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Sociedad

Una vecina de la calle Perpetuo Socorro denuncia la situación de insalubridad de una casa en ruinas

 

La casa está en la calle Perpetuo Socorro 23. Foto: AION.

AION Arahal

Lidia Reguera es una vecina de la calle Perpetuo Socorro que vive junto a una vivienda en ruinas, desde donde salen a diario ratas y ratones debido a la suciedad que acumula.

Esta vecina lleva 13 años viviendo en esa calle pero ha sido en los últimos meses cuando la situación ha empeorado. El balcón de la vivienda se cae a trozos, sobre todo los días de mal tiempo, y el lugar se ha convertido en el basurero de jóvenes que pasan y tiran todo lo que se le ocurre por las ventanas abiertas de la primera planta de la vivienda.

El inmueble está en un estado de insalubridad que ya está afectando a las viviendas colindantes.

Esta situación ha sido comunicada a los responsables municipales, tanto al concejal de Medio Ambiente, Luis López, como al alcalde de Arahal, Miguel Ángel Márquez, ambos comunicaron que iban a estudiar la situación de la vivienda, además de ponerse en contacto con los propietarios, aunque Lidia no ha vuelto a saber más del tema. La última reunión la tuvo durante en octubre de 2016.

Caían cascotes

No obstante, según cuenta, la situación empeora día a día. En diciembre, cuando cayeron unas lluvias torrenciales que inundaron parte del pueblo, comenzaron a desprenderse cascotes del balcón de la casa con el peligro que entrañaba para vecinos y transeúntes. Los Bomberos de Arahal fueron para colocar unas vallas y señalizar la zona de peligro por derrumbe. Además emitieron un informe entregado en el Ayuntamiento.

«Las señalizaciones han desaparecido a los pocos días, por la calle pasan furgonetas y oímos un golpe, las vallas ya están pegadas a la acera», explica la vecina. Ella es una de las más afectadas porque está pared con pared con la vivienda, en el otro lado hay otra casa en construcción, todavía no ha sido habitada. Por el lugar pasan niños constantemente, las suyas propias tienen que hacerlo cada día.

Hace unos meses el marido cogió en el zaguán de la casa una rata de dimensiones considerables y hoy mismo, en el entorno de la vivienda había varios ratones muertos en el suelo. Por dentro el inmueble contiene basura de todo tipo. «Los niños pasan y tiran latas, litronas y todo lo que le parece», cuenta. Ella misma, cada vez que va a salir de su casa, da varios golpes en la puerta «por si se cuela otra rata para que se asuste, tememos que cualquier día entren en casa», señala.

 

Ratones al pie de las vallas de la casa en ruinas. Fotos: AION.

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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