Arahal
“Todos se volcaron comprando la papeleta solidaria, incluso hermanos a los que habían metido en un ERTE»
Cuando el Cristo de la Misericordia salió en Vía Crucis una semana antes de decretarse el estado de alarma, ni los hermanos ni nadie podía imaginar que sería la última imagen en meses, años, que se podría ver en la calle. Ni su venerada salida pudo evitar lo que llegó unos días después. La iglesia cerrada durante dos meses en tiempo de Cuaresma. Cuando desde su camarín el señor de Arahal observa el trajín de hermanos y hermanas que preparan el templo para cultos. Así como actividades previas a la Semana Santa y espera la llegada de los devotos desde todos los barrios de la localidad.
En 2020 no se pudo celebrar el Viernes de Dolores. Es el día en el que el templo se llena para el Solemne Besamanos y la subida del Cristo al paso. Tampoco pudieron salir en Jueves Santo. Pero, sin duda, fue ese año el que hicieron, tal como ellos mismo dijeron, “la mejor estación de penitencia”. Y todo porque la Hermandad de la Santa Caridad y Misericordia al frente y acompañada por el resto de hermandades de la localidad se pusieron manos a la obra para atender las necesidades acuciantes y básicas de una sociedad, sumida en el miedo a una enfermedad desconocida. De alguna manera, el espíritu del antiguo hospital se transformó en solidaridad y llenó los rincones del confinamiento.
Proyectos para no parar
En estos días de Cuaresma, las hermandades vuelven a vivirla, aunque de forma diferente después de haberse cumplido ya un año desde que el Gobierno de España decretara el estado de alarma y la pandemia fuera un hecho. “Este año al menos podemos estar en la iglesia y ver a nuestros titulares”, dice Miguel Frías Pérez, hermano mayor de la Hermandad Santa Caridad y Misericordia.
Pero estos meses de incertidumbre para la Hermandad que alberga la antigua iglesia del Santo Cristo, no han sido de espera porque no han parado de moverse. Primero para echar una mano a las necesidades de material que los centros asistenciales reclamaban y, después, recuperando patrimonio e importantes proyectos que transformarán las instalaciones en un centro para albergar a mayores, es decir, recuperarán una de las actividades que durante siglos ocuparon las instalaciones cuando era residencia de ancianos.
Casi no había dado tiempo de reaccionar ante las necesidades de material de protección sanitaria en los primeros días de pandemia, cuando los representantes de la junta de gobierno ya estaban en marcha, buscando opciones a las que ni siquiera tenía acceso el Ayuntamiento. La Diputada de Caridad, Anabel Álvarez, lo describe en la Revista Caridad y Misericordia de este año. “Ante el reguero de muerte, agonía, desolación y sufrimiento al que nos enfrentábamos por primera vez se actuó de una manera vehemente, siempre pensando en el prójimo y necesitado, en otras palabras, estuvimos movidos por ese espíritu inherente e intrínseco a esta institución como es la Caridad”.
Material para repartir donde quiera que hacía falta
Con este espíritu consiguieron 4.000 unidades de mascarillas quirúrgicas, 320 de FPP2, 240 reutilizables, 800 cofias, 600 cubre zapatos, 66 batas quirúrgicas, 549 batas de plástico, 300 escafandras y calzas de plástico, 5.000 guantes de nitrilo. Además de 20 litros de líquido desinfectante concentrado, 106 monos categoría III, 274 pantallas faciales, 39 gafas de protección y 10 sets estériles. Y alimentos no perecederos, productos de limpieza y de protección para ayudar a los Hermanos de la Cruz Blanca que mantienen el centro asistencial del antiguo convento Nuestra Señora del Rosario.
Detrás de este material estaban hermanos y hermanas “tirando de contactos” y trabajando para conseguir una partida económica suficiente que le permitiera comprar todo porque sólo funcionando todos a una se llega a tanto. “Una hermana (Clara Martín) tenía contactos con proveedores de este material y consiguió 2.000 mascarillas cuando nadie era capaz. De hecho, el Ayuntamiento nos pidió comprar para ellos”.
Así fue como repartieron en la residencia de mayores Madre Encarnación de Arahal, Servicio de Ciudadanos Críticos del Área Sur de Sevilla, dos centros de salud, Arahal y Paradas, Servicios Sociales municipales y personal de Ayuda a Domicilio, trabajadores de distintos centros sanitarios de La Puebla de Cazalla, a los voluntarios que en esos días desinfectaban las calles y a los Hermanos de la Cruz Blanca.
Papeleta simbólica
“Todos se volcaron comprando la papeleta solidaria, incluso algunos hermanos que trabajaban en empresas que los habían metido en un ERTE. Se gastó íntegramente en adquirir material tan escaso en esos días”, recuerda Miguel Frías. Fueron días de verdadera penitencia, de desconcierto, en los que estuvieron en continuo contacto con la Policía Local de Arahal para trasladar el material donde hiciera falta. A los agentes muestran también su agradecimiento en la revista anual.
Todo menos quedarse parados. Porque en este tiempo han seguido gestionando subvenciones para restaurar parte del patrimonio de la Hermandad. La última recibida ha sido para el cuadro de San Francisco Javier de la Nueva España, de Mateo de Motesdeoca, autor importante del siglo XVIII. También se han centrado en restaurar el Cristo crucificado para el que el Ayuntamiento de Arahal ha concedido una subvención de 8.000 euros a cargo de los presupuestos de 2021.
Y, en estos días, se han ocupado del levantamiento topográfico para iniciar en mayor las obras del nuevo centro asistencial que acogerán las instalaciones. Han reubicado imágenes y obras de las habitaciones que han tenido que desalojar de manera que la obra afecte lo menos posible a la vida de la Hermandad. Para este proyecto, la Junta de Andalucía ha dedicado ya una primera subvención de 468.000 euros. Lo ha hecho a cargo de la asignación tributaria del 0,7 % del impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Centrados en la Cuaresma
El presupuesto total del proyecto es de 3,5 millones de euros. Pero saben que esta primera subvención les abre el camino para convertirlo en realidad en unos años. “El esfuerzo realizado no es pequeño. La Hermandad ha tenido que comprar un nuevo local cerca de la iglesia para poder meter los pasos que estaban en una parte del inmueble donde se hará la obra”, explica el hermano mayor.
Ahora, hasta que no pase Semana Santa, se centran en la organización de los actos litúrgicos como el rezo del Vía Crucis. O poner a los titulares para veneración de los fieles en la iglesia. Después seguirán con proyectos de restauración del rico patrimonio de la Hermandad pero para disfrute del pueblo. Atrás quedó la restauración del camarín del Cristo, una joya cuyas pinturas estaban cerca de desaparecer. Pero les queda un largo camino en el que no dejan de pensar, como la restauración del Altar Mayor. Se trata de un proyecto cuyo elevado presupuesto va a necesitar de ayuda externa.
Es Cuaresma y hay que vivirla. Esta semana celebran el Triduo. Cada tarde, las instalaciones son un ir y venir de hermanos y hermanas dispuestos a echar una mano en lo que sea necesario. Tomando todas las medidas sanitarias impuestas por la pandemia, pero sin dejar de ver a sus titulares. Con un año ya bastó. Ahora solo guardan la esperanza de que no se repita. Y cada viernes la iglesia del Santo Cristo se abra para recibir a los devotos del Señor de Arahal y su virgen de los Dolores.
-
La Puebla de Cazallahace 2 días
Accidente en la carretera de La Puebla de Cazalla a Morón de la Frontera
-
Paradashace 1 día
Vergonzosa pelea a golpes y puñetazos de público y jugadores en un Lantejuela-Paradas
-
Sucesoshace 3 días
Arde una gasolinera de Aguadulce tras iniciarse el fuego en un camión
-
Economíahace 1 día
Prueban un sistema para el manejo de efluentes procedentes del entamado de la aceituna de mesa
-
Olivareshace 2 días
Fallece un peatón arrollado por un camión en Olivares
-
Estepahace 1 día
Estepa acoge la entrega de los premios Turismo Industrial Provincia de Sevilla
-
Culturahace 1 día
Filmin recupera ‘Luz de luna’, la gran serie romántica de los años 80
-
Alcalá de Guadaírahace 1 día
Alcalá da un nuevo paso para la transformación de su alumbrado público a tecnología led