Premio al arquitecto Enrique Nuere por descifrar el conocimiento del alarife marchenero López de Arenas

El arquitecto valenciano Enrique Nuere ha sido galardonado con el V Premio Internacional Rafael Manzano de Nueva Arquitectura Tradicional 2016 por revitalizar y recuperar los secretos de la carpintería de lazo, cuya técnica -casi perdida-era todo un misterio, después de estudiar y entender por vez primera los secretos el manuscrito del marchenero Diego Lopez de Arenas, nacido en 1579 en Marchena primero en recoger las reglas de su oficio en 1633.

Además Nuere ha recuperado como arquitecto la madera para su uso contemporáneo y cita como ejemplo de que la madera tiene futuro en el mundo de la construcción el proyecto Metropol Parasol o las Setas de la Encarnación de Sevilla.

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Las setas de la Encarnación, la mayor obra contemporánea en madera

Nuere participa el 20 y 21 de octubre en el seminario internacional Arquitectura y Oficios Tradicionales de Construcción en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid (ETSAM) donde se conserva uno de los manuscritos de López de Arenas aunque el original está en el Instituto Valencia de Don Juan de Madrid.

El manuscrito de Lopez de Arenas cambió literalmente la vida de Enrique Nuere, según confiesa. Además es el título de la ponencia que pronunciará en este seminario internacional el próximo 20 de octubre a las 10,30 en Madrid.

En estas jornadas también se estudiará la escuela de Lebrija.

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Retrato de Lopez de Arenas

López de Arenas recogió toda la sabiduría de la tradición mudéjar islámica de su época que se expresa en los artesonados de la iglesia de San Juan y Santa María de Marchena, y muchos otros palacios e iglesias de la época cuyos prebiterios no se cubren con artesonado al considerarse un arte de procedencia islámica. Sin embargo Nuere rompe este mito defendiendo su origen cristiano antes que musulmán.

Artesonado de la iglesia de San Juan, ejemplo de la carpintería de lo blanco.

En 1622 fue nombrado Alcalde Alarife, de Sevilla puesto para el que sería reelegido en 1630, 1632 y 1636. Es en este periodo cuando abandona parcialmente la ejecución de obras, inicia su actividad como teórico y se propone la publicación de un libro, hecho insólito entre los hombres de su gremio y cuyo origen puede encontrarse quizás en su labor como examinador. Alarife es la palabra antigua con la que se designaban arquitectos, maestros de obras, albañiles y artesanos.

Dibujos geométricos de López de Aenas

El Premio Rafael Manzano se concede anualmente desde el año 2012 a arquitectos cuya obra haya destacado, por su defensa de los valores de las tradiciones arquitectónicas españolas. Se trata del mayor premio de arquitectura otorgado en España prmio fundado por Richard H. Driehaus, en colaboración de la Escuela de Arquitectura de la University of Notre Dame (Indiana, EEUU).

El Museo de artes tradicionales Valencia de Don Juan de Madrid conserva el primer manuscrito de Lopez de Arenas

López de Arenas nació en Marchena y pasó a la historia por ser Alcalde Alarife de Sevilla, o jefe de dicho gremio y ser el primero en publicar todo el conocimiento de su profesión en un tratado en 1633. Sus tratados han sido reimpresos a lo largo de toda la historia desde su primera edición hasta 1912 y ya en nuestros días se estudia en facultades relacionadas con arquitectura tradicional.

Enrique Nuere, ha sido el primero en recuperar los conocimientos de López de Arenas codificados antes de ser olvidados, y que antes de él nadie había podido aún desentrañar, así como revitalizarlo tanto desde la docencia y la investigación como desde la propia práctica profesional. Con el fin de difundir sus hallazgos del conocimiento de la época de Lopez de Arenas y de evitar que estos conocimientos vuelvan a caer en el olvido, se ha dedicado muy activamente a la enseñanza del oficio, formando a toda una nueva generación de carpinteros de lo blanco.

Nuere lleva décadas recuperando la sabiduría del maestro alarife marchenero a partir de su tratado «Carpintería de lo blanco» que han sido reimpresos a lo largo de la historia como tratado fundamental de este campo, que aún se estudia hoy día y es uno de los primeros ejemplos de formación profesional de la historia. En Marchena el IES López de Arenas recibe el nombre de este importante personaje histórico.

El jurado del premio ha apreciado en Nuere su capacidad para rescatar el oficio de la carpintería arquitectónica tradicional a través de sus obras de artesonado y también por la originalidad de las reglas geométricas plasmadas en los manuscritos de la carpintería del siglo XVII. El arquitecto valenciano trabaja desde los años 80 con la técnica de “los carpinteros de lo blanco”.

El manuscrito de López de Arenas

El manuscrito del maestro Diego López de Arenas estaba destinado a convertirse en un pequeño manual para los aprendices que tenían que pasar el obligatorio examen que permitía ejercer la profesión y a la difusión de las nociones básicas de la profesión. López de Arenas reunió multitud de notas y  apuntes de sus primeros años  como carpintero, y de otros tratados de su época, formando una rica  colección de esquemas y figuras. Sesenta y siete láminas que, desgraciadamente, no  conservaron en la primera edición.

Iglesia de Santa María, del siglo XIII, la más antigua de Marchena

El  Breve Compendio de la Carpintería de lo  Blanco,  resume en veintiún capítulos lo esencial del ejercicio de la profesión,  seguían el  Tratado de Alarifes  (compilación de abundantes apartados y materias  relacionados con el desempeño de dicha función), y, ya agrupados, el  Tratado del  Calibre  y el  Tratado de Reloxes.

Intentaba dignificar la labor del artesano  carpintero igualándola a la de otros profesionales, inspirado por el humanismo renacentista, que había estimulado el interés del nuevo monarca, Felipe IV. El tratado incluye nociones de geometría, aritmética,  relojes, etc., y trascendía de este modo las estrictas bases de la práctica de la  carpintería.

Debido a su gran utilidad  práctica y didáctica del tratado, fue popular entre los profesionales de la época, y sus enseñanzas y modelos seguían vigentes al  comenzar el siglo XVIII, por lo que en 1727 se realizó una segunda edición corregida y ampliada por Santiago Rodríguez Villafañe, y fueron publicadas otras dos más en 1865 y 1982.