Teresa Pablo: «Pase lo que pase el domingo en Castilleja estamos muy orgullosas de nuestra campaña»

Un pueblo de 18.000 habitantes, protagonista de la campaña electoral en España. Es complicado conseguir algo así, pero es lo que ha sucedido con Castilleja de la Cuesta, localidad donde uno de los partidos que se presenta a las elecciones, Adelante, ha conseguido viralizar una idea: que la única farola en la que podían colgar un cartel electoral se hiciese famosa en redes sociales.

Para ello, tiraron de motivos andaluces y de un buen uso de las redes, y están consiguiendo que su mensaje se difunda por encima de una planificación basada en grandes presupuestos.

Al frente del equipo de se encuentra Teresa Pablo, que en su perfil de Pinterest se define como alguien a quien le encanta «una buena conversación, amiga de mis amig@s, tolerante, nada aficionada al juicio del comportamiento ajeno, me gusta estar en el mundo, me apunto a un bombardeo e intento no desaprovechar el tiempo».

En esta legislatura ha sido diputada provincial, y fue fue número 3 de su partido por Sevilla en las elecciones del 19J. Su grupo tiene actualmente dos concejales, y de cara al domingo, cuando cierren las urnas, no descarta nada.

Dice que su campaña es de David contra Goliath ¿es así de rotunda la realidad?

Desgraciadamente sí, aquí en Castilleja, por increíble que parezca, hay un régimen pesoísta implantado -me niego a llamar a eso socialismo, aunque las bases sociales del PSOE así lo sientan- que lo ocupa y controla todo.

Goliath se manifiesta en el despliegue de recursos materiales y humanos que se ponen a disposición de la campaña, que incluyen desde publicidad electoral (hay folletos y cartelería en todos los formatos imaginables) hasta trabajadores/as municipales puestos al servicio de la campaña.

Parte del equipo de Teresa Pablo con su portavoz en Andalucía, Teresa Rodríguez.

También se manifiesta en cómo trasladan a la ciudadanía la idea de que no hay futuro posible si no gobierna el PSOE, en cómo controlan y gestionan el empleo público temporal, las ayudas públicas, los espacios electorales, la relación con asociaciones y un largo etcétera. Impera el silencio y el miedo a “señalarse” y perder el favor de quien gobierna. 

Nuevo modelo de campaña

Ustedes han instaurado un paradigma de campaña en redes sociales pero con contenidos originales ¿le queda mucho al modelo de 1977 de calles empapeladas y buzones llenos?

No quiero ser pretenciosa, no pienso que hayamos cambiado un paradigma -todavía-, pero sí quizás, contribuido a ello. Estamos en un tiempo en que aún convive lo tecnológico (las redes sociales y los materiales virtuales) y lo tradicional (carteles y folletos de papel), pero es cierto que las nuevas generaciones cada vez son más capaces de manejarse con contenidos en formato digital y que buscan la información no en el buzón, sino en redes o navegando por internet, con contenidos breves, de consumo rápido.

El propio paso del tiempo nos hará evolucionar hacia formatos de campaña más eficaces, para llegar a más potenciales votantes y eso no será en papel. Si a eso le unimos que la conciencia medioambiental es cada vez mayor, y que debemos tender a reducir el consumo de recursos naturales (el papel lo es) y la producción de residuos (no todo se recicla), la propaganda electoral propia del siglo pasado tiene los días contados. 

Su líder ha dicho que si gobierna el sueldo no va a pasar de los 2.000 euros, eso teniendo en cuenta que los políticos locales lo son 24 horas al día ¿Es una medida necesaria?

Para un partido como Adelante Andalucía, que se reconoce como andalucista de izquierdas y que, por tanto, defiende los intereses de la mayoría social de nuestros pueblos y ciudades, tener cargos públicos que lleven un nivel de vida medio es imprescindible. Si no vivimos como el pueblo, perdemos la empatía con sus problemas y preocupaciones, y nos alejamos de la realidad social.

Entendemos que la dedicación a la política debe ser algo temporal y con vocación de servicio público y mejorar la vida de todos, y nada mejor que limitar los sueldos y los mandatos para que una no tenga la tentación de agarrarse a los sillones por tiempo indefinido.

El cartel electoral de Adelante en Castilleja que se ha hecho famoso en toda España.

Es verdad que, si una se toma en serio el cargo público que ocupa, en esto se pueden echar más horas que un reloj, pero eso no justifica tener sueldos desorbitados ni condiciones de trabajo que nos conviertan en una clase privilegiada. Hay que llegar vacunada a las instituciones porque en algunas moquetas se vive muy bien. 

Desapego de la política

¿Nota que hay un desapego de la gente de la política o en la calle detecta otra cosa?

Sí, hay desapego, en general, otra vez lo hay. Hemos vuelto a etapas anteriores al 15M, cuando la política captó el interés en positivo de la sociedad. En parte, creo que es fruto de las decepciones que se han acumulado, sobre todo con partidos que dijeron haber venido a ser alternativa al sistema partitocrático y bipartidista, pero también en cierto modo parece que se fomenta desde las propias instituciones.

Éstas y su funcionamiento son algo ajeno a la mayoría de la gente, no saben lo que pasa allí dentro, ni las limitaciones que tienen, no lo entienden. Al sistema actual no le interesa un pueblo consciente, con espíritu crítico, que exija a los de arriba que defiendan sus intereses y que esté atento a qué hacen sus representantes públicos durante los 4 años de mandato. Es más, a veces los propios políticos contribuyen a generar ese rechazo.

La política es ocuparse de asuntos públicos, de lo que nos incumbe a todos/as, y no es mala per se sino por las malas prácticas a las que se ha visto asociada.

Vista la respuesta de su campaña en redes sociales, ¿cree que se habrán arrepentido de darle una sola farola en todo el pueblo?

Echando mano del refranero, podríamos decir que les salió el tiro por la culata. Sorprendidos, desde luego. El arrepentimiento llegará o no dependiendo de los resultados del domingo, porque desde luego nuestra visibilidad por algo anecdótico como la farola -gracias a la atención mediática-, nos ha permitido poner el foco del electorado sobre nuestras propuestas y sobre nuestros actos de campaña que, como no podría ser de otra manera, han partido de la farola.

Nosotras aspiramos al gobierno municipal, pero independientemente de los resultados, estamos orgullosas de nuestra campaña, de nuestro trabajo, de nuestro compañerismo, de nuestra militancia y, sobre todo, de nuestras ideas. La única farola era una dificultad, y nosotras la convertimos en una oportunidad para hacer llegar nuestro proyecto municipal a la gente. Ha sido una campaña con pocos recursos, muy modesta, pero levantada a pulso con una enorme inteligencia colectiva y la intención firme de marcar la diferencia con otros partidos. 

«No somos un melón por calar»

Por último, de todas las opciones que se presentan en Castilleja ¿por qué hay que apoyar la suya?

Nuestro proyecto es el único andalucista de izquierdas que presenta un modelo de gestión municipal alternativo a lo que hay. El PSOE no ha tenido otra oposición en Castilleja que Adelante Andalucía, el resto de partidos ha dado respaldo a las políticas de Carmen Herrera y, por tanto, no creemos que sean alternativa.

Además, no somos un melón por calar como fuerzas que irrumpen por primera vez en la política municipal. Hemos presentado 31 propuestas a lo largo de toda la legislatura que no pudieron subir a Pleno porque la mayoría absoluta del gobierno local era aprovechada para dejarlas fuera del orden del día y del debate plenario.

Así, el PSOE cumplía el doble objetivo de invisibilizar la labor de Adelante Andalucía y no tener que mostrar al pueblo que votaba en contra de mejoras para la vida de la gente. El PSOE está agotado, no tiene proyecto ni visión de futuro para Castilleja. Adelante tiene mucho que aportar en movilidad sostenible, medioambiente, transparencia, participación ciudadana, energía, recuperación de los servicios públicos, animalismo, cultura, empleo, servicios sociales… y en otra concepción de la gestión pública: más cercana, más democrática, fomentando la participación ciudadana y rompiendo ese círculo vicioso de “hacer favores” a una parte, en lugar de propiciar el ejercicio de derechos con igualdad de oportunidades para todos.