Lo que los sevillanos dejan atrás con la nueva normalidad

Lo que los sevillanos dejan atrás con la nueva normalidad

No han sido meses fáciles, pero desde el pasado 21 de junio toda España se instaló de forma oficial en la nueva normalidad. Adiós al confinamiento, aunque la lucha contra el virus todavía no haya finalizado. Una etapa que ha sido complicada y que nos cazó a todos desprevenidos. Antes de continuar adelante y de empezar a pensar en los retos que nos va a plantear esta salida de la cuarentena, no está de más recordar lo que nos ha dejado. Porque al margen de privación de libertad, temor, incredulidad y por momentos agotamiento mental, esta fase también nos ha dejado cosas buenas y positivas.

Los balcones de toda España se engalanaron cada día a las ocho de la tarde para darle las gracias al personal sanitario y eso dio pie a que esos encuentros produjeran un auténtico vendaval de ideas. En Sevilla, los efectos de la pandemia han obligado a suspender citas célebres de cada año como la Semana Santa o la Feria de Abril. Sin embargo, eso no ha asustado a los vecinos de calles, pisos y urbanizaciones para realizar su propias citas en casa. También ha habido tiempo para juegos y distracciones. En definitiva, un arsenal de imaginación que ha dejado imágenes inéditas y para el recuerdo.

Bingos, deporte variado y actividades para niños

Uno de los aspectos que este confinamiento ha cambiado para todos ha sido el físico. Pocos son los que han logrado mantener la misma forma física que al inicio. Más flacos, más rellenos o más fuertes, pero pocos habrá que se encuentren igual. Este parón de tres meses no ha supuesto una excusa para no hacer deporte, ya que han surgido monitores improvisados que desde sus puestos animaban al resto a llevar una rutina saludable. En la urbanización de Mairena de Aljafare un vecino se prestó a realizar clases de fitness y que desde los balcones todos siguieran sus movimientos.

¿Y qué hay de esas partidas de bingo de balcón en balcón? Sabíamos que este juego tiene raíces profundas en la capital andaluza, pero no nos imaginábamos que despertaría el interés de esta misma urbanización llamada Hábitat Bulevar. Los más mayores no se perdieron ni una de las partidas. ¿no se puede ir a ninguno de los cuatro bingos de la capital? No hay problema, a jugar desde casa. Una buena forma de matar el tiempo, ese que nos ha sobrado durante esta etapa. Si además de entretenerte, estrechas relaciones con el vecindario, y hasta se convierte en un acto solidario como en Arahal, mucho mejor.

Otra cosa no, pero arte tenemos todo el del mundo ? pic.twitter.com/u1LyyYf54F

— Blue Jeans (@FranciscodPaula) March 14, 2020

Otro juego clásico y rescatado en este encierro ha sido el del “Veo Veo”. Cuántas veces habremos jugado de pequeños a este juego. De hecho, seguro que hemos tenido que pasar por el trago de jugar por obligación con algún miembro joven de nuestra familia, debido a la popularidad que tiene en la temprana edad. Pues de un balcón a otro se ha seguido la dinámica del juego durante días y noches, incluso entre personas que estaban en edificios con una separación destacable. Eso no ha sido un impedimento, solo había que elevar la voz y responder.

Los más pequeños seguro que lo han gozado con esta y otras actividades, porque la ausencia de clases en los centros escolares ha provocado que el tiempo a pasar con los niños pasara de obligación a necesidad. En algunas calles se han organizado sesiones de cuentacuentos, para que antes de irse a dormir pudieran desconectar la mente y tener un buen recuerdo que desarrollar en sus sueños. A través de la red también hemos podido ver estos recursos, además de realizar videollamadas con aquellos con los que era imposible verse.

Los días grandes no se perdonan

A pesar de haber tenido que estar confinados, las fiestas se han seguido celebrando en territorio sevillano. De una manera diferente y como nunca antes se habían celebrado, pero el humor no se ha perdido ni por un instante.

La Semana Santa siempre es una de esas citas que se esperan con devoción y con mucha ilusión en Sevilla. Tras decretar su suspensión, algunos decidieron que vivirían su propia festividad y a su manera particular. En las calles del centro se utilizaron las cuerdas de los tendederos de ropa como recorridos improvisados de figuras de la Virgen y Jesucristo. Sí, esas figuras de decoración y que en ocasiones desconocemos hasta por qué se encuentran en casa. Pues este año han hecho de paso de pascua. Solo era necesario engancharlas a una plataforma y subir todo lo que se pudiera el volumen de la música.

Incluso ha habido quienes han conectado cuerdas de un balcón a otro para que el paso de palio o de misterio hiciera un recorrido mayor. Haciendo movimientos sobre la cuerda, la imagen iba avanzando y lo hacía despacio y con mucho arte. Algunos se negaron a quedarse sin procesiones.

Y algunos tampoco quisieron quedarse sin Feria de Abril. Muchos han sido los vecinos que han decorado sus balcones como si de una caseta se tratara, con todo lujo de detalle. Tan solo era necesario utilizar cartulinas, engalanarse para la cita con los vecinos y ponerle muchas ganas. Hay psicólogos y expertos que ante el aluvión de imágenes similares han recomendado e incitado a que los vecinos participen en este tipo de eventos, ya que suponía un alivio para la mente y para liberar esa carga emocional que nos estaba produciendo la situación.

Clases de cocina comunes, teatros y conversaciones surrealistas también se han dado durante esta etapa y han tenido un hueco en nuestros quehaceres diarios. Seguro que jamás lo olvidaremos.