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Arahal

La iglesia Santa María Magdalena recupera su antiguo zócalo para la celebración de las fiestas patronales

C. González/ Arahal

Los trabajos de adecentamiento y pintura de la iglesia Santa María Magdalena, la más emblemática de Arahal, han sacado a la luz los sillares del antiguo edificio que sostiene el mayor templo neoclásico de la provincia de Sevilla, construido entre 1785 y 1800. Bajo varias capas de pintura, estaba una especie de zócalo de piedra que rodea la fachada principal del edificio. Aprovechando estos trabajos, se ha iniciado la recuperación de varios elementos decorativos recuperados de épocas anteriores.

El terremoto de Lisboa, ocurrido el 1 de noviembre de 1755, acabó con la antigua parroquia. El ducado de Osuna, más concretamente uno de sus miembros, Pedro Téllez Alcántara, se ocupó de costear la construcción de otra iglesia sobre lo que quedó del antiguo edificio, una antigua capilla a pie de torre.

Sin embargo, en estos días, los trabajadores de la empresa local Frajomán, especializada en restauración de edificios antiguos, realizando pequeños trabajos de mantenimiento para proceder a pintar la fachada, encontraron parte de este antiguo zócalo de antes del siglo XVIII.

El párroco responsable de la iglesia, Álvaro Román, dio permiso para que siguieran quitando capas de pinturas para comprobar hasta donde llegaba la piedra en el edificio. Han destapado al menos tres metros en uno de los laterales de la iglesia, el situado en la calle Marchena.

No obstante, después de hacer distintas pruebas, han comprobado que los sillares de piedra continúan por el zócalo de la fachada principal, por lo que también será recuperado, junto con la base de las columnas, que aparecen con varias capas de pintura.

En estos trabajos, que duran ya casi tres semanas, se está renovando toda la pintura del exterior del edificio, el de más tamaño de todos los que existen en Arahal, así como limpiando las tejas del techo, algo que realizan todos los años. Pero también se repararán algunas ventanas de cristal que dan al interior por donde corre peligro de colarse el agua de lluvia.

Álvaro Román quiere que todo esté listo para las fiestas patronales que se celebran el próximo 22 de julio con la salida en procesión de la Santa María Magdalena por las calles de Arahal.

Recuperación de la reja del altar

Los responsables del templo han aprovechado los trabajos para incorporan otras novedades decorativas en la iglesia. Por una parte, han recuperado la antigua reja que separa el altar del resto de la iglesia. Esta reja estaba en el exterior, junto a los muros del edificio, en un rincón entre la torre y la casa parroquial, donde se encuentra un retablo de Santa María Magdalena. La han quitado y, después de restaurarla y arreglarla, la han vuelto a colocar en su sitio original, de forma que el altar podrá cerrarse al público cuando no haya actos religiosos.

Asimismo, han desmontado unas puertas de hierro que separaban el coro del altar de la iglesia, perteneciente a la capilla antigua -es decir tiene más de tres siglos de antigüedad- puertas que se instalarán en el patio parroquial, donde, además de flores, han construido unos poyetes de piedra para crear una zona en la que poder sentarse.

En ese mismo lugar, han colocado un azulejo antiguo de salido del taller de cerámica trianera de Ramos Rejano, en Sevilla, con la imagen de Rosa de Lima, religiosa dominicana del siglo XVII, cuyo culto extendieron las comunidades de religiosas dominicas.

El azulejo pertenecía a la desaparecida capilla de un cortijo y ha sido donado por su dueño, José Manuel Gallego Caracciolo Verdón en memoria de su madre, Rosalía Caricciolo.

Antes de colocarlo en el patio parroquial, lo ha restaurado Luis Manuel López Hernández. En la publicación que realiza la Asociación de Fieles para las fiestas patronales en honor a Santa María Magdalena, explica que la restauración ha consistido en la reposición de alguna losa completa perdida y de partes rotas de varias piezas. Aunque, asegura, que lo más llamativo ha sido la construcción de un marco arquitectónico, diseñado a juego con el azulejo antiguo, y realizado con las mismas técnicas.

Palomas y cigüeñas

Para cualquier edificio antiguo, las palomas que buscan refugio entre los huecos de su fachada se han convertido en un problema, lo mismo ocurre en la iglesia Santa María Magdalena. Por eso, el párroco le ha solicitado al Ayuntamiento de Arahal que estudie un plan para reducir la colonia de palomas que, en las zonas recién pintadas, ya han dejado su rastro con las deposiciones.

Palomas en la fachada del edificio.

Se ha demostrado que el excremento de palomas, en especial el que corresponde a este tipo de ave con mayor motivo dada su cantidad y volumen de defecaciones, representa un serio peligro para los elementos arquitectónicos metálicos especialmente y pétreos. Esto se debe a que la materia orgánica de las defecaciones contiene importantes componentes ácidos, principalmente fosfóricos y úricos. Las palomas son aves de costumbres monógamas que construyen sus nidos en campanarios, cornisas o en los aleros de los edificios, pero raramente en los árboles.

Asimismo, en la torre de la iglesia, las cigüeñas han hecho dos nidos, uno de ellos lo suficientemente grande para que represente un peligro si cae a la calle. Además, el peso puede causar daños irreparables a esa estructura del siglo XVIII. Desde la parroquia se ha solicitado permiso a la Consejería de Medio Ambiente para retirar el nido, si no todo, una parte, lo que esta previsto hacer en agosto.

Los trabajos de pintura se pagarán con los fondos recogidos de la campaña que comenzó a principios de años y en la que han colaborado empresas de Arahal y vecinos a nivel particular.

Torre de la iglesia con los dos nidos de cigüeñas.

 

Se inicia una campaña que recogerá donativos para pintar la Santa María Magdalena de Arahal

 

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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