Rafael Martín asiste al Congreso anual de Cronistas Oficiales celebrado en Mérida en representación de Arahal

En Arahal había en 1835 dos escuelas, una de niños y otra de niñas, en una población de seis mil habitantes. El modelo educativo de aquellos años refleja la implementación en el ámbito local de la  Ley Educativa de 1857, conocida como Ley Moyano. Sobre este tema fue la disertación del Cronista Oficial de Arahal, Rafael Martín Martín, que ha participado el pasado fin de semana en el XLIX Congreso de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales (RAECO). 

Un centenar de cronistas llegados de muchas ciudades de España y México han asistido también a este congreso que se ha celebrado en Mérida los días 27 28 y 29 septiembre, en el Centro Cultural La Alcazaba, aunque su inauguración tuvo lugar en la sede del Parlamento de Extremadura donde realizaron un homenaje a los cronistas oficiales que llevaban más de 25 años ejerciendo esta labor. 

Rafael Martín lleva en este cargo poco más de un año, tomó posesión de su cargo el 6 de julio de 2023, después de que su candidatura fuera aprobada por unanimidad por la Corporación arahalense en sesión plenaria. Es licenciado en Filosofía y Letras con especialidad en Historia General por la Universidad de Sevilla y catedrático de Lengua y Literatura. Sustituyó al abogado ya fallecido Antonio Nieto Vega. 

Entre las ponencias presentadas en este evento de carácter anual, Rafael Martín ha dado una conferencia sobre una ley educativa que estuvo en vigor durante la segunda mitad del siglo XIX. Para el cronista, este siglo “a pesar de que su desarrollo es muy complicado, a la vez es interesante de analizar”. 

Dos escuelas

Por esta razón, en su charla dio unas pinceladas de cómo se implementó la Ley Educativa de 1857 en esta localidad. Y contó que Arahal tenía dos escuelas de niños y niñas, distribución que se mantuvo hasta los primeros años de la década de 1870. Eran la Escuela San José, ubicada en el antiguo pósito municipal, junto al Ayuntamiento, y la Escuela San Cayetano, que pasó de la calle San Sebastián a Serrano. En 1878 nació una nueva escuela de niñas que se llamó Purísima Concepción, situada en la actual calle Cervantes (antigua calle Portillo).

En este período específico, el cronista identifica, según la documentación investigada, que había “un total de 648 niños y niñas en edad de recibir esta enseñanza elemental. Sin embargo, únicamente 268 de ellos estaban escolarizados, mientras que 380 permanecían sin acceso a la educación, representando tan sólo un 41,35% frente a los 58,65% respectivamente, con una distribución desproporcionada entre niños y niñas”. Y apunta, también con datos, que la disparidad en el escolarización se acentúa analizando los situación por separado de niñas y niños.

Rafael Martín dio en su ponencia otros detalles sobre la organización de estas escuelas, abiertas todo el año, “no había vacaciones de verano”, los cambios que se añadieron durante estos años en el calendario escolar y la incorporación de exámenes públicos, lo que “marca ajustes significativos en el sistema educativo de la época”. Las clases eran de lunes a sábado, en horario de mañana y tarde. 

En estos años, cuando se hablaba de escuela, la referencia era un aula, donde había de 90 a 120 escolares, de ahí que los maestros contaban con la ayuda de auxiliares. 

Otro de los datos aportados en la ponencia era la disposición de la mesa del maestro en una plataforma elevada en pro de establecer la autoridad y comunicación, además de contar con la visibilidad en toda el aula. O los elementos que había siempre en las aulas, como mapas de geografías o el abecedario colgado en las paredes, numeración romana y números, todo considerado de enseñanza elemental.

Rafael Martín fue diseccionando la fisonomía de estas aulas donde también había colgadas en las paredes las fotografías de monarcas y líderes políticos y símbolos religiosos como un crucifijo. Y dedicó un apartado especial a los materiales y libros de texto, citando también la modalidad de educación en los hogares de la que hay poca constancia documental. Para terminar dedicó un apartado a la figura de los docentes.

La historia de Arahal ha estado presente en este evento nacional de la mano de su Cronista Oficial.