La Patrona de Arahal se encuentra con su pueblo en una nueva y calurosa salida procesional

A pesar del calor, Santa María Magdalena estuvo acompañada por buena afluencia de público. Durante tres horas y media, procesionó con cierta celeridad por las calles de la localidad, cerrando así las fiestas patronales.

Puntual a su cita con los fieles, la Patrona Santa María Magdalena volvió a salir de su templo un nuevo 22 de julio. A las 9 de la tarde, con 37 grados de temperatura, el pueblo la recibía para acompañarla durante algo más de 3 horas y media por las calles de la localidad.

Las primeras calles que visitó tras dejar atrás la Plaza de Nuestro Padre Jesús Nazareno fueron Marchena y Juan Leonardo. Al igual que ocurrió unos días antes con la Virgen del Carmen, la patrona bajó la cuesta de la calle de Enmedio con elegancia y al compás de los sones de la Banda de Música Municipal para llegar a la Plaza Vieja.

Desde ahí tomó dirección a San Roque con un ritmo rápido. Por eso, a las 10 de la noche, la Patrona ya estaba ante los titulares de la Hermandad del Santo Entierro. A las puertas de su templo, dentro del porche, los fieles la recibieron cantando su Himno. Tras los cantos, emprendió de nuevo la marcha, saliendo del cancel de frente al altar, sin dar la vuelta para no dar la espalda al Cristo Yacente y a la Virgen de los Dolores.

En ese momento, entró en una calle San Roque engalanada para la ocasión por los miembros del Grupo Joven del Santo Entierro, aunque también había colaborado el Grupo Joven de Jesús Nazareno. El ritmo del cortejo, en el que estuvieron presentes todas las Hermandades de la localidad y la Reina del Verdeo y algunas de sus damas, volvía a ser rápido, recorriendo las siguientes calles (Serrano, Monjas-también adornada por el Grupo Joven de la Esperanza-, Espaderos, Doña Luisa, Madre de Dios y Pérez Galdós) con cierta velocidad, aunque manteniendo la finura, gusto y estilo de la cuadrilla de costaleros, que sufrieron especialmente las altas temperaturas bajo el paso.

Posteriormente, la imagen, rodeado de un exorno floral de color amarillo y blanco y bajo una lluvia de fuegos artificiales, dio la vuelta a la Plaza de la Corredera para encarar el último tramo del recorrido, no sin antes protagonizar una revirá completa a los pies de la Casa del Aire. Era una forma respetuosa y diferente de despedirse de sus fieles en la plaza central de la localidad.

En mitad de la calle Veracruz, le esperaba el Cristo del Amor y su Señora Madre. Santa María Magdalena giró lentamente y con delicadeza para saludar a los titulares de la Hermandad antes de proseguir su camino acompañada en esos momentos de más personas que se habían ido sumando a su encuentro a medida que cayó la noche.

Eso sí, el calor seguía siendo intenso. El termómetro marcaba los 32 grados pasadas las 12 de la noche. Pero el final ya estaba cerca y sus vecinos querían estar al lado de su Patrona los pocos minutos que ya le quedaban en la calle.

Y es que instantes después, los fuegos artificiales volvían a iluminar el cielo de Arahal para decir adiós a una esplendorosa Santa María Magdalena, que tras girar en el cancel de su templo se despidió de su pueblo hasta el próximo año.

Actividades previas a la salida procesional

La Delegación de Festejos organizó una serie de actividades para celebrar el día de la Patrona. El sábado anterior, la Piscina Municipal abrió por la noche para más de un centenar de vecinos pudieran disfrutar de la instalación en un horario diferente al habitual. Dada la respuesta de los vecinos, la Delegación de Deportes llevará a cabo una nueva apertura nocturna este próximo sábado.

El lunes, fue turno para la Banda de Música Municipal y su Banda Juvenil. Ambas ofrecieron un concierto en la Plaza de la Corredera que tuvo buena aceptación de público. También, una situación parecida ocurrió el martes, día en el que la Copla fue la protagonista. Cuatro artistas locales, Margarita Vera, Ana María González, Magdalena Núñez y Salomé regalaron sus voces y talento a las decenas de personas que se acercaron a la plaza central para escuchar sus coplas.