Sevilla tiene una playa especial

AIONsur

Los que pensaban que Sevilla tiene de todo menos playa se han quedado hoy sin este argumento tras la puesta en funcionamiento de «Sevilla Beach», una playa artificial que usa el Guadalquivir y el Muelle de las Delicias como excusa para ir a la arena sin salir de la ciudad.

Se trata de algo con lo que muchos sevillanos soñaban, «el de tener un poquito más cerca la playa», ha explicado a Efe Rocío Vilchez, portavoz de Puro Evento, la empresa que ha sacado adelante la iniciativa tras una inversión de unos 400.000 euros, lo que ha servido para que la vista aérea de la capital andaluza ahora localice una playa de 4.000 metros cuadrados, llena desde primera hora de la mañana de hoy.

La noche de ayer fue para la apertura interna, pero desde hoy está abierta oficialmente, abierta literalmente, ya que el acceso a la playa en sí es totalmente gratuito, aunque hay que afrontar determinadas tarifas a la hora de usar algunos de los servicios paralelos que se pueden encontrar en sus instalaciones.

«Ahora es posible quitarnos las horas de caravana para ir a nuestra querida Matalascañas, y tener la playa a sólo a unos minutos», algo que parece que ha calado rápidamente entre los sevillanos, ya que «la inauguración fue un éxito rotundo, muchísima gente quiso venir a ver cómo era esta instalación y se podían escuchar muchísimos comentarios positivos», según Vilches.

Y es que esos comentarios van desde «si parece que estamos en un chiringuito de playa» a valorar que el ambiente que se crea con la arena, las hamacas, las camas bailenesas y las sombrillas «hace que por unos momentos se crea que de verdad estás en la playa», no en el centro de una ciudad de interior.

La «playa sevillana» abrirá sus puertas todos los días, hasta el próximo 17 de septiembre, con la posibilidad de disfrutar «estáticamente» del sol y la arena acompañado de un buen libro, como en cualquier litoral que se precie, o de realizar actividades deportivas, hacer surf, participar en un curso de iniciación al submarinismo o disfrutar de una zona de solárium añadida al propio sol sevillano, que es de justicia absoluta en el primer día de apertura de la playa.

Y todo gracias a una idea que surgió «pensando un poco en las personas que por falta de tiempo o economía no pudieran ir a la playa», de modo que se llegó a la conclusión de que una inversión así «puede hacer que cualquier persona sortee los problemas y tenga acceso fácil a una playa en su propia ciudad», aunque la más cercana la tenga a una hora de coche.

De hecho, entrar en la playa ya da la sensación de que se accede a la bajamar de La Antilla o Marbella, con una pista de arena multiusos ubicada entre dos restaurantes, y destinada a la práctica de fútbol playa, voley playa o raqueta playa, con una piscina de pequeñas dimensiones para jugar al watervoley.

La catarsis playera sevillana se complementa con la posibilidad de realizar cursos de iniciación y bautizo de submarinismo, a los que sólo pueden acceder mayores de 12 años, una idea que coordinan el Club Universitario de Actividades Subacuáticas de Sevilla y la Escuela Deep Blue, o bien se puede acceder al surf para no iniciados, porque hay un recinto que recrea una ola artificial ideal para ello.

Con todo, si la base de toda playa es la arena y el agua, esto se puede hacer cada día desde las 12:00 del mediodía a la 1:00 de la madrugada, todo ello mediante el empuje de la Autoridad Portuaria de Sevilla, que cada verano, igual que el año pasado apostó por el cine y la música, intenta diversificar el ocio familiar junto a la dársena del río Guadalquivir.