Opinan los lectores
Tiempos de cuñadismo
Tiempos de cuñadismo
[80382]
José A. Alfaro Manzano, Trabajador Social.
En esto días de confinamiento se le ocurren a uno muchas ideas. Me gustaría compartir esta reflexión con vosotros.
Nuestras sociedades crecieron con los FILÓSOFOS, grandes pensadores que «alumbraban el mañana» y que con el estudio y la reflexión eran capaces enseñarnos a cómo afrontar los retos que teníamos. Marcaban el camino y descubrían y ahondaban en el mundo de las ideas y de las palabras. Emilio Lledó nos lo explicaba de esta manera: «La filosofía fue fruto de una curiosidad de los seres humanos al tomar conciencia de que podían pensar el mundo y decirlo; …».
Llego un tiempo en el que los grandes pensadores dieron paso a los INTELECTUALES. Eran personas referentes en sus materias, gente que tenía curriculum y bagaje. Comprometidos con su tiempo, eran críticos y enriquecían los debates públicos. A través de sus obras artísticas o científicas entendíamos los cambios del mundo, nos ayudaban a analizar nuestro sentimientos y se convertían en guías o referentes.
Llegaron los tertulianos
Hace poco tiempo llegaron los TERTULIANOS, los opinadores o los líderes de audiencia que simplemente con buena imagen, un somero estudio de los asuntos y una formación/experiencia de dudoso prestigio nos daban consejos, «apostolaban desde sus medios televisivos» y se convertían en los que determinaban la vedad o la mentira o lo bueno y lo malo. Llego la post-verdad. Ya lo dijo con su habitual ironía el gran Woody Allen : «Nunca he sido un intelectual, pero tengo ese aspecto».
Hoy ya ni eso. Hemos evolucionado a lo CUÑADISMO. Hoy estamos en manos de las redes sociales, de la gente que se hace vídeos insultando, de la transmisión de los bulos y de la viralización de lo estupido. Cualquiera de ellos con un móvil de última generación, es una «bomba de destrucción masiva» en potencia. Estamos en manos de gente que dudosamente son capaces de llevar vidas dignas. Pero se permiten opinar y aconsejar de salud pública, seguridad nacional, económica y otros tantos asuntos sesudos. ¡Saben de todo y no saben de nada!
Cada vez que cumplo años me asaltan más dudas y me cuestiono más cosas. Pero una cosa tengo clara: cómo no volvamos a un mundo más reflexivo, más de estudio y de referencia humanas sólidas, de un rearme ideológico y moral, mal nos va a ir como sociedad.
Sin perder la esperanza
No pierdo la esperanza. Veo a jóvenes comprometidos con la lucha contra el cambio climático, a los mayores defendiendo sus pensiones en la calle, mujeres que no se resignan y educan en feminismo, movimientos solidarios que promueven la justicia social, una ciencia que avanza y nos cura. Gente que da lo mejor de sí mismos en la crisis del Covid-19. Y, sobre todo, veo que cada vez somos más a los que nos es insoportable ver que nuestros hijos no vayan a tener la oportunidad de heredar un mundo mejor.
«El mundo es un buen lugar, valdría la pena defenderlo». (Ernest Hemingway).
-
Semana Santahace 3 días
La imagen viral de la Semana Santa: un nazareno de El Cerro entrega una estampita a un refugiado africano
-
Sociedadhace 3 días
Depilación láser al sur de Sevilla: SinVello! expande sus servicios en la provincia
-
Sociedadhace 2 días
El tiempo: Tardes de paseo
-
Sociedadhace 2 días
Cómo la navegación en los juegos se ha convertido silenciosamente en una ventaja competitiva
-
Sociedadhace 1 día
El tiempo: Cielos que quieren abrir
-
Sociedadhace 3 días
Lo mejor del poker online está en GipsyTeam
-
Sociedadhace 8 horas
El tiempo: De paseos por el campo