La vida nocturna que regresa a Sevilla

La vida nocturna que regresa a Sevilla

La nueva normalidad ha llegado a Sevilla y a toda Andalucía en uno de los puntos más álgidos para empezar a recibir visitantes y que las calles comiencen a coger los tintes que tenían antes del confinamiento: el verano. Muchos negocios han podido quitar el cartel de cerrado temporalmente y han iniciado una recuperación que aun así va a ser lenta. La ciudadanía sevillana sigue pensándose mucho salir a la calle, y, sí, el elemento con el que vamos a contar para combatir las altas temperaturas que ya están llegando es la mascarilla, hay algunos que directamente desisten y buscan un plan en casa.

Así sigue siendo el panorama en la ciudad. Paseos vacíos que solo llena el jolgorio de los más pequeños, que pueden volver a jugar en el parque con relativa normalidad. Sin embargo, cuando el sol se esconde la cosa cambia. Más que nunca, el ocio nocturno se presenta como una oportunidad para hosteleros, comerciantes y empresarios de sacar rédito a estos tres meses de parón en su economía. A pesar de las restricciones que han presentado las fases de desescalada, y las que va a seguir manteniendo la nueva normalidad, los sevillanos han copado terrazas y demás establecimientos. Es la nueva tendencia.

Primeras terrazas llenas

Ya en el pasado puente del corpus en el que se estrenaba la fase 3, se empezaron a ver las primeras terrazas llenas. Siempre con distancia de seguridad entre mesas y con las correspondientes medidas sanitarias pertinentes, pero los residentes estaban deseando que se abriera la mano para poder disfrutar de una cena plácida al aire libre. Los restaurantes del Parque de María Luisa han sido algunos de los que más llenos se han visto. Vuelve el trabajo a uno de los lugares icónicos de Sevilla y con aumento de clientela, así que les ha tocado quitarle el polvo a las bandejas y preparar bien sus barras para garantizar que no haya contacto innecesario entre personas.

Los interiores es lo que más preocupa a las autoridades sanitarias, pero parece asustar menos al consumidor sevillano nocturno. En este ambiente se han movido de maravilla también salas de juego y locales de apuestas. El local del Casino Admiral regresó el pasado 9 de junio con la posibilidad de ofrecer juegos en mesa, algo que hubiera sido complicado hacer sin el alivio de las restricciones llevado a cabo por parte de la administración. Algo parecido le ocurre a los bingos, para los que parecía inviable volver a una relativa normalidad sin recibir a más de 50 personas en su interior. La limitación a la mitad del aforo es una medida que consideran más justa para salas como el enracha andalucía, reabierto también desde la tercera fase.

El Gobierno tuvo que rectificar en los inicios del mes de junio para que estos negocios pudieran empezar su desescalada particular. Aunque fueron bares de copas y discotecas los más beneficiados y a los que se destinaban la mayoría de cambios. En unos inicios no se les iba a permitir abrir hasta el final del estado de alarma, pero finalmente se les permitió un 75% de aforo en terraza y un tercio en el interior, eso sí, con condiciones. La más destacada es que estos no van a ser lugares de baile, como lo eran anteriormente. En su lugar, las mesas copan ahora sus pistas.

Aun así, locales como la discoteca Antique han decidido esperar hasta la última semana para abrir. El 25 de junio vuelve a la normalidad su sala Rosso, una de las más frecuentadas por el público joven en Sevilla y que siempre ha tenido un aspecto de lleno total. Eso no será posible en esta nueva etapa, ya que la distancia de seguridad debe mantenerse. Quizá por eso, los discobares van a desarrollar una nueva tendencia en esto de su servicio al público: las reservas. En Isla de la Cartuja se preparan para tener grupos controlados y el hecho de poder dejar fuera a los que acudan sin cita previa por aforo completo.

Recuperación del cine de verano

Como en todo proceso, la era post confinamiento va a dejar secuelas y consecuencias en muchos extractos de nuestra sociedad. El mundo del ocio nocturno no va a ser una excepción, y de hecho ya se están viendo cambios.

Los cines de verano y los autocines regresan con fuerza y lo hacen para tratar de rescatar a las producciones de la gran pantalla, que veían complicado una rápida tendencia a recuperar las noches de cine. Pero si a la fórmula le incluyes distanciamiento y la comodidad de poder estar en tu propio coche la cosa cambia y la gente se anima a rescatar una fórmula que ya había quedado olvidada en España.

En la capital andaluza, la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo ha arrancado con una nueva programación que incluye los martes de cine. Los Jardines Andalusíes del pabellón Hasan II recibirán, a partir de las 10 de la noche, al público que quiera disfrutar de su cartelera.

La iniciativa llamada “De vuelta a Tres Culturas” pretende que aparte del patio de butacas también puedan instalar mesas para que el público asistente pueda cenar. No serán más de dos centenares de personas los que puedan acudir a estos eventos, que se plantean como la solución para cumplir con las normas de seguridad de la nueva normalidad. Por su parte, la Diputación de Sevilla abrirá sus sesiones de verano como cada año y se encargará de cumplir con las medidas de seguridad correspondientes.

Los autocines son otro clásico rescatado. Al puro estilo estadounidense de los años 50, la localidad de San Juan de Aznalfarache acogerá clásicos de la gran pantalla. Además, también se podrá acudir presencialmente porque se trabaja en implantar sillas.

A tan solo cuatro kilómetros de la ciudad hispalense, parece una buena opción de plan alternativo. Y los mismo ocurrirá en Bormujos, a siete kilómetros de Sevilla. En su recinto ferial se abrirá un autocine con capacidad para 200 vehículos.