Rafael J. García Brenes: «Las hermandades deben ser el termómetro de las necesidades de la sociedad»

Su bisabuelo era José Cordón Valero, conocido por Abuelo Valero, saetero y Hermano Mayor de Jesús Nazareno a finales del siglo XIX. La tradición manda la vida de Rafael Jacob García Brenes, pregonero de la L Edición del Pregón de la Semana Santa que se celebra este año el domingo 6 de abril a las 12:00 horas en el nuevo Teatro Municipal de Arahal. 

Rafael Jacob García Brenes. Foto: A.I.

C.GONZÁLEZ

SEMBLANZA DE SU VIDA ESCRITA POR UNA AMIGO

Pregunta: Presentador en 2013 del pregón de Semana Santa de Francisco Javier Rodríguez Caro. Y este año pregonero siguiendo la tradición y cumpliendo medio siglo de pregones en Arahal.

Respuesta: Hace dos años el formato se rompió porque a Julio Fernández lo presentó su padre y después no fue pregonero, pero lo indicó al Concejo de Cofradía y  Hermandades.

P: Francisco Javier le propone ser presentador, lo que conlleva ser pregonero. ¿No le dio un poco de pánico por la responsabilidad que supone?

R: Javier en agosto me dio un toque. Pero verás, con 18 o 20 años teníamos una tertulia que se llamaba La Mudá, dentro de todos los componentes creamos un formato de pregón juvenil, que duró muchos años. Era el sábado antes del Domingo de Ramos, en la Parroquia Santa María Magdalena. De todos los que fuimos componentes de esta tertulia, el 90 por ciento hemos sido pregoneros juveniles. Le tenemos mucho cariño  a esa época porque iba mucha gente a ver a un chaval de 18 años exaltar la Semana Santa de Arahal. Cuando hemos ido cumpliendo años en La Mudá no hubo relevo generacional aunque creíamos que sí, no ha desaparecido, pero está parada. Después de unos años, todos tenemos en mente que tendríamos que ser pregoneros de la Semana Santa de Arahal. Cuando me llega la propuesta de ser su presentador me tomé unos días, pero, evidentemente, llamé a Javier porque no podía aguantar más y le dije que contase conmigo.

P: Es una propuesta que no se puede contestar con una negativa ¿no?

R: Javier insistió muchísimo, tiene un poder de convencimiento absoluto, pero sí es verdad que tomé esa decisión porque se trataba de él y por la estima que le he tenido siempre y le tengo, me parecía una estampa bonita que yo fuera su presentador y, a partir de ahí, ser pregonero de la Semana Santa.

P: ¿Cómo se ha enfrentado a la configuración de este pregón, lo tenía ya estructurado en la mente?

R: No. Este año he estado hablando con pregoneros y si le preguntas dicen que no volverían a escribir el mismo pregón. El fondo, el amor por la Semana Santa, la devoción por las imágenes, está ahí, pero a la hora de trasladarlo dependerá del entorno en el que te muevas en ese momento, en las circunstancias de tu vida, en las experiencias que vayas teniendo.

Foto: A.I.

P: ¿Qué elementos tendrá su pregón?

R: Javier tuvo un poder de interpretación impresionante. Le digo a él que ojalá me salga la mitad de bien. Soy un amante de Arahal, lo vivo con pasión a pesar de que mi dedicación profesional está en Sevilla. Quiero decir que Arahal está muy presente en mi pregón, cuando digo Arahal estamos hablando de la Semana Santa, a cada una de nuestras imágenes pues intento asimilarla como una realidad. No te puedo avanzar nada más.

P: Es decir que habrá muchos recuerdos

R: Sí, pero también tendré en cuenta el entorno en el que estamos en esta realidad, esta crisis duradera. Yo llamo a las personas que están pasando estas circunstancias que lo pasan mal los Cristos de la Vida.

P: ¿Será entonces un pregón social?

R: Sí, fundamentalmente social porque, desde mi punto de vista, cuando eres miembro de una Hermandad hay que preguntarse primero si esa hermandad puede hacer algo más por el entorno que los rodea. Deberíamos tener muy claro eso, evidentemente hay que conservar lo que es patrimonio, idiosincrasia. Dentro del seno de las hermandades nos olvidamos de muchas cosas y yo siempre digo lo mismo. La pregunta es clara y objetiva, si se puede hacer algo más, vamos a hacerlo.

No puedo ver la Semana Santa si no es desde esa perspectiva. Después de mi experiencia con 40 años y dentro de lo que han sido las hermandades, es cierto que a veces nos perdemos en conversaciones y en actos banales absolutos cuando realmente tenemos un potencial enorme.

P: El poder de convocatoria de una Hermandad… Y eso no pasa siempre.

R: Que quede claro que todas las hermandades hacen muchísimo y hay dentro personas maravillosas entregadas en cuerpo y alma a su Hermandad que hacen muchos actos solidarios, pero hay que profundizar más y ser exigentes con nosotros mismos y preguntarnos de esa forma que seguro podemos hacer más.

P: Pero en los dos últimos años han aumentado considerablemente los actos o eventos solidarios

R: Las hermandades deben ser el termómetro de las necesidades de la sociedad porque en este sentido debe tener conciencia absoluta de cuál es la realidad que nos está tocando vivir. Antaño me cuentan los mayores que se conseguían las túnicas para hacer la estación de penitencia a aquellos que no podían comprarla, se la prestaba la hermandad. Los orígenes de la Hermandad de Jesús Nazareno era ayudar a todas las personas que lo necesitaban. A partir de ahí históricamente siempre ha sido así, pero una cosa es que haya sido así y otra que percibamos que la realidad es la que es. A veces vivimos en una burbuja y no centramos en muchas cosas pero no vemos lo que es.

P: No te da la impresión de que quienes están fuera de las hermandades piensan que hay cierto hermetismo

R: Si se está dentro, hay que rendir culto a Jesús y tener una serie de compromisos y no todo el mundo quiere cumplirlo o está preparado para hacerlo. Por eso digo que una Hermandad hay que adquirir un compromiso para todo. Me acuerdo cuando se hablaba del estereotipo cofrade, del cristiano. Para estar en una Hermandad hay que sacrificarse y estar comprometido con Dios, hay personas que trabajan mucho por la Hermandad pero que luego no van a los cultos y son tan importante como todo.

P: También la educación recibida influye en esta forma de ver las Hermandades y en estar dentro de ellas ¿no?

R: No siempre porque mi padre es muy creyente pero no es un hombre de iglesia. Hizo una promesa con 46 años y se metió de costalero en el paso de la Virgen de los Dolores del Santo Entierro y se propuso hacer todo el recorrido, excepto el último año que se salió en la calle Duque, a pesar de las fobias que pueda tener en un lugar cerrado.  Mi padre es un hombre comprometido, y a pesar de ser un hombre de campo es una persona muy culta, ha leído muchísimo. Se hizo esa promesa y la cumplió. Me iba con mi padre al porche de San Roque a pasar frío mientras él ensayaba. No sé qué tuvo en la cabeza y su fuerza para afrontar ese reto. Eso me marcó muchísimo.

P: ¿En su pregón se notará que es la Hermandad de Jesús Nazareno?

R: Me está costando más trabajo la poesía que corresponde a mis imágenes, tal como le pasó el año pasado a Javier.

P: ¿Lo tiene terminado?

R: Lo terminé el sábado pasado de madrugada.

P: ¿Lo ha leído en alto? Porque según los pregoneros que conozco, eso es importantísimo.

R: Sí pero hasta el día del pregón perfeccionaré los tonos. Hay personas que prefieren no tocarlo y enfrentarse a él el día de la verdad, no le daré muchas vueltas pero sí saber cuándo debo cambiar de tono. Hay pregones que los lees y son impresionantes, en profundidad, y a la hora de comunicarlo no ha sonado como tal. Creo que uno lo escribe y lo dirá como lo siente. Pero es importante comunicar, hablar desde la profundidad del texto pero no en exceso porque lo mismo no se entiende. Estamos exaltando la Semana Santa de Arahal y a todo el mundo le tienes que dar su sitio.

P: De todos los pregones que ha oído ¿cuál le gusto más?

R: Hay de todo. El de Carlos Herrera, que es un gran profesional, dijeron que era un pregón poco profundo, aunque para mí fue un gran pregón.  El de José María Rubio Rubio en Sevilla me pareció lo mejor que se ha dado en pregones porque conjugó lo que sentía con lo que trasladaba, la forma de interpretarlo y entonarlo. También el de Barbeito fue un pregón muy singular pero podía haber hecho un pregón de cara a la galería, pero lo hizo sincero, tal como es él.