La maquilladora arahalense María José Rodríguez lleva poco más de un año realizando creaciones de estas muñecas que han salido para Italia, Francia, Suecia y distintos puntos de España
María José Rodríguez, acompañada de sus dos hijas y una de las muñecas creadas.
C.G. Arahal
Seguramente muchos de los lectores no sabrán qué son las muñecas Blythe. Como resumen decirles que por las más exclusivas se paga miles de euros, que hay encuentros de sus seguidores en distintos puntos de España y el mundo, que no son un juguete sino un hobby de frikys que compran la material prima, es decir la muñeca, y la customizan. Hay maquillaje, vestidos, zapatos y complementos especiales para personalizarlas. La maquilladora María José Rodríguez, comenzó a customizarlas hace más de un año y hoy vende por toda Europa y le llegan solicitudes de distintas partes del resto del mundo.
La arahalense participa el próximo 8 de abril en uno de los encuentros internacionales de Blythe que se celebra en Madrid. Ha sido escogida, en ellos no entran todas las personas que se dedican a customizar este tipo de muñecas. Y en mayo será en Málaga el encuentro más importante de Europa.
La muñeca Blythe se comercializó por primera vez en Estados Unidos en el año 1972, lo hizo la compañía Kenner, ya desaparecida. Y Kenner es como se conoce a las Blythes que se conservan de aquella época. Las Kenner son muñecas muy cotizadas y todo coleccionista sueña con tener una en su estantería, información publicada en la wikipedia.
En la actualidad, los japonenes de Takara tienen la licencia para comercializarla y lo hacen desde 2001. Esta muñeca que se caracteriza por tener una enorme cabeza, desproporcionada con respecto al cuerpo, y ojos cambiantes, es objeto de coleccionistas repartidos por todo el mundo. La arahalense María José Rodríguez es una de ellas. Profesionalmente es peluquera y maquilladora, y customizar una Blythe es, simplemente, un hobby que le reporta sobre todo «muchas satisfacciones».
«Saber que un producto que has creado, exclusivo y único está en casa de personas de distintos países, me encanta», dice. La última proposición de compra llegó ayer, desde Suecia. Hasta el país escandinavo se irá una de sus últimas creaciones, una muñeca de grandes ojos azules vestida con un gorro, que ha valorado en 500 euros. No salen dos iguales. A María José le llegan continuos mensajes de coleccionistas de todo el mundo, desde México hasta China.
No se puede encontrar en tiendas
La muñeca no se puede encontrar en tiendas. Ella compra la muñeca por internet completa. Pero cuando llega a su casa después de desmontarla, limpiarla, lijarla, volverla a decorar, ponerle diferentes tipos de pelo y vestirla cada una con un modelo diferente, la muñeca no tienen nada que ver con la que llegó en un principio. Utiliza unos polvos de tizas especiales para el maquillaje y ha realizado en los últimos meses un curso para tratar el pelo, el que le llega de animal, sucio y en mal estado, acaba convertido en un sedoso y colorido material para la siguiente muñeca.
Ha diseñado ya 16 muñecas que han salido de viaje hasta Italia, Francia, Suecia y distintas ciudades de España. Las redes sociales son el medio para dar a conocer su trabajo. Ella ha creado una página en Facebook, donde cuelga el proceso y el resultado final, con fotografías realizadas en espacios urbanos que llaman la atención por su realismo y también una web blythe.medonde hay colgada una galería de todos sus trabajos.
En este camino de descubrimiento, ha conocido a otros frikis artistas que trabajan con estas muñecas dándoles personalidades y estilos diferentes. Es el caso de Errregiro, un artista de Utrera, que lleva tiempo dedicándose a esta actividad, sus creaciones son muy valoradas, sobre todo la línea que dedica a las copleras. Pero hay otros creadores que sobresalen en este mundo, como Vainilla Dollies de Málagaque cuenta hasta con su propia blog en inglés y Tiina Vanhatupacuyas muñecas tienes que solicitar y es ella la que elige a quién se las vende. Además hay una web aliexpress.comen la que venden muñecas más asequibles y que se pueden customizar.
María José Rodríguez sólo ha comprado una muñeca a la que no le ha hecho cambios, Alicia en el País de las Maravillas. El resto las customiza y hay una a la que le ha puesto características de sus dos hijas, Alejandra y Julieta, y a su niña saharaui de acogida, Nayat. Las redes sociales, especialmente Facebook, hacen posible que este hobby recorra el mundo en busca de coleccionistas a los que les guste sus creaciones. Un hobby que está a punto de convertirse en una rama de su trabajo, pero siempre sin dejar de disfrutar.