La actriz sevillana María Galiana recoge su Premio de Honor en la IV Edición del Festival de Cine Crítico Nuevo Ágora de Paradas

C. GONZÁLEZ

Fotos: C. RAMÍREZ.

Paradas es Cultura. Ese mensaje que figura en un cuadro a la entrada del Aula Cultural La Comarcal se hizo realidad en la tarde noche de ayer, día 30 de enero, más que nunca. La actriz sevillana, María Galiana (Sevilla, 31 de mayo de 1935), premiada en numerosas ocasiones, una de ellas con una Goya, llegó a esta localidad para recoger el Premio de Honor de la IV Edición del Festival de Cine Crítico Nuevo Ágora celebrado esta semana.

Maria Galiana durante su intervención en el Festival de Cine Crítico de Paradas. Foto: C.R.

María Galiana llegó sola, en su coche y volvió igual. A sus casi 81 años vive sola en un piso en el centro de Sevilla desde que enviudó. Sólo pidió al Ayuntamiento de Paradas «venir a comer una arroz al Bar Montero».

Lo que quiso ser un homenaje a su figura, no sólo profesional sino personal, con la proyección de un completo vídeo sobre su vida realizado por RTV Futuro, ella supo darle la vuelta durante un cuarto de hora que duró su presentación en el Aula La Comarcal.

Junto con ella, recibieron también galardón Iván Flores, por su conferencia «Ciencias versus fe», impartida después de la emisión de la película «Contact», y Stiven Vargas por hablar sobre «La condición humana en el futuro tecnológico, dispotía transhumanista» dedicada a la película de ciencia ficción «Gattaca», también emitida en el Festival.

Para María Galiana es un honor recibir este premio. Y dijo, entre bromas, que «no tenía mérito» porque a ella le gusta mucho comer y está siempre encantada de venir a este pueblo a ver a sus amigos, entre los que se encuentra Pepe Galindo, director de la Compañía de Teatro Tatachín, que ya la hizo venir en 2012 para apadrinar a esta compañía y que, desde entonces, mantiene una relación de amistad con la actriz. Por eso ella habló de los lazos de unión que mantiene con este pueblo y por eso aceptó «encantada», hecho que confirmó con sus palabras después de que los medios de comunicación ya lo habían publicado.

La actriz sevillana recibió el cariño de los presentes. Habló de la situación actual de su profesión, no muy halagüeña, situación que ella espera y confía que mejore, sobre todo por la falta de papeles para actores y actrices «maduros». Contó también la anécdota de cuando fue a verla la Reina de España, Doña Sofía, un día al teatro y tuvo que cambiarse de ropa delante de un guardaespalda de Su Majestad, a lo que él estaba, dijo, acostumbrado, pero ella no tanto.

Maria Galiana en el momento de recoger el premio. Foto: C.R.

La actriz selló aún más si cabe su relación con un pequeño pueblo de la provincia de Sevilla. Llegó justo a la hora de la comida y el Ayuntamiento cumplió con su único deseo, comer arroz en el Bar Montero. Después tomaron café con dulces árabes de la época en la que está basada la decoración de la famosa Casa Nazarí de Paradas. Una réplica del Palacio Andalusí “Carmen de los Arrayanes”, propiedad de José Luis Romero Núñez, construida en pleno centro de Paradas, en el número 8 de la calle Larga.

Se mostró en todo momento encantada con el trato y se emocionó, con la edad, dijo, es más proclive a ello, con el documental homenaje a su persona. Pero ella, María Galiana, 81 años, profesora de Historia durante 38 en Sevilla, sincera, cabal, independiente, tierna, consiguió devolver todo el cariño que le habían dado y más al pueblo que la eligió para un reconocimiento de honor. Se fue cansada, pero sola, en su coche camino de su barrio sevillano.