La campaña de verdeo llega a su fin, apenas tres semanas después de su comienzo

Los agricultores de Arahal siguen mirando al cielo pensando ya en la campaña de molino

C. GONZÁLEZ

Arahal (Sevilla)

El verdeo llega a su fin. Ni un mes ha durado la campaña en los tajos. El mal estado de la cosecha de 2017 a causa de la sequía está obligando a parar porque la aceituna del olivar de secano está negra por fuera pero verde por dentro. Los agricultores miran al cielo a la espera de la lluvia que no termina de llegar para recuperarse al menos con la aceituna de molino.

La aceituna de mesa es un cultivo social, mucha gente aprovecha estos días para reunir la peonadas necesarias para poder cobrar el paro seis meses al año y reponer las cuentas familiares. Este año el tiempo no ha dado un respiro a las malas previsiones, desde primavera ya se veía venir que la aceituna no alcanzaría el tamaño suficiente para tener una buena presencia.

Incluso la variedad gordal ha defraudado. Los propietarios de los puesto ‘metieron el platillo’, una forma de averiguar el calibre de la aceituna al poco de comenzar el verdeo. El precio del kilo de la variedad gordal ha oscilado entre 60 céntimos la de mejor calidad y 48 céntimos la más mala. Los puestos que compran las cosechas a una parte importante de los agricultores de Arahal anuncian esta semana que cerrarán la entrada de gordales porque, después de tres semanas, la que está entrando no presenta el calibre requerido por el mercado.

Manzanilla

La aceituna manzanilla está menuda, negra por fuera y verde por dentro.

Por otra parte, la aceituna manzanilla está ‘menuda, negra por fuera y verde por dentro, el olivo está ‘afogarao’, según explica Francisco Rodríguez, un joven agricultor de Arahal. Principalmente la del olivar de secano, que ocupa un 70% de la superficie total, aproximadamente. Por esta razón en muchos tajos ya ha terminado la campaña del verdeo y en el resto quedan pocos días.

Aunque cuando empezó la campaña el pasado día 18 de septiembre aún tenía la esperanza de que lloviera unos días, a estas alturas de temporada, esa esperanza se ha desvanecido porque el agua, aunque llegue en los próximos días, ya para la aceituna de mesa es muy tarde.

Los agricultores miran las previsiones meteorológicas cada día y han visto que para el lunes y miércoles de la semana que viene pueden caer unos 10 litros por metros cuadrado. Si es que se cumplen, siguen siendo insuficientes, porque este agua ‘no llega a la raíz, con un día de calor o viento solano la poca humedad desaparece’.

El olivar de manzanilla en Arahal se ve muy afectado por la falta de lluvia, menos que el gordal. Según explican a este medio los agricultores, antiguamente, hace más de 70 años, Arahal era pueblo más molinero que de aceituna de mesa. La aceituna gordal resiste más que la manzanilla porque el olivo que la sustenta, la madre, está injertado en otro de la variedad conocida por el nombre de lechín, un ejemplar más resistente, con raíces más profundas.

La manzanilla por el contrario está en ejemplares más jóvenes, con raíces menos profundas. El árbol resiste peor la sequía y, en estos días sus hojas, tal como se puede apreciar en las fotos, se pliegan hacia dentro para resguardarse del intenso calor y retener la pérdida de humedad.

Campaña de molino

Una parte importante de la cosecha de manzanilla, aún sin determinar, se destinará al molino. Pero también esta producción dependerá de la lluvia, la única diferencia es que para molturarla la aceituna debe estar madura por lo que los tiempos de espera pueden aumentar. Pero igualmente el rendimiento del producto están totalmente relacionado con la lluvia por venir.

En cuanto llueva, y al menos tienen que caer 30 litros por metro cuadrado, la aceituna recuperará su rendimiento, al menos un 15% se necesita para conseguir una producción aceptable. ‘Para que esté madura es necesario que llueva y así costará menos trabajo cogerla del árbol y se le sacará más rendimiento’, explica Francisco Rodríguez.