Los parcelistas de los huertos sociales intensifican sus protestas por la escasez de agua y su mal reparto

Durante los últimos días, han regado con agua potable las parcelas a las que no llega el agua porque las plantas se estaban secando

C. GONZÁLEZ

Fotos: Claudio RAMÍREZ

Una semana de intenso calor y los huertos sociales han mostrado su carencia principal: la falta de agua de riego, eso dicen los parcelistas. “El agua no es suficiente y, además, está mal distribuida porque hay algunos parcelistas que llenan depósitos de 1.000 litros y a la parte alta el agua no llega”, comentan. En una reunión celebrada ayer tarde-noche con el delegado responsable de los huertos sociales, Luis López Minguet, la decisión fue hacer cumplir el reglamento y que desaparezcan los bidones de almacenamiento.

Esta mañana a primera hora el edil se personó en los huertos sociales, acompañado de agentes de la Policía Local, para hacer cumplir esta parte del reglamento. “Se procederá a levantar acta de los incumplimientos y la retirada de los bidones de la parcela”, informó López Minguet. No obstante, ayer tarde, los parcelistas insistían en que, aunque es cierto que llenar los bidones empeoraba la situación, el agua necesaria para regar que llega a la zona para casi 90 huertos en esta época del año es “insuficiente”, comenta Francisco González.

A última hora de la tarde de ayer, los parcelistas hacían colas llenando cubos y regaderas en un grifo de agua potable, con una pila, instalado en la zona común para beber y asearse. En los últimos días el agua que paga el Ayuntamiento ha sido utilizada para el riego. “No nos queda más remedio o es que cree que tenemos ganas de cargar durante una hora cubos llenos de agua hasta la otra punta de los huertos”, preguntaba uno de los hortelanos más mayores.

“Nos llega el agua cinco minuto dos veces al día y no mancha de humedad ni la superficie de una moneda, ¿usted cree que con eso se puede regar una planta? La mancha de humedad debe juntarse una con otra”, comentaba Rafael Peñalosa, uno de los parcelistas más mayores que asegura seguir adelante con el huerto “porque vienen mis hijos a ayudarme a regar”, si no fuera así , afirma, “todo estaría seco”.

El agua de riego se suministra desde el pozo de la Fontana a través de una tubería llega bombeada hasta un aljibe construido en la parte baja de la parcela, ubicada en el Pago Bacialjofar Grande. La parcela total ocupa unos 10.000 metros cuadrados y hay 90 parcelas, la mayoría ocupadas. Aquellos huertos que están alrededor del aljibe, es decir en la zona baja ya que el terreno está en pendiente, el agua llega mejor, distribuida a través del sistema de riego, aunque los dueños insisten en que reciben “muy poco agua durante my poco tiempo”.

Otro de los problemas apuntados, sobre todo por los responsables de los huertos del sector de arriba, es que no ha habido control a la hora de instalar el número de gomas dentro de los huertos, “unos han puesto 5 y otro 15 o más y está claro que, cuánta más gomas de riego, más agua a repartir y más tarde en llegar a las parcelas de más arriba”, dice Eloy. Para ellos lo más acertado hubiese sido que el Ayuntamiento realizara la instalación, “aunque hubiésemos pagado cada uno la nuestra pero así todos tendríamos el mismo número de gomas y el mismo tipo de instalación”.

Los pimientos están tapados con hierba secas para protegerlos de las altas temperaturas.

Conforme se sube el terreno, los huertos tienen más mal aspectos. Ayer tarde había plantas completamente secas y quemadas por el sol. Hay parcelistas que han puesto paja, hierbas cortadas, cartones, cortinas y rafias para evitar que el sol abrasador de estos días quemase las plantas. Sin embargo, el problema, según cuentan, es que no hay agua suficiente.

Ya han avisado a los responsables municipales. “Incluso hemos hablado con el alcalde planteándole una solución y es que traigan una tubería que conecte con el agua de los antiguos depósitos de la Huerta de Las Monjas que hasta hace nada han servido agua a las instalaciones de la empresa de aceitunas que hay junto a la entrada de la carretera de Morón”, comenta otro parcelista. Sin embargo, según sus palabras, “no sé las razones pero el alcalde me dijo que no”.

También aseguran que, si hubiera agua suficiente, no tendrían necesidad de ir todos los días a regar. Ya una parte se plantea seguir o no adelante con el huerto porque si sigue así la situación, “es una pérdida de tiempo”.  Y, añaden, que “pasaron las elecciones y ya no nos prestan atención”.

Ayer les fueron trasladadas todas estas quejas al responsable del área que empieza a solucionar el problema intentando que el agua se reparta equitativamente y, en principio, ha ordenado la retirada de los bidones donde los parcelistas almacenan cientos de litros de agua. Por esta razón ya, incluso, ha habido en la zona peleas entre los hortelanos, una de las consecuencias del problema que juega en contra de los objetivos de estos huertos sociales: la convivencia.

Algunas de las plantas que se han secado.