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Sociedad

Nacen trillizos en una familia de Arahal, hacía 45 años que no pasaba

 

Luis Renero y Sheila Plata. Foto: AION Arahal.

Luis Renero y Sheila Plata. Foto: AION Arahal.

C. GONZÁLEZ

Luis, Sheila y Hugo nacieron el 16 de septiembre de 2016. De golpe, a su padre y madre, Luis Renero (31 años) y Sheila Plata (25 años) les cambió la vida por triplicado. Son trillizos y ha sido un embarazo natural, es decir, no ha intermediado tratamiento de fertilización. Hacía 45 años que no nacían trillizos de esta manera en Arahal.

En total, Sheila llevaba en su vientre al final de su embarazo 7,600 Kg, divididos en tres preciosas criaturas: Luis (2,850 Kg), Hugo (2,680 Kg) y Sheila (2,070 Kg). Pero aún así subía las tres plantas que hay para llegar a su piso (sin ascensor), cargada con las bolsas de la compra. Es lo primero que van a cambiar porque se trasladan a otro piso pero con ascensor.

Y es que el cochecito de los bebés que han comprado ni siquiera lo había en España. «Viene de Polonia, en España prácticamente no hay modelos y eran muy antiguos, estos son versátiles y traen de todo» explica el padre. Cuando Luis entró en el hospital con el cochecito triple fue todo un espectáculo, al igual que la habitación del hospital. «No paraban de venir gente, hasta una limpiadora se hizo pasar por enfermera para verlos recién nacidos, cuando Sheila estaba aún en el despertar», dice.

Nacimiento por cesárea

Luis y Sheila junto a los carritos la noche antes de nacer los trillizos.

Luis y Sheila junto a los carritos la noche antes de nacer los trillizos.

Los tres han nacido por cesárea a las 36 semanas y un día de gestación. Todo ha ido bien, ahora duermen juntos en una cuna, del mismo lado. «Son muy buenos, casi no dan la lata», asegura la madre mirándolos. Dos niños y una niña, la pequeña en medio y ya apunta maneras. «Es muy buena pero cuando quiere comer da un grito agudo que no parece salir de ella», dice Luis.

El embarazo ha sido estupendo, cuentan, pero al principio los médicos le metieron un poco de miedo, que tuvieron que superar. «Aquí en el centro de especialidades de Morón me dijeron que era probable que uno de los tres lo perdiera, pero cuando llegué al hospital los tres saquitos estaban en perfecto estado», explica la reciente mamá.

Las posibilidades de que fuera un parto múltiple es herencia por las dos ramas de la familia, tanto de él como de ella, esperaban tener mellizos, pero la sorpresa fue mayor. Y se la debe a su tatarabuela. De golpe se han convertido en familia numerosa, con todo lo que ello supone. Pero son jóvenes y saben que tienen fuerzas para criarlos. «Lo importante es que estén bien», lo demás será día a día. Sheila de momento no se puede quedar sola con los tres, por su reciente operación. Pero ya piensa incluso en trabajar cuando pase la baja maternal, «al menos media jornada».

Tres nuevos arahalenses duermen esta noche en una enorme cuna. Separados apenas por un estrecho cojín postural. En el centro, Sheila, la más pequeña, con el pelo más rubio. Está flanqueada, como protegida, por sus dos hermanos, más parecidos entre sí. Han llegado para cambiar por triplicado dos vidas, o, posiblemente, más porque toda la familia tendrá que arrimar el hombro.

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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