La Virgen de los Dolores y la destrucción del convento de clarisas de Marchena

La Virgen de los Dolores, por la Plaza de San Sebastián. Foto. Antonio Calle.

El próximo 18 de septiembre la Virgen de los Dolores participará en la Magna Mariana de Marchena por el IV Centenario del voto concepcionista. Se trata de una bella imagen anónima conservada en el convento de Santa Clara extinguido en 1975 que tuvo su propia hermandad, dentro de la Venerable Orden Servita que con el tiempo se fusionó con la hermandad de la Humildad que hoy procesiona el Miércoles Santo. La cuadrilla de la Dolorosa marchenera ensaya hoy por las calles de Marchena para la Magna Mariana.

Algunas obras de arte del convento de clarisas de Marchena  se fueron a Estepa con las monjas

Según relata Fernando Alcaide en agosto de 1972 las Clarisas deciden irse a Estepa por penuria económica llevándose sus obras de arte que aparecen en la galeria de fotos pero antes de irse proponen vender el convento de Santa Clara al Ayuntamiento, que decidió no hacerse con él.

La Virgen de los Dolores de Marchena participará en la Magna Mariana

Ese año convento de Santa Clara dejó de funcionar y hasta dos años después en 1974 el Alcalde propone al Ministerio un proyecto para su conversión en Casa de la Cultura proponiendo que en este edificio se reagruparan diversas obras de arte de la ciudad como los lienzos de  Zurbarán y los archivos parroquiales, recibiendo la negativa por respuesta.

El 20 de febrero de 1975 el pleno propone su declaración como conjunto histórico artístico para evitar su pérdida mientras se pide a la Diputación presupuesto para ampliar el museo Zurbarán, al mismo tiempo se aprueba la construcción ed viviendas en su solar.  Finalmente se construyen viviendas sobre el solar del exconvento de las clarisas construido en epoca medieval del que hoy solo queda la capilla de San Clara.

Monjas clarisas en Santa Clara

Imagen de Santa Clara del altar mayor

La Hermandad de la Humildad se funda en el convento de san Francisco en 1820 tras encontrarse escondida la imagen del Señor de la Humildad en un pajar escondido de la invasión francesa. Las primeras reglas fueron redactadas por Tomás Galindo cura de San Miguel y al Padre Fray Juan de Torres, del convento franciscano.

La Virgen de los Dolores pertenecía a una comunidad servita del convento de San Francisco dependiente de la congregación de siervos de María de Carmona cuyas reglas se aprobaron en Marzo de 1821. Debido a esta circunstancia. La Hermandad se trasladó al Convento de Franciscanas Clarisas de la calle Santa Clara,en 1846, 

Organizaba procesiones claustrales por el interior del convento en las festividades de la Natividad, la Anunciación, la Asunción, y el Viernes de Dolores, portando el Simpecado de la Virgen Dolorosa y rezando la corona pero no salía en Semana Santa.

El convento de Santa Clara de Marchena fue fundado en 1498 por dos hermanas viudas, Juana y Elvira González de Lucenilla y de Benjumea, en el solar de una huerta propiedad de Martín González Benjumea, que la donó para este menester. Por este dato sabemos que en aquella epoca la trama urbana de Marchena aun no alcanzaba al convento.  A comienzos del siglo XVI, se comienza a urbanizar el barrio de San Sebastián y la actual calle Santa Clara.

Los Duques de Arcos realizaron numerosas fundaciones a este convento y mujeres de esta familia ingresaron como monjas de este convento. El claustro mudéjar con arcos escarzanos y pilares poligonales se conservó hasta 1975 cuando fue demolido para construir viviendas.

Patio del Convento de Santa Clara

El convento también tuvo bellos artesonados de la escuela de alarifes locales cuyo mayor exponante fue Diego Lopez de Arenas Alcalde de Alarifes de la ciudad de Sevilla y autor del mas famoso tratado de carpinteria de lo blanco de la historia.  Estos artesanos locales también trabajaron en el artesonado y tribuna de Santa María, iglesia de San Juan, casa del Ave Maria y otros. También fue demolido el coro de la iglesia en 1975.  La fachada principal se levantó tras el terremoto de Lisboa y esta fechada en 1773.

En el s. XVII. Sor María de la Antigua, tras una intensa vida espiritual murió en olor de santidad, dejando numerosos escritos cuya mística se encuentra a la altura de los de Santa Teresa de Jesús.

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