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Sociedad

«Tú me llamas maricón, pero a mí me quiere todo el pueblo»

Un vecino de la localidad sevillana de Bormujos ha denunciado las pintadas homófobas que encontró ayer en su coche particular, que fue rayado en varias ocasiones con la palabra “maricón”, lo que ha llevado a la Policía Local como un presunto delito de odio.

Según ha denunciado el Ayuntamiento en sus redes sociales oficiales, el vecino de la localidad, José María Mázquez, es propietario de una peluquería y uno de los activistas más activos en la provincia de Sevilla por los derechos de las personas LGTBI. Encontró el coche rayado en varias zonas en la mañana de ayer. Era el momento en que se disponía a llevar al colegio a los nietos de su hermano, ya fallecido y anterior propietario del coche.

Los autores de las pintadas, la misma persona aparentemente por el tipo de letra, rayaron el vehículo con la palabra “maricón”, así como otras referencias homófonas. Se ensañaron con el vehículo.

Rechazado

El Ayuntamiento ha rechazado este acto, sosteniendo que «condenamos y rechazamos este acto de homofobia y odio hacia la diversidad”.

Ha señalado que José María “es una persona muy querida y respetada en el pueblo, y reiteramos nuestra defensa en tanto que no merece esta despreciable violencia homófoba ni él ni cualquier otra persona por cualquier condición”.

La Policía Local ya investiga todo lo relacionado con este suceso, pero lo que no esperaban los autores de estos hechos era lo que ha pasado: que todo un pueblo se haya volcado con José María, dando todo el cariño del mundo a uno de los vecinos mas estimados de este pueblo del Aljarafe sevillano.

Desde que el Ayuntamiento publicó en sus redes sociales el hecho y transmitió la solidaridad con su vecino, los mensajes de apoyo se cuentan por centenares. Este viernes, incluso, acudieron a Bormujos representantes de la Red de Municipios Orgullosos, con el fin de poner sobre la mesa un gesto de apoyo a José María. La corporación municipal, con el alcalde, Francisco Molina, a la cabeza, participó en el acto, y el alcalde fue claro: “el talante de los vecinos de Bormujos no es, ni mucho menos, el que se deja ver en este acto”.

«Así me trajo mi madre al mundo»

A su lado, visiblemente emocionado, estaba el propio afectado. “Sí, soy maricón desde que mi madre me trajo al mundo”, espetaba dirigiéndose a través de los medios de comunicación a la persona que, con nocturnidad y cobardía, atentó contra el coche e intentó, sin conseguirlo, tocar su dignidad.

A José María, de todas formas, lo que más le duele es que el coche no es un coche cualquiera. Era el de su hermano, fallecido con solo 58 años, y para él tiene un valor que está muy por encima de lo mecánico. Y además fueron sus sobrinos nietos los que se dieron cuenta de que en el vehículo había unas letras que no estaban el día antes. Quien le quiso ofender se empleó a fondo, ya que no solo grabó la citada palabra en dos partes del coche, sino que rayó también varias zonas de la carrocería y un cristal.

Pero, contra eso, José María saca pecho, y recuerda que “toda la vida he sido como soy y nunca he tenido ningún problema. He sido hasta reina del carnaval, no rey, sino reina, y todo el mundo me quiere, me respeta y me apoya”, explica.

Apoyo a cada paso que da

Y la prueba está en cada paso que da por la calle. Con más o menos tacto, con más o menos mesura, los vecinos le paran y la dan su cariño, insultan al posible autor de las vejaciones con esa sencillez y rabia a la vez que solo tiene la gente de pueblo, y le emocionan recordándole que, ni mucho menos está solo.

José María sabe que no está solo. Farfulla lamentando el daño que ha sufrido, en una sociedad en la que caben todas las personas, tendencias, aficiones u orientaciones, pero que cada vez caben menos elementos como el que ha rayado su coche. Se ha emocionado, y mucho con su homenaje, y es lógico.

Eso sí, al autor del ataque le puede salir caro. Si la Policía localiza al presunto autor o autores de los hechos, se le imputaría un presunto delito de odio. El Código Penal contempla cualquier infracción penal, incluyendo infracciones contra las personas o las propiedades, donde la víctima, el local o el objetivo de la infracción se elija por su, real o percibida, conexión, simpatía, filiación, apoyo o pertenencia a un grupo como los definidos en la parte B de la ley, que engloba a un grupo debe estar basado en una característica común de sus miembros, como su raza real o perceptiva, el origen nacional o étnico, el lenguaje, el color, la religión, el sexo, la  edad, la discapacidad intelectual o física, la orientación sexual u otro factor similar”.

El joven homesexual al que impiden ser padrino recibe el apoyo de su grupo de fieles y de la sociedad paradeña

Periodista corresponsal de la Agencia EFE, El Correo de Andalucía, eldiario.es... entre otros medios. Cubre principalmente Huelva y Sevilla en varios medios radiofónicos y prensa digital.

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