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Una finca en el Pago del Saltillo en Arahal se convierte en la primera dedicada a la agricultura biodinámica

 


 

Alejandro Jesús García. Foto: A.I.

De estas tierras de olivos nace el aceite de oliva virgen extra ecológico Vía Verde, un producto que es información en forma de alimento para cuerpo y alma

La agricultura biodinámica concibe la naturaleza como un círculo cerrado donde todos los seres vivos que la habitan tienen lo que necesitan para vivir, sin añadidos externos

 

A. SOLANO/C. GONZÁLEZ

Fotos: C. RAMÍREZ

Arahal

La finca de Alejandro Jesús y Ángel García está en el Pago El Saltillo al que se llega por la carretera Arahal/Morón. Desde hace más de dos años, sus propietarios intentan en 145.000 metros cuadrados de extensión crear un espacio con una producción de acuerdo con su capacidad, sin forzar en ningún momento ni a la tierra ni a los animales que están en ella. Se trata de volver a la agricultura sostenible, que va más allá del término ecológico, recuperar la antigua relación del hombre con la tierra para vivir en armonía. De esta finca nace el aceite de oliva virgen extra Vía Verde de tres variedades de aceitunas, verdial, picual y manzanilla.

Alejandro Jesús García es un joven empresario arahalense que, junto con su hermano Ángel, decidió hace más de dos años aprovechar los recursos de que disponía en su finca para elaborar productos como antiguamente. A un lado dejó las prisas y la mentalidad de sacarle todo el rendimiento posible a la tierra.

Este joven tuvo que hacer un cambio interior ayudado por dos años de formación en agricultura biodinámica, aquella que concibe la naturaleza como un todo, un círculo cerrado donde todos los seres vivos que la habitan tienen lo que necesitan para vivir, sin añadidos externos.

En este círculo entra el hombre con pies de plomo,  respetando los ciclos lunares en los que se pone especial atención a las lunas ascendentes y descendente y aportando a la tierra solo componentes de plantas naturales en determinada época del año. Los «purines» e infusiones que preparan son de plantas medicinales y se aplican para dar fuerza a los foliares y controlar las plagas. Y todas estas aplicaciones se diluyen utilizando métodos homeopáticos, dependiendo del resultado que se busque, hay incluso que tener en cuenta épocas determinadas u horas del día.

Alimento para cuerpo y alma

Cuando se entra en la finca, los animales salen al encuentro, pavos, gallinas, ovejas, caballos, palomos, patos e, incluso, han llegado a tener vacas y, tarde o temprano, dicen, volverán a formar parte de este círculo de vida. Todos tiene un papel y, el resto, corresponde a la intervención del hombre pero formando parte de la naturaleza. «Aportamos minerales y materia orgánica al suelo para dar la posibilidad de crear un medio donde puedan crecer y desarrollarse las plantas y animales», explica Alejandro García.

Finca del aceite Vía Verde. Foto: A.I.

El primer producto obtenido de estas tierras es el aceite Vía Verde, de oliva virgen extra ecológico de tres variedades: manzanilla, picual y verdial. La etiqueta ofrece ya el primer adelanto sobre su excelencia: Este producto es información en forma de alimento para cuerpo y alma.

«El ser humano ha perdido el conocimiento primordial sobre la naturaleza, la tierra está saturada y ha roto el círculo de vida, hemos dejado la naturaleza solo para los fines de semana», explica Alejandro Jesús que insiste en que la sociedad debe volver «a vivir de sensaciones», a guiarse por el instinto primario que tenía los antepasados.

Su finca está en proceso de cambio de ecológico, cuya certificación ya la tiene, a agricultura biodinámica. Quiere que el producto que obtenga no sea sólo un alimento y sino salud para toda la vida. Y eso no se consigue exprimiendo la tierra, echándole productos que resultan nocivos, ni manteniendo una relación con el hombre que no atiende a los ciclos naturales.

Hay muchas diferencias entre la agricultura ecológica y biodinámica. Una de las principales es que la primera aporta materia orgánica para alimentar a la planta, y, en la segunda, la materia orgánica servirá para vivificar el suelo y el medio. «El método biodinámico es más sostenible, todo lo que hay en la finca existe por algo, desde la hierba hasta los animales y todo tiene relación con el estado anímico del ser humano», cuenta el joven empresario.

Foto: A.I.

Además, en la agricultura ecológica si falta algún organismo, se puede introducir voluntariamente por el hombre (agua, control de plagas), en la biodinámica, si es necesario algo, se crean las condiciones para que aparezca. Los preparados se elaboran en días determinados prestando especial atención a los ritmos cósmicos y existen 8 preparados específicos en el proceso. Uno de los elementos, realizado con sílice (cuarzo molido) se entierra después de Semana Santa hasta el mes de octubre y sirve contra los hongos que surgen con el calor.

«La tierra es un ser vivo, inspira y expira igual, en otoño inspira, es decir, recoge información cósmica, y, en primavera, expira toda la energía que lleva dentro», explica Alejandro García. Este empresario ha sido el pionero en este método para cuidar la tierra y producir teniendo en cuenta sus ritmos, sin forzarla. Ha ido más allá de la sostenibilidad del método ecológico, con el objeto de volver a tener presente siempre la tierra como un ser vivo

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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