Las obras de una calle de Arahal impiden a un vecino en silla de ruedas entrar solo en su casa

Las obras de una calle de Arahal impiden a un vecino en silla de ruedas entrar solo en su casa.

Un vecino de la calle San Rafael de Arahal, con movilidad reducida, denuncia que desde que arreglaron la calle no puede entrar ni salir solo de su casa. Ha pedido al Ayuntamiento que lo construye una rampa apropiada para solucionar el problema. El delegado de Obras, Javier Avecilla, asegura que el arreglo de la calle se ha hecho siguiendo la Ley de Accesibilidad  y «ésta modificación en la vía pública no está permitida  ya que es un obstáculo para la movilidad de otras personas con discapacidad, como los ciegos». 

Pendiente imposible

José Luis Muñoz Paredes, 38 años y en silla de rueda por un accidente sufrido hace poco más de un año,  no entiende cómo se arregla una calle para hacerla más accesible y desde que la han acabado no puede ni salir a la puerta. «Necesito a mi mujer para salir y entrar y cuando estoy en la calle, la pendiente es tan grande que si la bajo dirección Fuente de la Salud, no puedo después subirla«.

El problema lo tiene desde que han arreglado la vía, obra realizada por la empresa que gestiona el saneamiento y suministro de agua, ARECIAR. Ante la respuesta del Ayuntamiento, al que primero que dirigió sus quejas, José Luis Muñoz ha comenzado a denunciarlo en las redes sociales. Se queja de los resultados de las obras en la calle y de otra solicitud que ha realizado: un aparcamiento para personas de movilidad reducida en la calle contigua, muy cerca de su casa. «No han instalado la placa ni han señalizado las indicaciones para que solo aparque quienes tienen movilidad reducida y aparca todo el mundo».

La mujer de José Luis dice que hay momentos en los que tiene que dejarlo solo, como por ejemplo, cuando va a llevar a su hija de 4 años al colegio, y «hasta que no llego, no puede salir». Tiene en la puerta una rampa de hierro y madera que pesa «mucho» y no quita nunca. 

Buscando un resquicio

El concejal de Obras asegura que es la Ley de Accesibilidad la que no le permite hacer esa rampa, pero «estoy buscando el resquicio para poder construirla», e insiste en que «la calle está arreglada cumpliendo con estos requisitos legales, en plataforma porque no tiene la anchura para hacerle acerados».

Se ha estudiado incluso la posibilidad de que José Luis Muñoz realice obras en su casa y acabar con el problema. «Para hacer una rampa dentro de casa tengo que rebajar todo el pasillo de entrada y las puertas, es una obra muy grande».

Ante esta posibilidad, según informa Avecilla, se acercó a ver a la familia la delegada de Bienestar Social (Araceli Martí) «por si había la posibilidad de pedir una subvención» ya que al ser una obra privada tiene que pagarla el vecino, a no ser que tenga dificultades económicas. En la visita, según la delegada, Araceli Martín, se le dio a José Luis Muñoz la documentación para pedir la subvención «pero nunca la entregó, no sabemos si cumple o no los requisitos porque no presentó nada».

A Mercedes Fernández Benjumea se le inunda la casa cuando llueve.

A una vecina de la calle, se le inunda la casa

En la misma calle, su vecina Mercedes Fernández Benjumea se queda de lo mismo pero añade que desde que arreglaron la calle «se me inunda la casa», apenas empieza a llover. El escalón de la vivienda está casi al mismo nivel que la calle y el suelo de la misma unos 20 centímetros por debajo.

La mujer, de avanzada edad, explica que antes, el bordillo de la aceras conducía el agua dejos de la casa, ahora al no haber bordillo, la línea de pendiente va por las fachadas de las viviendas, por lo que el agua de lluvia llega al interior. Con la tormenta de este fin de semana ha podido comprobarlo «y todavía no ha llovido fuerte».

El delegado de Obras indica que la calle «aún no está recepcionada» y no tenía conocimiento del problema de esta mujer. «En cuanto lo he sabido, he dado la orden para que se solucione el problema», indica.