¿Nos dirigimos hacia una sociedad sin efectivo?

El mundo está cambiando hacia una sociedad sin efectivo. En Estados Unidos, el número de personas que usan soluciones de pago de igual a igual (P2P) a través de Square y PayPal, está aumentando. Al mismo tiempo, las empresas que ofrecen soluciones “Compre Ahora Pague Después” (Buy Now Pay Later – BNPL) se han convertido en las preferidas de los inversores.

Covid-19 y la transición a una sociedad sin efectivo

El Covid-19 ha causado un daño inconmensurable en la economía global. Al mismo tiempo, la pandemia ha contribuido a acelerar algunos sectores de la economía global. Uno de los sectores más impactados es el de las finanzas.

Si bien la migración digital del sector financiero se estaba produciendo antes de la pandemia del coronavirus, la inestabilidad en los mercados ayudó a acelerarla. Esto sucedió debido a que varios países como Estados Unidos y Europa implementaron cierres estrictos. Los bancos cerraron y los clientes se vieron forzados a usar bancos en línea. Como resultado de ello, recurrieron a plataformas digitales para realizar transacciones y enviar dinero.

Hay muchas formas de comprobar esto. Por ejemplo, un vistazo rápido a los ingresos de las empresas líderes en la industria de transferencias de dinero, muestra que sus beneficios aumentaron en dos dígitos. Por ejemplo, la cantidad de personas que usan PayPal aumentó de 305 millones en 2019 a más de 377 millones en 2020. Los 72 millones de usuarios que sumó en 2020 fue un número sustancialmente más alto que los 38 millones que sumó en periodos anteriores.

Al mismo tiempo, los ingresos de empresas como Western Union y MoneyGram demostraron que la parte digital constituía una parte fundamental de su negocio. A pesar de que los beneficios de Western Union disminuyeron en 2020, sus ingresos digitales aumentaron un 38%. Del mismo modo, hemos visto un incremento en las plataformas de comparación que ayudan a las personas a encontrar los mejores servicios de transferencias de dinero.

Bancos Centrales y pagos sin efectivo

Otro aspecto importante en esta transición digital es que los Bancos Centrales se han visto influenciados por el éxito de las criptomonedas. Algunos de los más destacados ahora están desarrollando sus Monedas Digitales del Banco Central (Central Bank Digital Currencies – CBDC). El más avanzado es el de China, que actualmente está probando su producto CBDC.

En julio de este año, el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) aprobó un plan para lanzar el euro digital. De manera similar, el Riskbank de Suecia también se encuentra en la etapa de desarrollo de una corona digital. En Estados Unidos, la Fed (Sistema de Reserva Federal) está considerando así mismo pasar a un dólar digital.

Aún es pronto para determinar si estas CBDC tendrán éxito. Sin embargo, lo que está claro es que la era del dinero físico está llegando lentamente a su fin. En la actualidad, muchos minoristas reciben la mayoría de sus pagos mediante tarjetas de crédito y débito. Del mismo modo, muchas aerolíneas aceptan reservas mediante pagos digitales. Otras industrias han seguido el ejemplo.

Pros y contras de una sociedad sin efectivo

La transición del efectivo al dinero digital tiene varios pros y contras. Primero, es relativamente más económico para las empresas. Históricamente, muchas empresas, como minoristas y bancos, pagan una cantidad importante de dinero a las empresas de tránsito en efectivo. En segundo lugar, es bueno para el medio ambiente, ya que se requieren menos recursos y gasto de papel. Tercero, muchos métodos digitales para enviar dinero son relativamente más baratos que llevar dinero físico. También puede ayudar a las personas a mejorar su puntuación crediticia y a realizar un seguimiento de sus pagos.

Las principales desventajas de una sociedad sin efectivo, es que el sistema tiene riesgos como el ciberdelito, además puede fomentar el gasto excesivo, y supone una amenaza para los minoristas.

Resumen

Se está llevando a cabo una o transición del dinero físico a una sociedad sin efectivo. Algunos países como Suecia ya han cambiado casi por completo a estos sistemas. Otros países como Hong Kong y Kenia han experimentado un repunte en los pagos digitales. Es probable que esta tendencia continúe en los próximos años.