Francisco Marín, un joven sevillano, ha creado la primera aplicación para móviles que permite llevar la asistencia sanitaria a cualquier parte sin depender de un teléfono fijo, un «Botón Rojo» que ofrece movilización inmediata de cualquier recurso (sanitario, policía y bomberos, entre otros).
Este inquieto investigador, vecino de la localidad de Dos Hermanas, ha dado un paso más en el invento original, que consigue movilizar a los servicios de emergencia con solo pulsar un botón, ya que su ingenio no depende de una línea fija, sino que se activa en una APP móvil que se puede descargar en cualquier tipo de dispositivo, sin importar cuál es su sistema operativo.
Como en la mayoría de los grandes inventos, fue una casualidad que éste naciese: «la idea surgió porque mi suegro pasó un episodio en la calle a una hora en la que nadie pasaba por allí, con un problema de azúcar, y la suerte hizo que un vecino lo encontrase mareado y desorientado y nos avisó, y si no hubiera sido por esa persona hoy lo estaríamos lamentando».
Por ello, pensó en crear una aplicación para llevarla en el móvil y que con sólo pulsar un botón enviara un aviso a una central de emergencias e incluso mandar por GPS la posición para que la reacción de asistencia y los tiempos fueran mucho mas rápidos para los encargados de dar la ayuda.
«El reto era que la teleasistencia como tal en España solo funciona vinculada con la telefonía fija de casa. De hecho existe un aparatito que se cuelgan las personas mayores que disponen del servicio pero solo les funciona dentro del domicilio», señala el inventor.
Después de un año y medio de desarrollo nació «El Botón Rojo», una aplicación móvil de descarga gratuita, que se sostiene desde unos 8 euros al mes, «con un servicio de atención telefónica propio, y hasta ahora todo el proyecto se ha realizado con recursos propios».
La cuestión es aún más profunda, ya que Francisco no es desarrollador ni programador informático, sino publicista con muchos años de experiencia en el sector radiofónico, pero se define como alguien «con una mente inquieta, e incluso esta es la cuarta aplicación que desarrollo como idea, y espero que pueda ayudar a muchas personas con ella».
Aparte del envío de petición de ayuda, la aplicación tiene un matiz, ya que permite el envío automático de la posición del usuario, «con lo que se puede designar la vinculación con el familiar que se elija, para saber donde se encuentra por ejemplo su padre, porque actualiza la posición del usuario cada 10 minutos de forma automática», lo que es muy útil por ejemplo en caso de personas con algún tipo de problema de orientación.
Su inventor aclara, no obstante, que este servicio se puede desactivar por el usuario en el momento que desee, de modo que no se sienta vigilado por su móvil, sino protegido por tener la aplicación instalada.
La idea se pudo poner en el mercado hace un mes, y ya cuenta con distribuidores coordinados desde Sevilla en La Coruña, Toledo, Madrid Sierra, zona del Corredor de Henares y Zaragoza, pese a que «al no tener financiación por ningún organismo ni empresa privada, cuesta mucho como emprendedor sacar adelante el proyecto, pero el camino mas duro está realizado y ahora se trata de dar a conocer este nuevo servicio».
Su creador no se queda ahí, sino que está pensando en desarrollar la aplicación para relojes inteligentes, el siguiente paso para que su «Botón Rojo» no tenga límites para llegar a la mayor cantidad de personas posible.