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Arahal

Los pros y los contras de un centro peatonal en Arahal

Los pros y los contras de un centro peatonal en Arahal, vistos por los comerciantes.

Peatonalizar el centro de las ciudades es el proyecto que tienen sobre la mesa muchos ayuntamientos, pero al que cuesta meterle mano. La razón principal es que hay que poner de acuerdo a los vecinos con los propietarios de tiendas y bares. Esta opción siempre resulta polémica y complicada de llevar a cabo porque, antes de impedir el tráfico en la zona, algo que conlleva mejoras encaminadas a la sostenibilidad medioambiental en ámbito urbano, hay que buscar alternativas para quienes tienen que acercarse al centro en coche.

Peatonalizar en Arahal

En Arahal, el planteamiento de peatonalizar el centro ha sido una de las propuestas del PSOE en las últimas elecciones municipales, aunque no es la primera vez que se habla de esta posibilidad. La opinión respecto a esta situación de comerciantes y propietarios de bares está dividida, incluso se da la circunstancia de que, en la misma empresa, hay distintas y contradictorias opiniones.

Es el caso de la tienda de ultramarinos de César que en la actualidad está regentada por su hijo, César Salvador Crespo, situada en la calle Duque, una de las que desembocan en la Plaza de la Corredera. Este joven sostiene que “el centro es una locura, no para el tráfico durante todo el día” por lo que está de acuerdo con “peatonalizarlo o total o parcialmente”.

La Plaza de la Corredera por la mañana con el calor se queda prácticamente vacia.

La clientela de esta tienda emblemática del centro, una de las más antiguas, la forman sobre todo vecinos y vecinas de la zona, una parte con edad para acordarse de cómo era el barrio antes. Y dicen echar de menos el centro sin apenas coches. “Era cuando estaba abierto el bar de Pedro Bueno, Las Cabezas de Familia, el bar de Roja y La Vespa o el Candil”, cuentan. Entonces, había la posibilidad de poner veladores en la puerta y se podía pasear con tranquilidad por la plaza y las calles sin miedo a ser atropellado.

No obstante, César padre, está en contra totalmente de la peatonalización del centro y dice de forma contundente: “mira la calle Cervantes desde que se cortó al tráfico está muerta”.

Ser vecino y a la vez empresario de la zona

Esta intranquilidad mueve a los empresarios que, además de trabajar, también viven en el centro para proponer a los responsables del Ayuntamiento de Arahal la adopción de una serie de medidas para mejorar la situación.

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Es el caso de Juan Francisco Gallego (Seguros Ges), que no está de acuerdo con peatonalizar el centro excepto el fin de semana. “Durante la semana, cortar el tráfico es imposible porque todo el mundo quiere venir en coche, pero el fin de semana en la Plaza de la Corredera no puedes estar tranquilo cuando sales con los niños”, explica.

En este mismo sentido se expresa el diseñador Alfonso Pereira a cuya empresa no afecta la peatonalización ya que recibe pocas visitas. Eso sí, en su faceta de padre, “cuando vamos a la Corredera, no podemos estar tranquilos ni la madre ni yo, hay que andar corriendo detrás del niño”, indica, especialmente por el tráfico en la zona. Aunque considera que al centro deberían ir todo el mundo andando: “mejoraría en tranquilidad, todo estaría más limpio, pero a los negocios puede que se los cargue”.

Los Quinteros, 42 años abierto

Para Gracia Jiménez, propietaria del Bar Los Quinteros, cuando cortan por alguna razón el tráfico en el centro “todo se queda muy triste, no hay ni coches ni personas”. Ella prefiere que no corten pero sí que “busquen otras soluciones porque la gente viene al centro y no hay sitio donde aparcar”.  

Asimismo, esta empresaria que lleva en el negocio 42 años, dice que “todas las actividades se la llevan a las afueras, deberían organizar más aquí”. Sería para ella una manera de activar los negocios del centro que aguantan a duras penas la caída de la actividad, sobre todo los fines de semana.

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De hecho, excepto los negocios que llevan años asentados en la Plaza de la Corredera y alrededores, pocos de los nuevos que abre acaban subsistiendo por lo que, cada vez más, hay locales con el cartel de “se alquila” o “se vende”.

Otro de los negocios emblemáticos ubicado en el centro de Arahal es la Cafetería Virgen de Los Reyes, dirigida en la actualidad por Nazaret Brenes. Su opinión sobre la peatonalización del centro no es radical, pero piensa que “algo hay que hacer”.

Proyecto ideal

De hecho, cuenta, que responsables municipales le aseguraron hace ya unos años la existencia de un proyecto para igualar la acera donde ella tiene el negocio con la plaza de la Corredera. Su cafetería es vecina a la casa consistorial por lo que la fachada de esta acera quedaría en la misma plataforma que está la plaza.

Este proyecto para ella sería “lo ideal” porque ya no tendría que ocupar la plaza con veladores, tal como hace ahora. De hecho en este lado de la calle sólo hay dos plazas de aparcamientos públicas, el resto está reservado para los coches de los ediles y servicios municipales.

Nazaret Brenes cree que si se peatonaliza, los vecinos acaban acudiendo al centro sin coche, tal como pasa ya en Utrera. Ella considera que el centro “es un lugar abandonado, donde no hay sombra, falta limpieza a causa del polvo del albero y no hay seguridad para que los niños jueguen”. Está incluso a favor de que hubiera en el centro más bares, “para mi no es competencia, al contrario, más gente vendría al centro”.

Otro comercio emblemático, Ferretería Claudio

Muy cerca de la cafetería Virgen de los Reyes está Ferretería Claudio, justo en la calle Felipe Ramírez, otra que desemboca en la Plaza de la Corredera. Lo regenta Claudio Martín y su mujer, Marta Fernández.

Ellos además viven en esta calle y cuentan que, como vecinos ,“es un gustazo pasear sin tráfico, no tenemos niños solo un perro”. Pero, añaden, que no es operativo, por ejemplo, para descargar “las bolsas de la compra”. Y es muy diferente ponerse en la piel de empresarios. “Hay artículos nuestros que los clientes tienen que recoger con coche, por lo que no nos vendría bien que corten el tráfico”. Debido a la estrechez de la calle Felipe Ramírez, les resulta incómodo trabajar, por ejemplo el espacio de carga y descarga lo tienen en la Corredera.

Además se quejan de la falta de aparcamiento del centro donde “cada vez le cuesta más trabajo venir a la gente, que se va a las afueras porque cada vez hay más línea amarilla que impide aparcar”, refiriéndose a las últimas plazas que han desaparecido en la calle Serrano. Claudio Martín ha notado últimamente menos tráfico por el centro a pesar de que “cortando por aquí para llegar de un lugar a otro a veces se ahorran hasta 500 metros”. Pero aún así, asegura, que “la gente coge mucho menos el coche”.

Opiniones para todos los gustos que dificultan llegar a un acuerdo con los vecinos y empresas de la zona. Todos reconocen que el tráfico es perjudicial por un lado, pero beneficioso por otro. Sin embargo coinciden todos en que cualquier medida que se tomen, debe buscar opciones para que mejore la convivencia entre personas y vehículos y, a su vez, no sea otro lastre más para los negocios. Porque, como dice Gracia Jiménez, “sobrevivimos a picotazos, veo llegar al cartero y me pongo mala porque sé que trae el siguiente impuesto”.

 

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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