El tren a su paso por Arahal acumula retrasos por el mal estado de la vía

Arahal (Sevilla)

La situación de la vía férrea a su paso por Arahal sigue generando problemas casi tres meses después del accidente por el descarrilamiento de un tren que provocó heridas a 37 personas, así como un arreglo de emergencia para el trazado en un tramo de casi un kilómetro.

Una situación que ahora se ha unido a las fuertes lluvias que afectaron a la zona en días pasados, y que ha hecho que los maquinistas tengan un especial cuidado a la hora de pasar por el tramo conocido como “El Sorbito”, a medio camino entre Arahal y Utrera, justo en el punto en el que se produjo el descarrilamiento.

Ese tramo estuvo cortado al tráfico ferroviario unas cinco horas el pasado viernes, debido a la acumulación de agua en la vía, y desde entonces los trenes circulan con tal prudencia que se llega incluso a frenar el convoy totalmente cuando se llega al puente en el que se produjo el descarrilamiento, para luego iniciar la marcha desde cero con suma prudencia.

Como ha comprobado AION SUR, el tren comienza a frenar al pasar por el puente anterior a donde se produjo el siniestro, unos 500 metros antes, hasta detenerse completamente en mitad de la vía. Entonces, comienza la marcha de nuevo, pasando por el tramo que tiene un arreglo provisional a una velocidad que no supera los 50 kilómetros por hora, para recuperar poco a poco su paso normal.

Fuentes del colectivo de maquinistas de RENFE explican que en condiciones normales, la velocidad del tren en ese punto debería ser de unos 110 kilómetros por hora. Destacan, eso sí, que es lógico mantener una medida extrema como es la de detener el tren en caso de que se quiera pasar por prudencia por un tramo del que se tienen dudas sobre su estabilidad

Y es que, como señalan fuentes de ADIF, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, en ese punto se acumula mucha agua en momentos concretos por desbordamientos del arroyo Alameda. Cuando el agua se retira de la vía -como ocurrió el pasado viernes- se puede circular, pero con la duda de saber si hay agua acumulada en la tierra que soporta el trazado de los raíles. Es una zona en la que se ha compactado mucha tierra para conseguir un trazado liso, pero a la vez corre el riesgo, como pasó el 29 de noviembre, de que sea un punto aparentemente sin problemas, pero el suelo esté tan mojado que se venza al paso del tren.

Por el momento, se ha establecido un plan de trabajo para conseguir un arreglo definitivo de la vía, ya que el 1 de diciembre la vía fue abierta con una medida provisional, que si encima llueve como en días pasados ya hace imposible, en ocasiones, que los trenes circulen.

Hace más de dos semanas que se iniciaron los trabajos de acopio de material, y no hay ninguna fuente oficial, por ahora, que aclare cuando terminarán los trabajos de arreglo del trazado, ni siquiera si han comenzado. Mientras, los trenes siguen pasando por la zona con las medidas extremas descritas, con retrasos en algunos casos de hasta 36 minutos para llegar al destino final en la estación de Santa Justa.