Rafael García Humanes, 43 años de halconero en la Base Aérea de Morón

C.GONZÁLEZ

43 años salvaguardando la seguridad de miles de pilotos que han pasado por la Base Aérea de Morón de la Frontera. Es Rafael García Humanes, halconero en las instalaciones militares desde 1973, poco después de que se instalara un programa dirigido por el famoso naturalista Felix Rodríguez de la Fuente. Este artículo es un homenaje que su familia quiere hacer a este arahalense para el que la cetrería no tiene secretos.

Rafael García durante los primeros años de su trabajo.

Es difícil escribir sin ver la cara o escuchar las palabras del protagonista de la historia, pero hay tiempo para hacerlo. Ahora es su hijo Francisco García el cómplice en este relato a través de sus recuerdos. Rafael García lleva desde los 17 años criando y cuidando halcones que evitan que cualquier ave se acerque a las pistas.

«Mi padre comenzó en marzo del 1973 a trabajar en la Base, su cuñado Emilio Maldonado acababa el servicio militar allí y estaba de chófer de una ambulancia en las pistas de aviones asustando pájaros, entonces le preguntaron por algún chico joven y con presencia para trabajar con los halcones y hasta hoy».

La convergencia geográfica de las instalaciones militares, cerca del Coto de Doñana y próxima al Estrecho de Gibraltar, convierten esta zona en un corredor de aves migratorias. Los halcones con su sola presencia volando por los espacios abiertos de la Base, desvían el vuelo de estas aves y evitan la nidificación de otras especies autóctonas. La cetrería en este caso es obligada porque salvaguarda la integridad de los pilotos y evita el alto riesgo de los aviones en caso de impacto. Sin ellos, tendrían que cerrar las pistas.

Rafael García Humanes empezó aprendiendo con el mejor, Félix Rodríguez de la Fuente, con el que tiene fotos que su familia busca en los cajones del tiempo en los últimos días. El famoso naturalista fue el principal impulsor de la cetrería en España, en la década de los 60 creó la «operacion Baharí» con la que gracias al adiestramiento de aves puso un sistema de control biológico en la base de Torrejón de Ardoz (Madrid) y en el Aeropuerto de Barajas, método que se exportó a otras instalaciones aéreas tanto civiles como militares. Después de esta experiencia, en 1972 se estableció el programa «Erradicación de Aves en la Base Aérea de Morón».

Jefe de Pista

En la actualidad, Rafael ocupa el cargo de jefe de pista y, si existe algún peligro, es el responsable de parar cualquier avión que vaya a despegar. «Hace unos días dos cigüeñas se posaron en una de las pistas, él tiene línea directa con la torre de control». Está todo el día en la Base, pendiente de que no haya ningún problema. Sus 4 hijos se han criado viendo estas bellas aves en su casa, sobre todo cuando estaban enfermas y necesitaban de cuidados especiales. «Se ponía a darle medicinas en la bañera, es uno de los recuerdos que tengo de pequeño, y los manejaba sin problemas a pesar de que con estos pájaros hay que tener especial cuidado, hay que saber por ejemplo como acariciarlos», cuenta su hijo.

Este profesional de la cetrería, entrena halcones peregrinos, cuida de su bienestar porque sabe que la vida de muchos pilotos militares depende de que el pájaro cumpla con su labor. De hecho «siempre hay que darle la comida justa, la suficiente para que se quede con hambre y cuando los vuela tenga el instinto de cazar».

Es un trabajo que detenidamente explicará el mismo protagonista una vez se publique este artículo que servirá de homenaje. La cetrería, según los expertos, no ha cambiado prácticamente desde la Edad Media, es una enseñanza primitiva y tradicional.

Hace un mes, Rafael García cumplió 60 años y sus hijos le han regalado una estatuilla de un halcón realizada por el escultor Ángel García de Huelva. Pronto serán en Osuna los Campeonatos de España de Cetrería, organizado por la Real Federación Española de Caza, previsto para los días 4, 5, 6 y 7 de diciembre. Evento que seguro no se perderá porque este hombre ha convertido la cetrería en pasión. No en vano lleva más de dos terceras parte de su vida conviviendo, entrenando y cuidando halcones.