Los casinos más conocidos de Sevilla: lugares de cultura y entretenimiento

Cuando pensamos en la palabra “casino”, se nos vienen a la mente el juego y las apuestas en casinosinlicenciaespana.com. Sin embargo, en esta ocasión dejaremos de lado a los casinos físicos, al casino en vivo y a los juegos populares de hoy en día. Más bien, nos referiremos a esos lugares de reuniones y fiestas imponentes que vemos por toda España.

Lo que ahora llamamos vintage está lleno de fiestas de salones, reuniones de amigos alrededor de una mesa con una baraja de cartas y las tradiciones de nuestros padres y abuelos. Su herencia la vemos claramente en los casinos culturales de la provincia de Sevilla, en donde la cultura se ha mantenido a lo largo del tiempo.

Competiciones, exposiciones y presentaciones de todo tipo se realizan en estos lugares. Son centros culturales y de entretenimiento en los que se mantienen todavía viejas costumbres. De hecho, quizás sean la opción más segura para probar la comida típica nacional y otras costumbres.

1. Casino de Marchena

Su origen es un tanto curioso, ya que las instalaciones pertenecían a un convento franciscano. No fue sino hasta entrado el siglo XX que las actividades del casino comenzaron. Ahora, busca ser el casino por excelencia de los marcheneros, además de mantenerse abierto como uno de los edificios emblema de la época.

Sus puertas se mantienen abiertas hacia el bulevar, las cuales dan a un recibidor que comienza a mostrar los azulejos hechos a mano que se ven en una gran parte del lugar. Las grandes puertas que se encuentran a continuación dejan el paso de la luz a una sala de estar con la chimenea.

El patio interno del fondo llama la atención de los visitantes, con grandes entradas de luz y una corriente de aire fresca. Junto con las plantas regadas por la estancia, se crea un ambiente tranquilo. Por último, tenemos una gran barra, en la que se pueden pedir bebidas y tapas.

La imponente escalera hecha de mármol es conocida en la zona. Los visitantes al usarla ven a sus pies una alfombra roja que destaca del color del suelo, un mural hecho con azulejos en tonos fríos y rojo, y arriba lo corona todo una cúpula imponente.

2. Casino de Labradores, Artesanos y Comerciantes de Constantina

Se fundó el 28 de febrero de 1870, por lo que su aniversario coincide con el día de Andalucía. Es de los casinos que más volumen de socios ha logrado mantener a lo largo de su historia, con hasta 900 miembros activos. Ahora son unos respetables 250 los que siguen formando parte del centro.

Los vecinos se reúnen con frecuencia en el sitio para pasar el rato en el día a día. Aunque quizás el punto más álgido del casino lo veamos cuando se celebran campeonatos de ajedrez, dominó y billar, y en las fechas como Fin de Año y el día de Andalucía, gracias a las fiestas que celebran los socios.

Por dentro es bastante amplio, con un comedor en el que se está a gusto a cualquier hora del día. Se convierte en el espacio perfecto para las actividades que se vayan a realizar en el día, como conciertos y campeonatos. También se encuentra una biblioteca y un espacio para las mesas de billar.

3. Casino de Osuna

Al haber sido fundado en 1848, es el casino más antiguo de la provincia. La fachada con sus grandes ventanales en los dos pisos es un atractivo arquitectónico irresistible. Da una idea de cómo es el lugar por dentro: amplio, fresco y muy iluminado. Desde dentro, los socios pueden disfrutar de las vistas mientras conversan y comen algo.

El sitio es muy cómodo, con bastante espacio para estar y pasar. Los sillones y las mesas bajas por doquier le da un toque acogedor muy agradable, para permanecer allí durante una buena tarde y hasta de fiesta.

Aún así, sus actividades también dan de qué hablar. Probablemente sea el casino que más se preocupa por fomentar la cultura, tal y como es su misión desde su fundación. Su máximo exponente es el  “Otoño Cultural”, celebrado cada mes de noviembre como un homenaje a todos los pilares de la cultura andaluza en historia, música, teatro, y más.

Más que ser sólo lugares para beber, el casino es un lugar de encuentro. Desde el Siglo de Oro, pudimos ver a grandes literatos como Quevedo y personajes de todo tipo discutiendo constantemente sobre temas actuales. Las tertulias se escuchaban por encima de las barajas que se repartían y del ruido de los vasos al chocar.

El casino cultural es una mezcla entre el juego y la expansión de la cultura. Se trata de un sitio seguro en el que cualquiera podía entretenerse un rato mientras discutía sobre asuntos que no eran bien vistos a ojos de la monarquía. Si bien ahora no son lugares para discutir de política, se sigue manteniendo la esencia del intercambio de pensamientos mientras se juega y bebe.