La Huerta Catering inaugura oficialmente su Hacienda, un espacio para celebraciones que cumple el sueño de una familia

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Francisco Ruíz y Rosario Catalán, propietarios de La Huerta Catering.

A.I.

La primera escritura que tiene Francisco Ruiz García, gerente de La Huerta Catering, de la hacienda la Huerta de las Monjas, nuevo espacio en Arahal para celebraciones, es de 1712. Cuando adquirió la finca, con 23.800 metros cuadrados, era consciente de que contaba con un espacio único y muchas horas de trabajo por delante. Esta finca es famosa por producir las mejores naranjas de la zona. Quizás sea porque su nombre tiene cierta relación con la divinidad o, más bien, porque la ubicación de las tierras ofrece unas condiciones únicas para que sea posible las excelentes características del fruto. Ahora este espacio se ha mejorado para ser el escenario de los sueños de muchas parejas, incluidos sus propietarios.

Entrar en La Huerta es un deleite para los amantes de la naturaleza. Y Francisco Ruíz no ha querido que esto cambie. Por esa razón ha respetado las construcciones originales que había en la finca cuando la compró hace cuatro años. Es más, las ha mejorado. Y a fuerzas de cientos de horas de trabajo, de él, todo terreno tanto en cocina como en trabajos manuales, y su familia, encabezada por su esposa Rosario Catalán Bonilla, hoy la Hacienda La Huerta es un espacio único en la comarca, con todo tipo de servicios para celebraciones, reuniones, incluso, turismo. A unas horas de su inauguración oficial, todavía sus propietarios no son conscientes de las posibilidades de esta Hacienda porque cuando se acaba de cumplir un sueño, sólo se piensa en disfrutarlo.

Foto: A.I.

Un sueño que  ha consistido en convertir un lugar con raíces en la pasión por el trabajo bien hecho. A la Hacienda La Huerta Cartering no le falta un detalle. 600 metros de salón, más de 4.000 de exteriores con vistas a la naturaleza y dos barras para servir en cada extremo. Más de 8.000 metros cuadrados de aparcamientos, piscina, altar para bodas en el exterior, cada vez más frecuentes, tres amplias cocinas para servir interiores y exteriores, baños rústicos.

La finca está totalmente decorada con flores, antiguos aperos de labranza y con detalles recuperados de chatarrerías y tiendas de antigüedades. La selección de estos detalles traen a la memoria una parte de la historia dispuesta para no olvidar.

Toda la familia de Francisco Ruiz ha estado volcada en el proyecto. Y hablar de familia es contar también con la mayor parte de los trabajadores de la empresa. Para este profesional de 48 años, que echó los dientes detrás de una barra en un entrañable bar que había en la calle Morón, esquina calle Óleo, casi ningún trabajo que se pueda hacer con las manos, tiene ya misterio. Porque es el primero en el tajo y, a veces, el único, si se cuenta las horas que le ha echado, tanto a primera hora de la mañana como de madrugada, en montar una empresa para la que La Hacienda de la Huerta era ver un camino sin retorno.

Fotos: A.I.

Las raíces familiares en esta finca se remontan a los abuelos de la esposa de Francisco, Rosario, que se crió en ella, ayudando desde pequeña a su padre, Pepe Catalán y, a su madre, Rosario Bonilla, casilleros del lugar. Sabe hacer, al igual que sus hermanos, todas las labores del campo, para ella la Hacienda La Huerta no es sólo un lugar de celebraciones, continuación de la empresa que montaron con el salón ubicado en la barriada de las aceitunas, dentro de Arahal. Para ella es tardes de costura bajo el árbol que había nada más salir de la antigua casilla donde se crió, rodeado siempre de flores. Para Rosario la finca es ver amanecer y atardecer durante los meses de septiembre y octubre con un macaco enganchado en el cuello o transportando cajas de naranja; es oír la voz de su padre cuando todavía no había amanecido preparándose para el duro trabajo del campo. En definitiva, la Huerta de las Monjas es el hilo que la une a la tierra y con el que también ha querido unir al resto de su familia.

Antigua casilla de la Huerta de las Monjas. Aquí empezó la historia.

Esta tarde noche se celebra en La Huerta Catering la primera boda, es la inauguración oficial. Una noche que se espera cálida y en la que todo el equipo de trabajo, profesionales que han servido ya muchas bodas, estarán listos a las 9 en punto de la noche para atender a más de 300 personas. Es el pistoletazo de salida. Pocas veces el sueño, no sólo se cumple, sino que se supera.

La Huerta Catering, a su servicio.