Juana Martos, mucho más que una médica para Baeza

En el año 2011, la doctora Juana Martos Colón recibía el reconocimiento como Mujer del Año que otorga el Ayuntamiento baezano a las mujeres cuya trayectoria vital o profesional ha destacado de manera especial en la sociedad baezana.

Es un premio distinto, porque son los vecinos del pueblo los que lo dan, no es por designación. Que esta mujer era para la localidad jiennense algo más que una mera médica ha quedado demostrado de nuevo esta semana. Con todas las medidas de seguridad y separación que la pandemia requiere, el pueblo se congregó para despedirla. Su corazón, que estuvo 65 años latiendo por los demás, se paró este lunes sin nadie esperarlo. Filas de sanitarios, ambulancias despidiéndola haciendo sonar sus sirenas… El cuerpo de la doctora se fue, pero parece imposible que se haya ido del todo.

«La doctora Juana Martos Colón, quien fue Mujer del Año en Baeza el pasado 2011, ha fallecido en el día de hoy. Juana era una gran profesional, amante de su trabajo y siempre estaba al servicio de los demás, pues tras su jubilación ha estado al pie del cañón en la batalla frente a la covid-19 colaborando en todo momento en el Centro de Salud ‘Carlos Sierra’ de nuestra ciudad». Con este mensaje se encontraron los baezanos el lunes por la tarde en el Facebook del Ayuntamiento. Su historia merece la pena ser contada.

El día del premio

La doctora Martos había nacido en Torreblasco Pedro, pero estuvo 32 años ejerciendo en Baeza. No es de extrañar que el día que le entregaron el galardón numerosos compañeros del centro de salud, Carlos Sierra de Baeza, junto a representantes del CIM (Centro de Información a la Mujer) con el que colaboraba, y entidades vinculadas con la salud de las mujeres, género e igualdad, junto al numeroso público llenaran el auditorio de San Francisco en un acto muy emotivo en el que Juana Martos derrochó su simpatía habitual.

El diario Ideal recuerda que el director del centro de salud, Luis Carlos Valero, dirigió unas palabras a la doctora en la que destacó sus muchos valores, su enorme profesionalidad, su valía humana, como cursó sus estudios con pocos medios y cómo ha luchado siempre por sacar adelante a los suyos siendo una autentica «madre coraje».

Tras realizar un breve semblante de ella se dio paso a la proyección de un vídeo realizado por los compañeros del centro de salud donde destacaron virtudes de Juana, como el compañerismo, su lucha por la igualdad, su solidaridad, y su enorme corazón.

Su boda, como ella misma

Su sobrina, la escritora y profesora Flora Jordán, ha publicado en sus redes sociales la foto que acompaña a este texto, que recuerda que su tía era alguien distinto, original y rompedora, poniendo como ejemplo lo que pasó el día de su boda en una España que aún se desperezaba del Franquismo.

«Febrero 1977, Granada, el día de la boda de mi tía Juana (a la derecha) que aquí aparece junto a mi bisabuela Manuela. Mis tíos pertenecían a la Joven Guardia Roja, una escisión del Partido Comunista, que estaba entonces en la clandestinidad. Los grises disolvieron a los invitados y después de esa foto cada cual se metió en diferentes zaguanes del Paseo de Los Tristes. Mi bisabuela perdió un zapato».

«Nunca había reparado en la cara de preocupación de Mamanuela y la mano abierta que alguien tiende en la foto antes de salir corriendo», la foto, desde luego, es para la historia.

La doctora Martos acudía a donde la llamaban, ya fuese a recetar unas pastillas a un vecino en la cola de un supermercado o a unas Jornadas de Salud para realizar un taller de autoexploración mamaria. Este lunes, su corazón se paró, pero solo su corazón.