La ‘Sala Teta’ de Metromar de Mairena del Aljarafe se llena de pañales, niños en carros o en brazos, con sus familias

F. CABANILLAS. Mairena del Aljarafe

En los cines del centro comercial Metromar de Mairena del Aljarafe (Sevilla) se veía ayer un ambiente distinto al habitual, con gente que muchas veces no acude a sus salas, en pañales, en carros o en brazos, gente pequeña que, ahora, puede ir con su padres a ver una buena película.

La idea se llama «Sesion Teta Sevilla: Ven al cine con tu bebé», y está plasmada en un grupo de Facebook creado por su ideóloga, Elena María Pozo, experta en trabajos como la rehabilitación postparto y, sobre todo, madre de Kalel, un niño de solo tres meses que hoy entró con ella en una sala de esos cines repletas de madres, padres, carros y, sobre todo, ganas de compartir una actividad que, hasta ahora, había que hacer por separado.

En pantalla, ‘La Bella y la Bestia’, y en la sala un público que sabe que si el niño de la butaca del al lado llora no lo hace por molestar, sino porque que es su forma de comunicarse, y si la madre de la de arriba le amamanta, lo está haciendo porque es la forma más natural de comunicarse madre e hijo a través de la alimentación, y, mientras tanto, Bella y Bestia bailan, discuten o se aman, mientras en la sala la vida sigue.

Elena admite a Efe que la idea se le ha ido de las manos, ya que las inmensas capacidades de las redes sociales bien usadas han roto todas las fronteras de esta iniciativa, pero lo explica en positivo, además de destacar la ayuda que la gerencia del cine ha prestado en todo momento para que la ‘Sala Teta’ sea una realidad.

En esencia, se trata de ver el cine en una sala acondicionada con unas características distintas a las normales, para que no se perturbe el descanso de los pequeños mientras sus padres ven la película, y si ellos se despiertan, quieren comer o que les cambien los pañales, la naturalidad sea lo que mande mientras la vida sigue en la pantalla.

Volumen más bajo

Técnicamente, la película se ve con un volumen más bajo de lo habitual, una iluminación al 50 %, e incluso con una zona concreta donde los pequeños pueden jugar, que no molesta al resto de la sala al ser padres de niños que se encuentran en las mismas circunstancias, además de que la complicidad del técnico de sonido hace que incluso se baje un poco más el volumen cuando hay escenas de acción o picos de música más altos de los normales.

La imaginación de Elena y la gente que le está echando una mano con su implicación han sido claves para que hoy se llene el cine, después de nueve años trabajando junto a su pareja «promocionando la salud y la prevención» entre las mujeres embarazas y las madres, lo que se refleja en su web (fisinergia.com), pero ella quería dar, socialmente, un paso más, inspirada sobre todo por las ganas de hacer cosas de ocio sin dejar de lado a Kalel.

«Hay muchas cosas que se pueden hacer con los niños a la hora de buscar el ocio, pero no con bebés», lamenta, por lo que, vista la experiencia en otras ciudades, ha nacido esta sala teta sevillana, con la facilidad incluso «para madres con hijos con discapacidad, que no se atreven a ir al cine porque molestan, que ahora se han puesto en contacto conmigo y se han decidido a compartir también eso con ellos, porque la gente que está en la sala sabe que los niños se comportan así, pero no les molesta porque lo viven en su casa».

Con todo, una reflexión: «Con cosas como esta se generan grupos de apoyo y se logra visibilizar la maternidad, y darle también mucha más visibilidad a la lactancia materna, porque si estamos en un local público acostumbrado a que el biberón se mire como algo entrañable, pero si sacas una teta todavía hay gente que te pone mala cara, y contra eso también estamos luchando en positivo con ideas como esta».

La idea no tiene límites, y ahora se va a complementar con una encuesta, para que los padres elijan qué película quieren ver en próximas sesiones, con ‘Moonlight’ y ‘Logan’ muy bien posicionadas, con la idea de implantar como sesión fija en este cine sevillano, que ha encontrado en sus clientes una orientación para trabajar que beneficia a muchos, y sobre todo a los niños.