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Vecinos de la carretera de Morón aseguran que los daños de las inundaciones se deben a su mal arreglo

Han denunciado en el cuartel de la Guardia Civil, a técnicos y a autoridades los daños sufridos que alcanzan miles de euros

 

C. GONZÁLEZ

Arahal (Sevilla)

Un grupo de vecinos afectados por las inundaciones del 29 de noviembre se unen para denunciar que el ‘mal arreglo’ de la carretera Arahal-Morón es la razón de que las inundaciones del pasado 29 de noviembre provocaran importantes daños en sus parcelas, tierras y casas. Los trabajos en la vía se han centrado en subir la cota (altura), pero, según los afectados, no han hecho cunetas, ni caminos con tuberías para que pase el agua’ lo que ha convertido sus propiedades en ‘presas’.

 

Una parte de los vecinos afectados por las inundaciones.

El descontrol vivido el día de las inundaciones y la desesperación de los vecinos que tiene sus parcelas en torno a la A8125 ha acabado siendo denunciado en el cuartel de la Guardia Civil y ante las autoridades locales. Ese día las inundaciones provocaron daños materiales importantes, herramientas inservibles, animales muertos (gallinas y pavos) pero sobre todo incertidumbre porque, según los afectados, ‘nunca habíamos visto algo igual’.

Francisco José García Espinosa tiene una parcela con casa al pie de la carretera, en el punto kilométrico 3,7 de la A8125, dirección Morón de la Frontera. Dice que lleva mucho pasado desde que comenzaron con la obra y a trabajadores, encargados, técnicos, autoridades municipales, a todos les ha dicho lo que iba a pasar en el momento que lloviera con algo de intensidad.

Y se salió con la suya, porque el día 29 el agua, en torno al arroyo Alameda, cruzó incluso la misma cota de la carretera que está a más de un metro por encima de los terrenos circundantes. El agua anegó más de un kilómetro a la redonda, derribando muros, ahogando animales y provocando destrozos en campos de labor y haciendas.

Ese día, cuando dejaba de llover y bajaba un poco el nivel del agua y el entorno se convirtió en una presa. Hay dos viviendas y un catering en ese punto kilométrico de Francisco, su casa y la Finca La Rocina. Hubo zonas que alcanzó un metro del agua. Ambas viviendas están habitadas y cuando echaron el pie al suelo de la cama, a primera hora de la mañana, no se lo podían creer.

El estado en el que han quedado las cunetas.

‘El agua había inundado todo, maquinaria, electrodomésticos, muebles. No podía salir de la casa, tuve que montarme en la máquina para abrir paso al agua o nos ahogábamos’, explica Francisco José García. Evalúa los primeros daños en un mínimo de 7.000 euros. El todo uno de la cuneta acabó en el olivar que tiene al lado, llevándose por delante las tuberías de riego y la instalación eléctrica.

Este vecino asegura que han cargado la carretera sobre sus tierras, pronunciando aún más la curva, donde augura que habrá más accidentes. ‘Dijeron que iban a reducir las curvas y aquí la han aumentado’, apunta, y en esta zona la cota de la carretera sobrepasa casi un metro la altura de los terrenos. En ese espacio, explican, en vez de hacer una cuneta para que corra el agua, han echado todo uno y este material es el que ha corrido, dejando al descubierto una capa de asfaltado (unos 10 centímetros) y el relleno de la vía recién arreglada.

A José Antonio García Rodríguez la situación le parece inconcebible. Vive en el campo con su familia (mujer y tres niños pequeños), al otro lado de la parte más afectada de la carretera, y ese día el agua mató gallinas, palomos y pavos en su parcela, además de los daños que sufrió el interior de la casa. Aún así se siente afortunado porque su familia no sufrió ningún daño, pero pasó ‘mucho miedo’. ‘No podíamos salir’, asegura.

El arreglo de la vía no ha incluido las cunetas, sólo en algunos tramos han dejado las que ya estaban y ha sido precisamente en estos lugares donde el agua ha pasado sin problemas de inundación. ‘Han empezado a construir la casa por el tejado, y se lo he dicho muchas veces al encargado de la obra que sólo me contestaban que seguían el proyecto’, comenta Francisco José García.

Así han quedado las señales en el tramo cerca del arroyo.

En el puente que tienen más cerca, el del arroyo Alameda, han puesto dos tubos y en esos días se ha comprobado que son insuficientes porque incluso, en ese punto, el agua sobrepasó la carretera, lo mismo que ocurría antes del arreglo. La situación ha empeorado porque la falta de cuentas y de los antiguos caminos de entrada a las carreteras rurales y parcelas, que han destrozado durante las obras, no ha servido de retención y canalización del agua, por lo que buscando salida ha entrado en parcelas y viviendas.

‘Me han expropiado la tierra diciendo que es vereda y tengo una escritura de 1902 que indica donde están los límites de mis propiedades’ explica Francisco José y añade que ‘no me hubiese importado si hubieran hecho las cosas bien, pero aquí está la prueba de lo que ha pasado nada más que ha llovido’.

Juan Antonio Rodríguez, es otro de los afectados por las inundaciones. Su familia tiene 5 fanegas de tierra en la zona (unos 24.000 metros), al pie de la carretera. ‘Se ha llevado todo lo sembrado y el estiércol que eché para preparar la tierra’ pero lo que más criticaba es que para entrar en la parcela había un camino y ahora hay un desnivel con una altura de un metro que hace imposible llegar a la parcela cualquier tipo de vehículos. ‘No podemos entrar para sembrar ni para nada, ¿qué pasa con el antiguo camino?’, dice.

Cuando los vecinos preguntan por las entradas que había hechas y que se ha llevado por delante con el arreglo de la carretera, despareciendo completamente, les dicen que hay que solicitarla a la Junta de Andalucía y son ellos los que envían a la empresa que tiene que volverlas a hacer. ‘Hay que pagar 70 euros en la solicitarlas y 3.600 a la empresa que las hace, no te dejan que busques ni siquiera otros presupuestos para que salga más barata’, informan estos vecinos.

A punto de entregar la obra, las inundaciones han provocado que la empresa constructora está desde el lunes arreglando un socavón que ha abierto la lluvia desde un pozo romano que hay en el margen derecho (dirección Morón) hasta un aljibe que hay en el otro lado y ha dejado hueca la vía en ese trozo con el peligro que supone. Todavía hoy está cortada la carretera en ese tramo.

Además esta mañana estaban echando distintos tipos de material con camiones en la entrada del camino de Llano Verde, junto a la zona más afectadas por las inundaciones.

Un muro del catering que hay en la zona, derribado el mismo día.

El agua entró en las tierras del olivar arrastrando el material todo uno.

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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