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Arahal

Qué pasó el día del descarrilamiento del tren ocurrido en Arahal, según el informe de la Guardia Civil

AIONSur ha tenido acceso al informe de la Benemérita del día del accidente donde explican la situación que encontraron cuando llegaron al siniestro y la atención y gestiones realizadas

C. GONZÁLEZ

Marchena

El maquinista del tren de pasajeros que descarriló el 29 de noviembre de 2017 en Arahal dijo este lunes ante la titular del Juzgado número uno de Marchena, que siguió las instrucciones de Adif y en ellas no indicaban la reducción de velocidad en el tramo del accidente, kilómetro 22 de la línea de media distancia entre Marchena y Utrera. El accidente se saldó con 35 heridos, algunos de los cuales aún siguen en rehabilitación. Determinar de quién fue la responsabilidad de lo ocurrido ese día es ahora el objetivo de los abogados de los afectados, que solicitan indemnización por daños físicos y/o psíquicos.

Las indicaciones que el maquinista recibió en la estación de trenes de Arahal, después de efectuar una parada técnica, fue que redujera la velocidad en un primer tramo, a 600 metros de estas instalaciones, donde había una gran balsa de agua que inundaba los raíles, por el desbordamiento del arroyo El Saladillo. Era el tramo entre los puentes de la A92 y el de la nacional 4200 que atraviesa el caso urbano de Arahal. Lugar al que Adif había enviado a dos operarios para revisar esta zona.

Así lo hizo, según los mismos pasajeros del tren. Pero después siguió su camino con normalidad. Aunque el maquinista declaró bajo juramento, que «ante las condiciones meteorológicas fue precavido y no alcanzó ni los 120 kilómetros hora, aunque en esa vía se podía llegar hasta 160», han informado fuentes judiciales. El informe por tanto no tuvo en cuenta que a unos 3 kilómetros dirección Sevilla, otro arroyo también se había desbordado.

Precisamente, en el informe del día del accidente, al que ha tenido acceso AIONSur, se describe, después del suceso, ese tramo de vía, situado muy cerca del arroyo Alameda, lugar del descarrilamiento donde -apunta- «se observa un tramo recto de vía ferroviaria y, a unos quinientos metros del lugar donde se encuentra el tren, en una zona completamente anegada de agua en forma de balsa, se distinguen únicamente las dos líneas paralelas de metal suspendidas en el aire, sin los travesaños de piedra que sirven de unión ni el material que sirve de asentamiento».

El helicóptero que trasladó al herido más grave el día del accidente.

De los tres vagones que formaban el convoy, el central de pasajeros y el de cola «están descarrilados parcialmente sobre la zona izquierda». El informe apunta como causa posible «el desbordamiento de un arroyo aledaño», el Alameda, antes mencionado. Y concretan que «la zona afectada de la vía férrea hizo de presa, formando una gran balsa de agua que cedería ante la presión, provocando el arrastre de materiales de fijación y la rotura de los materiales de unión de la vía»

Los primeros en llegar al lugar del accidente, una pareja de la Guardia Civil, junto con los sanitarios, tuvieron que andar unos dos kilómetros por la vía férrea porque la zona donde había caído el tren era inaccesible a causa de las fuertes lluvias de la noche anterior. Antes incluso de localizar el lugar del accidente sortearon «los obstáculos en forma de bolsas de agua que se encontraban en las vías y zonas de acceso».

A uno de los primeros heridos que asistió los sanitarios del 061 fue a Luis Rojas, el más grave que permanecía dentro del tren inmovilizado. Fue el único, por su estado, el trasladado en helicóptero hasta el Hospital Virgen del Rocío. Entonces concretan que al menos otros 23 pasajeros habían resultado heridos «de carácter leve con diversos hematomas y contusiones que serían atendidos por el resto del personal médico que llegaría con posterioridad a la zona».

A partir de ahí comienzan a gestionar la llegada de un tren auxiliar desde Utrera para recoger al resto de pasajeros, tras despejar la vía de «fango».

Los agentes saben ya por el maquinista (D.P.R.) y su auxiliar (V.J.C.G.) que en el convoy viajaban 64 pasajeros. Personal adscrito a Adif realiza la prueba de alcoholemia al maquinista y, posteriormente, agentes de Tráfico hacen una prueba con narcotest. Todas las pruebas dieron negativas.

Fuentes judiciales informa de que la jueza ha solicitado la caja negra del tren a Renfe, aunque desde esta empresa han indicado que no pueden entregarla hasta septiembre.  A partir de ahora, estudiará la declaración del maquinista y decidirá si llama a más testigos en los próximos días.

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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