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La desdicha de un hombre al que le gustaría seguir viviendo de sus libros

“Sin comerlo ni beberlo”, Manuel, un vendedor de libros natural de Antequera, ha visto cómo unos “sujetos”, prendiéndole fuego, le han desprovisto del material con el que se gana la vida Ahora, Carmona, a través de la solidaridad de su gente, quiere ayudarlo para que las pérdidas sufridas sean las menos posibles.

Alejandro SOLANO

A veces, el ser humano lleva a cabo determinadas acciones que resultan incomprensibles incluso por su propia razón. Una de ellas, podríamos encontrarla en la población vecina de Carmona, donde en la madrugada del pasado sábado unos desaprendidos incendiaron un puesto de libros ambulante instalado en el Paseo del Estatuto de la ciudad carmonense.

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Imagen del puesto incenciado
Foto: www.diacarmona.es

Parte de nuestra cultura, de nuestra historia y de ese arte que nos ha encumbrado a lo largo de los años gracias a firmas tan importantes como Lorca, Cervantes, Unamuno, Rojas… se vio calcinada en apenas unos minutos porque a uno o varios individuos (es la forma más bonita que se me ocurre para llamarlos) se les ocurrió la “brillante idea” (por el simple hecho de hacer la gracia o sin tener ni siquiera motivo alguno) de prender el pan de un humilde hombre que se gana la vida con la venta de algo tan valioso como es nuestra literatura.

De un día para otro, Manuel, un vendedor antequerano que llevaba 30 años instalando su puesto de libros en Carmona, vio en pocos segundos su vidas completamene arruinda. Un dineral consumido por las llamas.

Todo ocurrió mientras él dormía en una modesta furgoneta, que le sirve de hostal por las noches y de medio de transporte de día para desplazar, hasta este sábado, los ejemplares con los que se ganaba la vida. Sin embargo, ahora, puede que esta segunda utilidad desaparezca ya que unos pocos le han arrebatado el material que transportaba y que era nada más y nada menos el pan de cada día.

Por eso, pueden imaginarse cómo está Manuel en estos momentos. Triste, apenado, desolado…Es la primera vez que le sucede esto. Un compañero de profesión, Paco Prieto, ha hablado con él para trasmitirle el apoyo de todos los que nos sentimos afectados desde la distancia más cercana, algo que agradece casi con lágrimas en los ojos el “hombre de los libros” como lo llama Paco:

“Esta noche he hablado con él. Está al tanto del apoyo que se le ha dado en las redes sociales, Twitter y Facebook, pero ha habido un momento que al comentárselo, me he sentido muy estúpido. Porque con sus ojos lloroso, me ha puesto una cara como diciendo “muy bien, pero el dinero d emi pan no me lo devuelven las redes sociales”. Y rápidamente al verle ese gesto, me he sentido fatal”, escribe nuestro compañero en un artículo publicado en su blog tras su conversación con Manuel.

Pero quizá, amigo Paco, no debas sentirte así porque quien sabe si Manuel, que espera que las cámaras de seguridad del banco de delante de su puesto puedan localizar al autor o autores de este miserable acto, pueda estar equivocado. Y me refiero a que es evidente que las redes sociales no van a fabricar los libros que ha perdido. Lógico. Pero sí está consiguiendo potenciar un sentimiento de solidaridad y humanidad entre muchos vecinos de la localidad que es digno de alabar y, por tanto, motivo de enorgullecimiento, sobre todo porque esto sucede entre jóvenes que pueden tener la misma edad o una aproximada a los que supuestamente cometieron esta salvajada, que conocí unas horas posteriores a los hechos.

Exactamente, nada más levantarme en la mañana del domingo, recibí un mensaje de otro compañero en el que se explicaba lo ocurrido. Era un mensaje en cadena similar a los que últimamente solemos recibir en nuestros teléfonos móviles y en el que se pedía, además, ayuda para la víctima.

 

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Imagen del grupo de jóvenes que han decidido poner el mercado benéfico para ayudar a Manuel grabando su mensaje en la televisión.

 

Este mensaje se difundió en Facebook y Twitter, llegando rápidamente a una gran cantidad de personas. La idea de esto parte de un grupo de jóvenes (pueden tener en torno a los 20 años) que se reúnen para ofrecer su colaboración a Manuel, a quien no conocían de nada pero que ya consideran su amigo. Sus ganas y afán de ayudar no queda ahí, no se limita a las redes. El lunes se presentaron en la televisión local con la intención de hacer un llamamiento a la población carmonense para que se vuelque en la ayuda a este “hombre de los libros”. Además, antes, ya se habían reunido con el alcalde y con algunos concejales para comunicarles su intención de poner un mercado benéfico en dos puntos de Carmona para vender todos los libros donados por los vecinos y entregar los beneficios a Manuel.

Esto lo han conseguido. Por eso, quieren involucrar al mayor número de personas posibles. Cuando llegaron a la tele, pude hablar un rato con ellos y vi en sus caras y en sus palabras la generosidad del ser humano, la bondad de las personas y las fuerzas y el resto de valores de esta verdadera juventud que sí merece toda la atención del mundo.

Con un mensaje corto pero claro, comunicaron a sus vecinos que durante todo el puente estarán en dos puntos de la ciudad vendiendo los libros que desde hace unos días los carmonenses están donando. Ellos no se irán de puente ni tendrán día festivo, porque su mayor placer este fin de semana será trabajar para ayudar en la medida de lo posible a Manuel.

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Imagen de los voluntarios pintando la estructura del puesto.
Foto: Paco Prieto.

Estos jóvenes dan así una lección más de humanidad. Pero no son los únicos. Dos voluntarios, solo un día después del suceso, dejaron de lado sus planes y dedicaron parte de su tiempo en la noche del domingo a pintar con pintura plateada las estructuras de su puesto.

Me consta, además, que otras personas ya han donado en tacada sus libros: uno, según dice, hasta un total de 25. Carmona, conmocionada al ver cómo la vida de un humilde hombre ha podido ser destrozada en unos segundos por la malicia, crueldad e inmoralidad de algunos, se ha lanzado a ayudarlo.

Todo para que al año que viene, Manuel pueda volver a la ciudad con su puesto y seguir repartiendo cultura por sus casas. Y si, afortunadamente, eso sucede, ojalá se cumpla el deseo de mi compañero Paco, al que yo también me uno con todas mis ganas: “que el lunes después de montar su mercado en el Paseo carmonense el próximo año pueda marcharse de él con las manos vacías de libros, pero esta vez porque vendiera todo el género que llevase”.

Les dejamos el artículo de nuestro compañero Paco Prieto:

https://www.televisioncarmona.com/noticia/4078/0/Unos_desaprensivos_incendian_un_puesto_de_libros_ambulante_en_la_madrugada_del_s%C3%A1bado_en_pleno_paseo_del_Estatuto/

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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