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Máximo López: “No soy ningún mago ni santo. Solo doy lo mejor de mí al paciente para ayudarlo a conseguir un estado óptimo”.

En apenas un lustro de ejercicio profesional, Máximo López Rodríguez, de 28 años, se ha ganado el respeto y el reconocimiento en el mundo de la Fisioterapia y la Osteopatía, campos que les apasiona. Son muchas las personas que pasan por sus manos cada día con la intención de que su sabiduría y tratamientos les ayuden a aliviar sus dolores y les permitan recuperarse de las lesiones sufridas. Actualmente, desarrolla su oficio en una clínica de  Sevilla y en el Centro Médico de la Corredera. Hasta allí nos hemos ido para conocer un poco más a este joven natural de Paradas que durante un rato nos adentra con mayor profundidad en estas disciplinas sanitarias.

A.S. / AI

Tranquilo, confiado, ilusionado y, sobre todo, satisfecho y contento. Así nos recibe Máximo López,  un joven fisioterapeuta que hace apenas unos días recibía la Medalla de Oro del Foro Europa 2001 en reconocimiento al prestigio y mérito profesional.  “La verdad es que al principio cuando recibí el correo comunicándomelo no me lo esperaba, pero tras hablar con mi familia y comprobar que era yo el galardonado me sentí muy feliz por este premio al esfuerzo de cada día”.

Una distinción que le llevó hasta el Hotel Westin Palace de Madrid el pasado 30 de octubre, donde se dio cita con importantes personalidades de diferentes disciplinas: “La entrega fue muy bonita. Allí pude hablar con mucha gente y conocer a personas muy interesantes. Fue una experiencia inolvidable que espero pueda repetirse en un futuro”.

Su trabajo diario y su buen hacer en el campo de la Fisioterapia y la Osteopatía le han llevado hasta aquí, a pesar de su juventud (en unas semanas cumplirá 29) y de la corta pero exitosa carrera profesional, que empezaría justo después de acabar su formación académica en 2010: “Tuve suerte. Desde que terminé mis estudios, empecé a trabajar con diferentes pacientes y al poco tiempo conocí a María José Jiménez, con la que me inicie aquí en Arahal. Desde entonces, no he dejado este pueblo en el que estoy muy cómodo”.

Actualmente, es el responsable del área de fisioterapia del Centro Médico La Corredera y dirige este mismo ámbito en Sportme, Clínica Bernáldez de Sevilla. Entre ambos centros reparte su actividad profesional, que lo mantiene diariamente muy ocupado: “Estoy muy ajetreado. Me paso mucho tiempo viendo a personas con dolencias y montado en el coche, yendo de Paradas (donde sigue viviendo) a Arahal y a Sevilla. Así prácticamente todos los días porque no suelo estar toda la jornada en un mismo sitio”.

Sin embargo, esto no supone ningún tipo de problema para este joven paradeño, apasionado de su trabajo y sus pacientes: “Yo me rindo mucho a ellos y no dejo que ninguno no se recupere. Me vuelco mucho para tratar que todos terminen recuperándose. No los dejo a la mitad de tratamiento a no ser que no sea competencia mía la causa del dolor. En ese caso, lo derivo a otro sitio. Porque, sobro todo, el personal sanitario debemos tener honestidad con el paciente. Si ves que no lo puedes recuperar lo mejor es derivarlo a otros especialistas”.

Máximo tratando a uno de sus pacientes. Foto: clínicabernaldez.

Esa insistencia, honestidad y profesionalidad son parte de los motivos por los que muchas de las personas que pasan por sus manos estén tan contentas con su labor y agradezcan su trabajo. Tanto es así que hay quienes exclaman “ponga un Máximo en su vida” cuando se trata de recuperar lesiones. Sonriente, afirma: “Les agradezco mucho esos comentarios que me dan mucho apoyo moral, pero yo no soy ningún tipo de mago ni santo. La Fisioterapia es real y existe y tanto yo como otros compañeros damos lo mejor de nosotros y nos ofrecemos al máximo para intentar, ante cualquier patología, curar la lesión y hacer desaparecer el dolor llegando a un estado óptimo”.

De ahí que el campo en el que es especialista sea de gran trascendencia a la hora de tratar diferentes patologías que el ser humano sufre en su vida cotidiana: “La fisioterapia se encarga de realizar un tratamiento a través de técnicas conversadoras (y no invasoras) como los ultrasonidos, los masajes, estiramientos… para aliviar un síntoma o lesión sin tener que pasar por el quirófano u otros medios más agravantes como los fármacos o cualquier tipo de cirugía con el objetivo de que el paciente lleve una vida más saludable. Por eso, es también importante tomarla como medio preventivo aunque la población no suele llevarla a cabo y los pacientes ya vienen cuando el dolor ha aparecido”.

Los malos hábitos y las nuevas tecnologías, factores de lesiones

Un dolor que puede aparecer por diferentes motivos: a causa del deporte frecuentemente (tendinitis, sobrecarga, rotura de ligamento cruzado…las que más trata Máximo) o derivado de los malos hábitos que siguen las personas: los hábitos alimenticios inadecuados, la incorrecta práctica deportiva, el sedentarismo… influyen en las lesiones”.

Pero, en pleno siglo XXI con el auge de las nuevas tecnologías y en la era de la comunicación, las nuevas tecnologías ayudan también a la aparición de diferentes patologías: “Una postura impropia delante del ordenador o una posición no erguida mientras andamos a la vez que vamos mirando el móvil intensifica diferentes tensiones a nivel muscular. Incluso, se han creado nuevas lesiones a consecuencia de ello. Por ejemplo, la llamada “wiitis”, que viene motiva por la videoconsola Wii y que se produce por el movimiento del brazo con el mando al jugar virtualmente al tenis. Eso genera una inflamación de los epicondileos conocida como ‘epicondilitis o codo de tenista’. Otra, por ejemplo, se genera debido al WhatsApp, ya que el hecho de teclear continuamente produce la inflamación de uno de los tensores del pulgar”.

Para tratar esas nuevas patologías y las lesiones producidas desde siempre, el fisioterapeuta tiene que jugar con un factor fundamental en su trabajo: la complejidad del propio ser humano en sí mismo. Cada cuerpo es un mundo y un mismo tratamiento puede tener resultados diferentes en personas distintas. “Esa es la principal dificultad a la que nos enfrentamos. Esto no son matemáticas donde dos más dos son cuatro. Cada cuerpo es un misterio. Por eso, no podemos predecir un tiempo de recuperación exacto, aunque es una de las preguntas más comunes que me hacen los pacientes al llegar. La experiencia hace que pueda dar un periodo de recuperación aproximado, pero honestamente no puedo afirmarlo con exactitud”.

Deportistas de élite también confían en sus manos

Y eso, precisamente, es una cuestión importante a nivel del deportista de élite que precisa volver a la competición lo antes posible. Máximo, además de ser Diplomado en Fisioterapia por la Universidad de Cádiz y Licenciado en Osteopatía por la de Sevilla, posee un máster postgrado de aplicación terapéutica de cadenas musculares y de fisioterapia deportiva, entre otros cursos. Aquí es experto en la recuperación de lesiones deportivas.

Foto: clinicabernaldez.

De ahí que, gracias a su formación y a su éxito profesional, haya tratado ya a varios profesionales del deporte de élite. Jugadores del Real Betis y del Sevilla han pasado por sus manos. También, de Arahal, lo han hecho Israel Rodríguez, Jesús Sánchez “Mota” o Dany Torres. Con este último, reconoce trabajar con un caso particular: “Dany tuvo una lesión muy importante en el tobillo. Se lo fracturó por muchos sitios y ha sido sometido a varias operaciones. Por eso, la rehabilitación es muy dura y dejarlo perfecto es muy difícil. Pero luchamos para que el margen de recuperación sea el máximo. Él es un tío fuerte y un deportista que ama mucho su deporte. Además, tiene un nivel espectacular y volverá a estar otra vez ahí arriba”.

Un joven emprendedor, solidario y apasionado del teatro

A pesar de tener una agenda completa con sus quehaceres profesionales en los centros sanitarios donde trabaja, Máximo prepara ya una nueva aventura en su carrera. El próximo año, en su Paradas natal, abrirá un centro de fisioterapia donde tratará a sus paisanos. “Como te he dicho, mis días son bastantes completos, pero es cuestión de organizarse. Con orden y con la ayuda de algunos compañeros, todo se podrá llevar adelante”.

Tal es su implicación en su oficio que este apenas le deja tiempo libre para sus aficiones. “Me gusta el deporte, en especial el fútbol, pero no puedo prácticamente practicarlo”. Eso sí, hay un hobby que intenta no dejar: el teatro.

Máximo es director, autor y, a veces, actor de un grupo de teatro. Con él, además, representará próximamente una obra en Arahal y en Paradas, cuyos beneficios irán destinados a Asociaciones que lo necesitan de cada localidad.

Así, el mundo de la interpretación llena en su poco tiempo libre a este joven paradense, al que también le gusta estar con su familia, pareja y amigos y viajar siempre que le es posible.

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