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Huelva

Una joven con movilidad reducida consigue que no cierre el ascensor de un centro comercial

Una joven con movilidad reducida consigue que no cierre el ascensor de un centro comercial. Ha sido en Lepe (Huelva), donde el Ayuntamiento ha acordado exigir que se cumpla esa norma.

El centro comercial tendrá que mantener operativo “a pleno rendimiento” el ascensor de dicha instalación mientras ésta “se encuentre en funcionamiento, o tan solo una de las actividades”.

Tuvo que reclamar por escrito

Dicha decisión ha sido adoptada después de la reclamación que efectuó a finales de 2018 la familia de Mariam Pérez Antonete (21 años).

Marian requiere el uso de una silla de ruedas para desplazarse por la ausencia de movilidad en sus extremidades inferiores.

La madrugada del pasado 25 de noviembre tuvo que salir a cuestas y por las escaleras del centro comercial con una silla de ruedas manual que hubo que sustituir por la suya de baterías habitual al ser más ligera.

Se había encontrado el ascensor desconectado tras celebrar su 21 cumpleaños en uno de los establecimientos hosteleros de dicho centro de ocio.

Marian, el día que se quedó sin poder salir de la cárcel en que se convirtió el centro comercial.

La familia envió una carta al Ayuntamiento en la que se explica que la decisión se adopta “tras examinar toda la documentación” del referido establecimiento de ocio.

Entiende el Consistorio que el centro tiene que «mantener el ascensor en funcionamiento mientras haya cualquier actividad en el centro comercial “es un requisito indispensable».

Le recuerda, además, que de ello dependen en parte «las licencias otorgadas» al centro comercial.

También ha hecho llegar la decisión a los responsables del establecimiento, cuya propuesta de solución ha desestimado.

Dicha propuesta, según la misiva, se centraba en “colocar carteles de aviso de disponibilidad del ascensor en horario de madrugada, así como las personas y números de teléfono de los locales que tienen la responsabilidad de facilitar el uso del ascensor en esos horarios, señalando que estas personas tienen la formación y medios necesarios para facilitar el servicio”.

La madre de la joven, Mar Antonete Rodríguez, explica que cuando su hija se dispuso a salir del centro comercial para regresar a casa, se topó con las puertas del ascensor cerradas, y con dicho aparato bloqueado.

Se quedó prácticamente “encerrada” en la primera planta ya que su silla de baterías pesa 106 kilos, a los que hay que sumar el peso de la propia Mariam, haciendo inviable su bajada por las escaleras.

[piamonte]

Antonete Rodríguez aseguró que antes de iniciarse la fiesta de cumpleaños, su hija preguntó por este asunto y le dijeron que el ascensor estaría funcionando hasta la hora del cierre de los locales, que en este centro comercial está establecida a las cuatro de la madrugada.

Dada la situación, con la ayuda del propietario de uno de los locales, lo primero que hizo Miriam fue intentar localizar a la persona responsable del mantenimiento del ascensor, “pero no hubo forma”.

«Cuando me llamó, me vine inmediatamente con una silla de ruedas manual, que es mucho más ligera que la de baterías, y con la ayuda de la Guardia Civil, a la que también avisamos, y de varias personas más que se encontraban en el centro comercial, pudimos bajarla a cuestas por las escaleras».

Ahora, el asunto se ha solucionado, aunque queda mucho por hacer en otros establecimientos.

Periodista corresponsal de la Agencia EFE, El Correo de Andalucía, eldiario.es... entre otros medios. Cubre principalmente Huelva y Sevilla en varios medios radiofónicos y prensa digital.

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