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Sociedad

Una empresa de Dos Hermanas salva a una catalana cubriendo sus pedidos sin coste hasta que pase la ‘catalanofobia’

Dos Hermanas (Sevilla)/L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona)

«Estamos viendo cómo mes tras mes va reduciéndose la compra de nuestras elaboraciones en los establecimientos del resto de España. No existe un boicot activo hacia nuestros productos, pero injustamente hay cansancio y rechazo hacia Cataluña». Este es el mensaje de alerta que ha lanzado Roberto Ruiz, un pequeño empresario barcelonés que se dedica a la elaboración artesana de olivadas –paté de aceitunas– y que ha visto cómo en el último año ha caído un 70% su facturación fuera de Cataluña, su principal mercado.

Desde su pequeño obrador de Hospitalet de Llobregat (Barcelona), Roberto y su pareja elaboran de forma casera estas cremas de oliva molida, también conocidas como tapenades, que posteriormente distribuyen en tiendas gourmet de toda España, como Cádiz, Gerona, La Coruña, Valladolid, Madrid, Salamanca o Pollença (Baleares).

Sin embargo, una empresa de envases de Dos Hermanas, Juvasa, ha dado el paso adelante con una medida contundente: no le cobrará los envases hasta que todo vuelva a la normalidad y termine el boicot a las empresas catalanas.

Ruiz asegura que la supervivencia de esta pequeña empresa familiar está en peligro ante la continua caída de las ventas, que atribuye exclusivamente al cada vez mayor rechazo al producto catalán que se está produciendo en el resto de España coincidiendo con la deriva independentista del Gobierno de la Generalidad. «Este mes de septiembre hemos vendido un 70% menos que el año anterior, estamos en una situación límite«, afirma Roberto Ruiz, que recuerda que sus olivadas han sido reconocidas por la Guía Repsol entre los mejores alimentos no perecederos de España en la sección de patés y tarrinas.

«Tenemos el mejor producto de su gama en Europa y nos estamos muriendo porque no nos compran«, lamenta el empresario, que envió una carta de «auxilio» a sus clientes, las tiendas ‘delicatessen’, pidiéndoles que promocionen «activamente» los productos catalanes. «Los emprendedores de Cataluña también tenemos derecho a la existencia, a pesar de nuestros malos gobernantes«, señala Ruiz, que ve «injusto» que por causas ajenas a las empresariales tenga que cerrar la compañía.

En general, la misiva de Ruiz ha sido bien recibida por parte de los establecimientos, que le han animado a seguir adelante y se han comprometido a hacer lo posible para que no se dejen de comprar olivadas por su origen catalán. «Ciertamente, no podemos evitar que algunos de nuestros clientes seleccionen el origen de los productos, pero en nuestra tienda animamos a que el origen no condicione la compra porque conocemos bien a nuestros proveedores», ha respondido a Roberto Ruiz la propietaria de una tienda gourmet.

Pero la respuesta del empresario de Dos Hermanas no sólo le ha sorprendido, sino que le ha emocionado. Y no solo eso, sino que les han ofrecido locales en Sevilla y Granada si quieren mudarse de provincia para trabajar.

La empresa se ha recuperado un poco. Ahora, es cuestión de que pase la fobia a lo catalán para seguir adelante.

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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