Sin noticias de Nayat

Mientras siguen las inundaciones en los campamentos de Dajla y Smara, en el Sáhara Occidental, crece la preocupación entre las familias de Arahal que participaron en el programa Vacaciones en paz acogiendo a niños y niñas, cada día obtienen menos información de la situación en los campos de refugiados

Carmen GONZÁLEZ

Una semana después de comenzar las inundaciones en los campos de refugiados saharauis de la provincia de Tinduf (suroeste de Argelia), cada vez cuesta más ponerse en contacto con las familias que viven en los campamentos más afectados, Dajla y Smara. Las familias de Arahal que este verano han acogido a niños y niñas del Sáhara y representantes de la Asociación de Ayuda al Pueblo Saharauis local han iniciado los trámites para conseguir ayuda. La escasez de noticias, principalmente por la falta de interés de los medios de comunicación españoles en general, supone una angustia para estas familias. La Media Luna Roja Saharaui ha hecho una llamada de auxilio que de momento no cuenta con una amplia repercusión.

María José Rodríguez, vecina de Arahal, fue de las primeras personas que inició por sí misma en las redes una campaña de recogida de ropa y alimentos para enviar a Smara el campamento donde vive «su niña», Nayat, 10 años, que este verano ha llegado a esta familia por primera vez para conquistarles el corazón. El contacto se ha mantenido con ella desde entonces, hablan por teléfono o por whastApp.

Cuando hace unas semanas comenzaron a recibir noticias de las inundaciones, hicieron todo lo posible por contactar con la familia. La casa de adobe de Nayat, donde vive con sus padres y dos hermanos, se vino abajo durante los primeros días, ya entonces buscaban una jaima donde resguardarse de noche. «Lo habían perdido todo, dicen que están en el camión pero no sé a qué exactamente se refiere», cuenta María José.

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Ayer de noche ya no han podido contactar con la familia de Nayat, los teléfonos están apagados. «Anoche me dijo que iba a llover mucho y que tenían mucho miedo», cuenta María José. Hubo un tormenta fuerte de madrugada, según han podido saber. Centenares de casas de adobe han quedado reducidas a escombros, las jaimas están derrumbadas y empapadas. Los alimentos que tenían previsto repartir en los próximos días están también mojados.

Los mensajes que llegan a las distintas familias indican, al menos en los que ha podido confirmar esta web, que están bien aunque hablan también de los primeros fallecimientos. Pero lo han perdido todo, ropa, alimentos, medicación. Asimismo, desmienten las informaciones sobre la ayuda que llega desde Argelia, al menos al campamento de Smara no ha llegado ayuda ninguna.

Posibles ayudas

Rafael García, representante de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui, y Miguel Ángel González, párroco de la iglesia Nuestra Señora de la Victoria,  se han reunido con la delegada de Cooperación, Ana Rodríguez,  para saber las posibilidades de enviar dinero hasta los campamentos a través de estas asociaciones.

Angelines Serrano, técnica del área de Juventud y Cooperación, informa de que han solicitado que presenten un pequeño proyecto para ver con qué fondos cuentan y concretar el envío. También explica que el Ayuntamiento va a contactar con la Diputación de Sevilla para saber si tienen previsto enviar un contenedor con ayuda humanitaria. Aunque sostiene que «el dinero es más efectivo porque por ejemplo se pueden comprar las mantas allí». Angelines Serrano adelanta que «para el próximo año, intentaremos presentar un proyecto de ayuda más concreta para los campamentos saharauis».

Antonio Vera, de Granada, de la Federación Andaluza de Asociaciones Solidarias con el Sáhara describe en el vídeo la situación en los campamentos saharauis provocada por las inundaciones. Y cuenta que el problema no es sólo que lo hayan perdido todo, sino que «lo más duro está por llegar porque las pocas edificaciones que han quedado de pie puede que se caigan cuando se seque el adobe» y porque «se teme que haya problemas graves de salud derivados del desbordamiento de los pozos ciegos que sin duda van a provocar epidemias graves».

ONG como la Media Luna Roja Saharaui y la Asociación de Periodistas Saharauis en España han pedido ayuda urgente para un pueblo cuya situación ya era difícil, ahora es insostenible.

Nayat en su Vacaciones en Paz con la familia de María José Rodríguez.

Dos respuestas

Mientras María José Rodríguez no se retira del teléfono y piensa constantemente en su niña de ojos grandes y sonrisa tímida. Una tía suya le ha contestado a última hora de la noche el tiempo justo para decirle que estaban bien pero se habían quedado sin nada. Dos respuestas, no ha dado tiempo de más.

Hoy ha salido un pequeño paquete con ropa, comida, medicamentos y algunas chucherías «las preferidas de Nayat». Después del vídeo que grabó y colgó en las redes, que cuenta con más de 7.000 reproducciones, ha hecho posible que en tres días María José no haya parado de recibir mensajes, ropa, comida y algo de dinero. Pero el envío cuesta muy caro por lo que espera unirse a la ayuda que ya se organiza en Arahal para el pueblo saharaui.

Las últimas fotos que llegan desde el Sáhara (enviadas a este medio ya de madrugada por Fatma Galia y Eba Belali Ali) y que van incorporadas en esta la galería, corresponde a los estudiantes que son desalojados de las escuelas en camiones y a la evacuación del alumnado de la Escuela Nacional 12 de Octubre, en la zona de Smara.

Refugiados de 3ª generación

En los campamentos saharauis existen ya refugiados de tercera generación que nunca han conocido su patria y los más ancianos llevan más de 30 años en ellos. Las condiciones de vida son durísimas. La mayoría de la población vive en tiendas, no tienen agua corriente y su subsistencia depende, principalmente, de la ayuda internacional, que ha ido decreciendo en los últimos años.

ACNUR y el Programa Mundial de Alimentos estiman que dos tercios de las mujeres sufren de anemia, y un tercio de los niños sufre de desnutrición crónica. Y todo esto forma parte de la realidad del Sáhara en una situación de compás de espera desde 1976 cuando el Frente Polisario proclama su independencia ante la ocupación casi en tu totalidad de la zona por parte de Marruecos, soberanía que no reconoce ningún país del mundo ni las Naciones Unidas, aunque siguen sin hacer nada por los derechos de este pueblo más de 30 años después.

España, potencia administradora en pleno proceso de desconalización en ese año, la abandonó a su suerte poniéndola en manos de Marruecos después de los Acuerdos de Madrid (1975) no validados por el Derecho Internacional. Y en la misma situación sigue, agotada por el sufrimiento.

En el Sáhara no llovía de esta manera desde hace 4 décadas y, ahora, más que nunca, llueve sobre mojado.