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Los agricultores de Arahal esperan una cosecha de “media para arriba”, con poca aceituna almacenada y precios en alza

En el resto del territorio nacional, la producción será baja en un momento en el que sube la exportación

Carmen GONZÁLEZ

A dos meses del verdeo, comienzan a hacerse las primeras conjeturas sobre cómo irá la cosecha de aceituna manzanilla y gordal en 2015. De momento, las previsiones apuntan que en Arahal la producción será de media para arriba. Además, según Antonio Rodríguez, responsable de este sector en la COAG, se dan las condiciones para que los precios suban porque en el resto de comarcas hay muy poco producto. En los almacenes también escasea, en un momento en el que la exportación está subiendo.

El campo no va bien. Han sido demasiados años de dejadez debido a la economía de subsistencia del agricultor por los bajos precios que pagan por la aceituna. Todos apuntan a que la culpa la tienen cuatro grandes empresas que son las que dominan el mercado en la comarca y que llevan años de ventaja. “Son las que marcan los precios y, si no se vendes el producto, traen aceitunas de Egipto. Y hay cuatro puestos en Arahal que pactan con estas empresas”, apunta Antonio Rodríguez.

La cosecha que se espera en 2015 en general es escasa y las existencias de aceituna también. Según los datos publicados por la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA), las existencia de aceituna gordal era tan sólo de 20,18 mil toneladas y de 151,12 mil toneladas de manzanilla en manos de entamadoras. La mala cosecha se ha debido a las condiciones climatológicas, primero lluvias fuertes en abril que hizo caer la floración y después calores extremas en mayo que no ayudo a cuajar el fruto que había quedado. Aún así, en el término municipal de Arahal, según coinciden los agricultores, la producción será “media, casi alta”, el clima sólo ha impedido que no se pueda afirmar con rotundidad que será una “gran cosecha”.

Los agricultores venden siempre a las grandes empresas la aceituna en pesetas. El año pasado el kilo de aceituna manzanilla fue de 80 pesetas/kilo, unos 60 céntimos de euro. Este año, debido a las circunstancias antes citadas, esperan conseguir que el precio suba a 115/120 pesetas el kilo. No obstante, todavía no es seguro. En los almacenes no hay aceitunas ni aceite suficiente para hacer lo que denominan “enlace de campaña” por lo que los agricultores cree que el precio de la aceituna subirá.

Comprar en pesetas y vender en euros

Un pequeño industrial, cuya empresa Aceitunas Aguimar se dedica al relleno, Antonio Aguilar, dice que las grandes industrias “compran en pesetas pero venden en euros”. Asegura que en los almacenes a estas alturas de la temporada “no hay aceituna para relleno, las grandes empresas tienen sólo guardada para atender sus compromisos, pero aún así no habrá suficiente para esperar hasta diciembre o enero, meses en los que estará buena la cosecha de este año”.

Hasta ahora el precio pagado por kilo ha llevado a un semiabandono en el campo, sobre todo por grandes propietarios de tierra. “El campo lleva muchos años sin ser rentable y su mantenimiento requiere de muchas horas de trabajo, pero es sólo el pequeño agricultor el que las echa”, explica el responsable de la COAG. Además, advierte que “los jóvenes no están por la labor y el sacrificio que supone el campo a donde han llegado en los últimos años los desertores del ladrillo”. Para Antonio Rodríguez, la fábrica “más importante que hay en Arahal es el olivo”.

Por esta razón, pelea desde hace años por conseguir un precio justo para el producto, que pague los gastos de producción, pagando jornales dignos y que deje un mínimo de rentabilidad al agricultor. Y lo hace manteniendo sus tierras productivas, defendiendo la cultura del olivo, “un bosque mediterráneo”, y con un compromiso en la organización que hace que se oiga la voz del sector, aunque en más de una ocasión pese a los industriales.

En la actualidad, el representante de la COAG centra principalmente esta lucha en poder sacar adelante la Indicación Geográfica Protegida (IGP), una figura de protección de la Unión Europea que reconocerá la calidad de la aceituna manzanilla y gordal sevillana, como una especie de denominación de origen pero teniendo en cuenta que, al menos, el 80 por ciento de este producto no va sólo, sino que se acompaña con rellenos diferentes (pimiento, anchoas, pepinillo). Está dentro de la Asociación para la Protección de la Aceituna Sevillana (APAS).

Se trata de promocionar y defender un producto que se caracteriza por su excelente calidad y por tratarse de un cultivo social que necesita de mano de obra, trabajo y riqueza para el pueblo. “De esta manera conseguiremos que se pague la calidad de la aceituna”, dice Rodríguez.

Por eso Antonio Rodríguez insiste en que hay que conseguir la IGP y los contratos tipos en el olivar que aseguren buenos precios que cubran los gastos y un pequeño beneficio. “Lo que hacen las empresas fuertes de ponerse de acuerdo en el precio  que van a pagar al agricultor está prohibido y la Junta de Andalucía mira para otro lado”.

 

Aceitunas entamadas e la empresa de Arahal GarciOliva.

 

Reunión para IGP

El 15 de julio está convocada una nueva reunión de la Asociación para la Protección de la Aceituna Sevillana (APAS), donde están representados cooperativas, organismos púbicos y agricultores, que trabaja para conseguir esta figura comercial protectora de la aceituna en el mercado europeo. Asemesa y otras industrias del sector, han presentado una serie de alegaciones cuya contestación introduce una variante en el pliego de condiciones con la que hasta ahora no habían contado: pedir 2 IGP, una para la aceituna manzanilla y otra para la gordal, además de incluir la recogida mecanizada en un futuro. Esto va a suponer unos 4 meses de retraso porque el proceso vuelve a comenzar, pero los integrantes de la APAS están seguros de que la conseguirán.

A partir de ese momento, la aceituna se envasará con unos controles muy rigurosos de calidad, identificando su lugar de procedencia y protegiéndola de los sucedáneos que se hacen llamar aceitunas verdes sevillana. Y, además, resaltando el valor cultural y social de un producto cuya calidad se protege desde el momento de su recolección, mimado, cogido a macaco. “Se pagará la calidad, la aceituna en esta zona es muy buena por una serie de circunstancias que no se dan en otros lugares, como el microclima, el saber hacer de los agricultores”, explica este agricultor que lleva muchos años ya defendiendo el producto y reclamando la estipulación de un precio en origen.

Para justificarlo recurre a la historia: “Hace 20 años se pagaba la calidad, sólo con meter el platillo cogían el calibre de la aceituna, 3,20, todo lo que bajara de ahí no lo querían y venía gente por aceitunas de toda España”, cuenta. Hoy en día mandan las industrias. Y su poder se puede ver en las tablas del IPOD (Índice de Precio en Origen y Destino) publicados cada mes por la COAG. El precio de la aceituna entamada, desde que sale de la mano del agricultor hasta que llega a las estanterías de cualquier gran superficie, se ha incrementado en un 500%; en verde el incremento es del 900%.

Según apunta Antonio Rodríguez, hay que conseguir el reparto en la cadena de valores y que las ganancias no sólo se las lleve la gran industria. En España se producen 500 millones de kilos, Arahal unos 60 de estos millones (45 de manzanilla y 15 de gordal), en la totalidad no es una cantidad imprescidible, pero no hay que hablar sólo de valores de mercado, sino de la cultura de un pueblo y del potencial que tendría si el precio se defiende y, además, aumentara el número de emprendedores que vendiesen el producto envasado, bien como aceituna, bien como aceite.

 

 

De hecho se supone que a menor producción haya un incremento de precios de la aceituna para el verdeo, pero la experiencia de los agricultores que llevan ya muchos años perdiendo dinero, conlleva a que muchos miren al sector del aceite de oliva buscando una mayor rentabilidad a sus producciones. Y más aún teniendo en cuenta que este año el mercado del aceite de oliva se enfrenta al enlace de cosecha más corto de la historia y, seguramente, será clave para que los precios del aceite sean más interesantes que los de la aceituna.

Rafael Rodríguez es uno de esos emprendedores, propietario de la empresa Ecolivum Xtra, la primera marca de aceite virgen extra ecológico cien por cien manzanilla de Arahal. Ya trabaja en otras líneas de productos.

Rafael es también agricultor y cierra el círculo desde el nacimiento de la aceituna hasta su consumo trasformada en aceite. Este joven también vende aceitunas y dice que los gastos de poner un kilo de aceituna en el mercado rondan las 120 pesetas. Estos gastos son: Seguro de Autónomo, Seguridad Social de los Trabajadores, nóminas, aperos, IBI, combustible, electricidad  para el riego, abonos, fitosanitarios.  Y hay que tener en cuenta que los mismos gastos tiene la producción los años “con carga que los vacíos”.

El empresario de Xtra by Ecolivum añade que competir con las grandes empresas que llevan 100 años vendiendo aceitunas “es complicado pero se intenta”. Y un buen camino, en su opinión, es conseguir la IGP porque se “busca la diferenciación”. Por eso es muy importante la reunión que se ha tenido lugar esta mañana, 15 de julio, donde se estudiará el pliego de condiciones para establecer las dos IGP, de manzanilla y gordal.

 

 

 

 

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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