La odisea de un empresario de Arahal acosado, atacado y víctima de robos desde el mes de julio

Esta es la historia por la que ha tenido que pasar un empresario de Arahal que lo ha llevado a sufrir ansiedad y depresión en estos últimos meses. Le robaron un mes después de levantarse el estado de alarma, lo agredieron con un destornillador y le han abierto el coche varias veces desde entonces. Tiene sospechas de quienes pueden ser, pero no puede hacer nada excepto denunciar, lo que ha hecho en varias ocasiones desde que empezó su calvario la última semana de julio. Desde entonces nadie se ha puesto en contacto con él para comunicarle cómo va la investigación, incluso después de haber comunicado sus sospechas sobre los autores con pruebas.

El empresario, como muchos otros, cerró el negocio en cuanto se decretó el estado de alarma, el segundo fin de semana de marzo. El pago de los trabajos y servicios prestados hasta ese momento, los cobró casi cuatro meses después. Cuenta que el día que cobró se fue para su empresa y al salir y volver al coche para dirigirse a su domicilio, comenzó a sentirse mal.

Mareos y sin poder pensar

“Sentía mareos, la cabeza la tenía como embotada, no llegué a perder el conocimiento pero no podía pensar”, cuenta y, aunque no lo puede demostrar, cree los autores del robo le echaron algún tipo de aerosol o sustancia dentro del coche que le provocó este efecto porque hasta ese momento él se encontraba en perfecto estado.

Cuando llegó a su casa, el malestar iba empeorando y se acostó. Al despertar al día siguiente se acordó de que no había recogido la mochila con el dinero, la cartera con tarjetas y documentación, todas las llaves de casa, de la empresa y de los coches. Cuando revisó el vehículo, todo había desaparecido.

Comenzó un periplo de denuncias y de visitas al banco para intentar anular las tarjetas de crédito (las que pudo lo hizo por internet porque en estos días los bancos estaban imposibles), pero al día siguiente del robo habían sacado del banco 1.200 euros. Ha conseguido los extractos bancarios de las oficinas en las que intentaron extraer dinero. El autor fue a 24 oficinas diferentes desde Sanlúcar Barrameda (Cádiz) y Sevilla capital o provincia, Alcalá de Guadaíra, Torreblanca y Montequinto, entre otros barrios. 

Lo consiguió en cuatro de ellas. En el extracto bancario del uso fraudulento de sus tarjetas aparece, no sólo la sucursal, sino las horas. Y las cámaras han recogido las imágenes del autor de los hechos. 

Segundo intento de robo: lo agreden con un destornillador

Dos semanas después de ese primer robo, volvieron a intentar robarle pero esta vez el empresario cogió in fraganti a los autores. Cuenta que salía de su empresa y vio que había tres individuos, con gafas, mascarillas y gorro junto a su coche que tenía el maletero abierto y una de las puertas. Uno de los individuos buscaba algo en el maletero. 

Sigue contando que ese día fue todo muy rápido, no alcanzó a identificarlos, solo vio que eran tres individuos junto al coche y otro lo esperaba en la esquina dentro de un vehículo arrancado. En ese momento, cuando se fue para ellos increpándoles, el que estaba junto al maletero se volvió con un destornillador en la mano y se lo clavó en el brazo porque la víctima tuvo el acto reflejo de protegerse la cabeza, mientras otro de los individuos lo empujaba por detrás. Salieron huyendo. Tiene un parte de lesiones que presentó junto con otra denuncia en el puesto de la Guardia Civil de Arahal. 

Desde ese día, ha tenido que ir al médico porque la angustia y el estado de ansiedad le impide dormir y se está medicando para poder tranquilizarse y seguir trabajando, pero le resulta complicado porque, debido al robo, abren su coche continuamente. Cambió todas las cerraduras de las llaves robadas, pero el cambio de las del vehículo le resulta muy costoso. Así que, a pesar de que no deja nada en el coche desde entonces, el autor o autores de los hechos siguen intentándolo.

La prueba en una foto

Él cree que la cartera se la vendieron a alguien de fuera de Arahal y fue el encargado de utilizarla para extraer dinero de su cuenta. Pero tiene la prueba de que el robo contó con la participación de vecinos de la localidad o, al menos, estuvieron relacionados con los hechos. Y consiguió la prueba sin buscarla. 

A finales de agosto, la Policía Local publicó varias fotografías sobre los objetos encontrados a un delincuente habitual. Entre los objetos incautados y que aparecen en una de las imágenes, estaba un llavero con seis llaves, todas del empresario. Tiene la misma captura de pantalla que le envió un amigo que también reconoció como suyo el juego de llaves.

Ese día se dirigió a la Policía Local para comunicarlo. La persona a la que se le incautaron todos estos objetos, se había llevado las llaves aduciendo que eran suyas. Aunque los agentes lo volvieron a localizar para reclamárselas, les dijo que ya no las tenía, que las había perdido. Así se lo comunicaron al empresario.

«Nadie se ha puesto en contacto conmigo»

En estos meses han seguido abriéndole el coche, las últimas veces ya no ha denunciado. “Nadie se ha puesto en contacto conmigo para comunicarme si hay alguna novedad, así que no sirve de nada denunciar”, comenta.

Y se lamenta que el robo de los últimos trabajos ha terminado de empeorar una situación que comenzó con el confinamiento y que, a día de hoy, para él no ha acabado. Su empresa, desde el levantamiento del estado de alarma, tiene poca actividad, en la actualidad, ninguna. Y no entiende la impunidad con la que actúan los autores del robo y agresión y, sobre todo, cómo continúan intentándolo durante meses.