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Coronavirus

María Rodríguez, vacunada contra la covid en Arahal: «Echo de menos los abrazos de mis nietos»

María Rodríguez López tiene 90 años y esta mañana era una de las personas vacunadas en el centro de salud de Arahal. En las instalaciones ha comenzado este lunes la campaña de vacunación y están llamando por orden de edad a los vecinos mayores de 80 y 90 años. Algunos llevan sin salir a la calle desde que decretaron en marzo el estado de alarma, lo que deteriora su salud, sobre todo en lo que a movilidad de refiere.

Es el caso de María que lleva sin dar su paseo por la calle Madre de Dios desde marzo. Ella con el andador y acompañada de su hija Loli, daba varias vueltas de la esquina de calle General Marina a esquina calle Cruz, el tramo donde vive. Pero desde marzo se confinó y no ha salido nada más que para ir al médico.

Su historia a lado de Enrique «el chavalote»

Ella dice que no le importa tanto no salir, «no quiero calle», pero nota que las piernas le fallan. Y lo que más echa de menos es no poder abrazar a sus nietos. «Mi Enrique, al principio de la pandemia, no pudo aguantarlo y se vino de rodillas y me abrazó las piernas, desde entonces no se ha vuelto a acercar». Ve a los nietos desde una distancia mínima de dos metros, se asoman a la escalera ya que viven en el piso de arriba de su casa. «Me dicen que tienen muchas ganas de abrazarme», comenta.

María vive atendida por sus dos hijos, Loli y Claudio. Lleva prácticamente toda su vida en la calle Madre de Dios. Hoy contaba que nació en General Marina, también dentro del barrio. Y regentó junto con su abuelo, Antonio López Gómez, y sus hermanas, Luisa y Milagros Rodríguez, una confitería que fue famosa por los años 50 en esta misma vía. Estuvo abierta hasta 1964, fue uno de los primeros establecimientos que vendió helados en Arahal. «Me ponía en el sardiné de la confitería a venderlos», cuenta.

Poco después se casó con Enrique Ramírez, conocido popularmente como el chavalote, por su altura, que heredó su hijo. Pero sobre todo conocido por su bonhomía. Estuvo al frente de una empresa de materiales de construcción medio siglo, cuando la situación en Arahal, como en el resto de España, era muy complicada económicamente para muchas familias. Fue uno de los empresarios que más ayudó al pueblo. Los vecinos que lo conocieron aseguran que hay muchas casas en Arahal levantadas gracias a su generosidad. Murió en 2011 y su mujer es la viva memoria de su historia.

«Casi no me he enterado, no me molesta lo más mínimo»

María esta mañana se ha levantado muy temprano, a las 7, más que de costumbre pendiente de estar preparada para que la llevara su hijo a vacunarse, la cita la tenía a las 10:36. Habían contactado desde el centro de salud de Arahal con su hija por teléfono el pasado viernes y hoy puntual estaba en el aparcamiento de las instalaciones sanitarias. Ella no se ha bajado del coche, su hijo es el que ha firmado el consentimiento y la ha identificado. En el vídeo se muestra el momento de recibir la vacuna.

«Casi no me he enterado, no me molesta lo más mínimo», dice. El próximo 8 de marzo tiene que volver para la segunda dosis. Su esperanza es que la situación acabe antes de que las piernas dejen de funcionarle y no pueda salir a dar su paseo. Pero, sobre todo, piensa en los abrazos a sus nietos.

Tiene lo que ella llama «un aparato», un teléfono para llamar y hablar con quien quiera de su familia. Todas las tardes, «desde que mi marido murió» me llama mi hermana. Y le han puesto internet en el móvil para meterla en un grupo familiar de whatsapp. Cada mañana, lo primero que hace cuando se levanta es «darle al botón para dar los buenos días a todos». Y espera a que le contesten. La primera que lo hace es su nieta, María, que vive en Venecia. «Me dice, abuela qué tal todo por ahí, hoy hace aquí mucho frío». Pero «le doy al botón» cada vez que necesita algo o que quiero hablar, dice.

Estos ratos llenan más que nada su día a día junto con la televisión. A la espera de ver en las noticias que ya no hay casos de Covid-19 y que toda esta pesadilla ha terminado.

 

Arahal roza la tasa de 500 contagios por cada cien habitantes, cerca ya del levantamiento del cierre perimetral

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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