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Tres polígonos industriales que sufren cortes de luz y dejadez desde que comenzaron a funcionar

Tres polígonos industriales que sufren cortes de luz y dejadez desde que comenzaron a funcionar

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Huertordoñez, Los Pozos y La Cantarería. Tres polígonos industriales que sufren importantes deficiencias en el servicio eléctrico que llega a paralizar la actividad continuamente. Es la queja más importante de los empresarios instalados en ellos, pero no la única. Falta de seguridad, suciedad, abandono, inundaciones cuando llueve por las alcantarillas atascadas, se suman casi desde el primer momento de comenzar a funcionar.

Uno de los empresarios consultados por esta web se asombró cuando un día después de ir a entrevistarlo vio barrenderos municipales por el polígono Huertordoñez. “Jamás hasta hoy he visto ninguno”, decía. Este polígono situado en el lado izquierdo de la carretera de Villamartín, es el mayor de los tres y está unido a una parte del polígono Los Pozos.

Cortes de luz

La basura de los contenedores las recogen todos los días sobre las nueve de la mañana, pero por las calles y en la misma puerta de naves, sobre todo en las que no tienen actividad, se acumulan restos de paneles, cartones, plásticos y papeles durante meses. La misma puerta del CADE, instalaciones donde acuden empresarios a reuniones y cursos, hay restos de suciedad habitualmente a lo largo de todo el acerado.

Sin embargo, lo que más preocupa a los empresarios son los cortes de luz eléctrica que sufren desde que se puso en marcha el polígono industrial en 2002. Dichos cortes provocan las averías de máquinas y la paralización del trabajo durante horas algunos días. Pero los microcortes son prácticamente a diario, lo que es aún peor para la maquinaria. “Cada vez que se va la luz y si estamos imprimiendo un gran mural, se queda a la mitad y ya no sirve” explican en una empresa de diseño publicitario.

Ordenadores rotos

Los ordenadores son también punto flaco de estos cambios en el suministro eléctrico. Uno de los empresarios que trabaja con el hierro cuenta que cada vez que se va la luz, no puede cargar material con la grúa, por lo que se quedan parados. Recuerda que es un problema viejo: “Al principio en 2007, debido a un corte de corriente, se me averió la grúa, me costó 4000 euros, la suerte es que estaba en garantía”.

Otro de los empresarios consultados apunta que en su actividad, tiene una carpintería, los cortes de luz eléctrica no sólo pueden averiar las máquinas sino que, además, puede producir un accidente si está utilizándola en el momento en el que se va la luz.

Seguridad

La mayoría de las empresas han tomado medidas de seguridad poniendo alarmas por los continuos robos que sufren. Uno de los últimos se registró la semana pasada. 7.500 euros en material se llevaron de una de las naves que formarán parte del nuevo vivero de empresas gestionado por la Sociedad de Desarrollo Desde Arahal. Y días antes, también entraron por el método del buitrón en una nave situada junto a la empresa Segurauto.

Los propietarios de empresas que están situadas junto a la carretera Arahal El Coronil se quejan principalmente de la suciedad en las calles y en las alcantarillas. Los restos de la última vez que limpiaron los usillos el año pasado, aún permanecen pegados a un camino por el que salen a la autovía. Uno de los contendedores de reciclaje del vídeo, prácticamente está tapado entero por la hierba que crece en los arcenes de la carretera.

Antigua nave a punto de caerse

La mayor parte de las alcantarillas permanecen durante meses taponadas por la tierra (tal como se puede ver en las fotos) lo que provoca grandes charcos de agua, sobre todo en la zona de entrada al polígono Huertordoñez. Algunos de estos empresarios intentan subsanar la situación manteniendo limpio toda la zona que controlan, pero no paran de quejarse de que la suciedad de papeles, botellas y otro tipo de envases permanecen desde hace mucho tiempo tirado en los arcenes de la carretera que da a su establecimiento.

Otro empresario que tiene un almacén de bebidas en el polígono Los Pozos, margen derecho de la carretera, dice estar cansado de denunciar el muro de cemento de una antigua nave industrial que está a punto de caerse. “La suerte –dice- que no pasa normalmente gente por ahí”. La nave es de una entidad bancaria que no hace nada por asegurar ese muro peligroso.

Restos de la última vez que limpiaron el colector que lega a la carretera. Foto: A.I.

La crisis además ha convertido una parte de estos polígonos en zonas fantasmas con muchas naves cerradas sin actividad, por lo que los que están plantean qué pasaría con los cortes de luz si hubiese más empresa tirando de la misma línea.

La Cantarería

Los empresarios del Polígono La Cantarería cuentan que hasta no hace mucho tiempo no había suficientes contenedores y estaban cansados de pedirlos. Pero también dicen que algunas de las empresas meten dentro de sus naves los que hay para sólo poder utilizarlos ellos.

Para los de Huetordoñez la situación de los contenedores empeora cuando en verano una buena parte de las familias que vienen de los campos, paran para tirar la basura durante el fin de semana.

El olor hasta el lunes se vuelve insoportable. A esto hay que sumar la situación de suciedad del parque que hay a la entrada de Los Pozos (lado derecho de la carretera), utilizado en ocasiones de punto de botellona por parte de grupos de jóvenes de la localidad.

Los empresarios piden al menos un poco de atención en los polígonos industriales para poder trabajar en condiciones normales.

 

 

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