La Lola pierde la marca casi un año después de tenerla concedida por la Oficina Española de Patentes

La empresa Manzanilla Olive S.L. la ha reclamado como suya porque formaba parte de Agroaceitunera, instalaciones que adquirieron en 2013

La empresa de aceitunas arahalense, La Reina del Verdeo, propietaria hasta ahora de La Lola, denuncia que “han actuado con falta de ética porque sabían del nuevo proyecto y no dijeron antes nada de la coincidencia del nombre de la marca”

AION Arahal

La Lola era hasta hace unos días una de las marcas de aceitunas de la empresa arahalense La Reina del Verdeo. La Oficina Española de Patentes y Marcas le ha retirado el nombre porque ha prosperado una alegación presentada por la empresa Manzanilla Olive. La retirada ha sido un año después de una primera concesión, cuando la empresa arahalense había gastado ya una importante cantidad de dinero en promoción y proyectos comerciales. La propietaria, María José Sánchez, dice que si bien “han actuado dentro de la legalidad, Manzanilla Olive no ha sido clara y me ha dejado seguir adelante, activando su marca cuando ha visto mi proyecto”.

María José Sánchez solicitó el registro de la marca La Lola el día 6 de julio de 2015. La Oficina Española de Patentes y Marcas inició la tramitación y los dos meses de periodo de alegaciones necesarios para concederla. Manzanilla Olive presentó una alegación reclamando la marca como propia, alegación que, en un principio, fue denegada a causa de una defecto de forma. Justo a partir de este momento, el 18 de diciembre de 2015, la oficina mencionada concede la marca La Lola a la empresa arahalense.

Pero Manzanilla Olive volvió a recurrir indicando a la Oficina en su alegación que si había un defecto de forma, tienen que comunicárselo y pide que demuestren con qué método lo han hecho. Los responsables de dicha oficina no pueden hacerlo, no han enviado ni correo electrónico ni carta certificada ni ningún otro documento con dicha comunicación o al menos no hay constancia de que así ha sido. El abogado de la Reina del Verdeo, Manuel Guisado, también había presentado un escrito oponiéndose a esa alegación.

Mientras, la empresa arahalense, con el proceso a su favor, comienza con la promoción de la marca en distintas ferias, la última Gastrónoma en Valencia que se ha celebrado el pasado mes de noviembre. “Hablé con Antonio Jiménez (presidente de Mazanilla Olive) recién comenzado el proyecto en la cena de la Fiesta del Verdeo de 2015, le dije el nombre de la nueva marca y no me comentó nada”.

Desde entonces está asistiendo a ferias y promocionando La Lola en los medios de comunicación y presentándola en todos los proyectos comerciales que tiene pendiente. La Lola además para esta empresaria tiene un sentido de tradición familiar porque la marca nació como homenaje a su madre, Dolores Domínguez, una de las mujeres que pasó muchos años en la emblemática empresa Agroaceitunera de Arahal trabajando el producto. “No entiendo como siendo empresa del mismo sector, incluso mis padres han sido clientes de Manzanilla Olive nos hacen esto”, convencida de que ella ha puesto la marca en valor para finalmente quedarse sin ella.

Sabor a Campiña, ena de las ferias en las que ha participado la empresa arahalense con la promoción de la nueva marca.

Todo el trabajo realizado ha acabado frustrado, según María José Sánchez, porque el pasado día 28 de noviembre comunican que La Lola pertenece a Manzanilla Olive porque el nombre coincide tanto desde el punto de vista fonético como denominativo ya que el producto es del mismo sector, la aceituna.

Desde entonces María José Sánchez no alcanza a entender cómo Manzanilla Olive no se ha acordado antes de una marca que, según información recopilada por ella, era de Agroaceitunera, una empresa que adquirieron y que aún no habían dado a conocer. Cree que “hasta que no han visto que estábamos trabajando con ella, no la han reclamado”. Y considera que “estaban al corriente de la promoción de La Lola” porque han participado desde hace más de un año “en muchas ferias”. Resalta por ejemplo la Semana de la Aceituna de Mesa que la Diputación organizó en noviembre. “Publicaron un libro donde estaba esta marca y otras que trabajamos desde nuestra empresa, el libro lo editó Prodetur y ellos colaboraron en la organización de este evento, pero tampoco se pusieron en contacto con nosotros”, cuenta la empresaria arahalense.

6.000 socios

Manzanilla Olive es una reunión de empresas y cooperativas de la provincia de Sevilla compuesta por 6.000 socios, de 10 cooperativas diferentes, que se ha unido para pelear por el sector de la aceituna de mesa de Sevilla. Una de las operaciones que realizaron fue la compra de Agroaceitunera, en 2013, desde 2009 la empresa estaba en concurso de acreedores. Entre las marcas que trabajaba dicha empresa está una: Lola. Según los datos recopilados por María José Sánchez, la marca no se utiliza al menos desde 2009, más de 7 años. Este es el único resquicio que le queda ya para acudir a los tribunales contra Manzanilla Olive. Una empresa que no utilice una marca durante 5 años, la pierde.

Por su parte, José Antonio Cruz Mejías, gerente de la Asociación para la Promoción de las Aceitunas Sevillana Manzanilla y Gordal (trabaja en esta empresa llevando el expediente de la IGP) , aclara que no ha estado muy pendiente del tema pero que la empresa Manzanilla Olive se enteró del registro de la marca a través de un correo. “Nos avisan porque tenemos un servicio contratado en Patentes y Marcas cuando intentan registrar alguna similares a las que tenemos”, explica Cruz Mejías.

Al mismo tiempo, el gerente informó de que se está preparando la marca Lola para sacar en breve una línea de productos, es decir, de aceitunas envasadas con este nombre. Después de varios intentos de contactar con el presidente de la empresa, Antonio Jiménez, este medio no ha conseguido hablar con él.

María José Sánchez no se resigna a perder el dinero invertido, las gestiones realizadas ni el esfuerzo por lo que ahora está pensando llevar el tema a los tribunales y demostrar que la marca Lola, de Manzanilla Olive, lleva más de 5 años sin utilizarse, por lo que, según la ley, queda libre de ser registrada por otra empresa, en este caso, la suya.