde, en principio, le gustaría que saliese adelante. No obstante, cualquier ayuda será bien recibida para hacer realidad este proyecto que tiene como único fin impedir más tragedias en el agua.