Homenaje al poeta cofrade Florencio Montes 

José A. SUÁREZ.

El próximo domingo 27 de abril se celebrará en Marchena un homenaje al poeta local Florencio Montes (1934-2013), autor de “El niño en el cancel” (1992) de poesía y cuentos cofrades y “Cuentos para Ana” (2005), dedicado a su nieta Ana Perea, que ahora prepara un audiovisual sobre su vida. De esta forma se recuerda el primer aniversario de su muerte. También publicó el relato “La letra desprendida”, al ser tercer ganador en el concurso de narraciones Miguel Cabrera en 1995 de Morón. Profesionalmente trabajó durante muchos años en la compañía aérea Iberia.

Niños leyendo Cuentos para Ana en una plaza de Marchena

Desde el mediodía se proyectará en el salón de actos del Ayuntamiento un audiovisual sobre su vida tras una ofrenda floral en el cementerio y finalmente se descubrirá un azulejo con su nombre en el rincón de la calle Florida esquina a calle Gudiel, lugar donde nació y que él bautizó como Rincón de la Virgen. Este lugar es uno de los más esperados al paso del Dulce Nombre y Virgen de la Piedad, el Jueves Santo.

Hablarán de él, compañeros de aficiones radiofónicas como Paco Sánchez o Luis Jiménez, el poeta leonés Eleuterio Prado, autor de “La Infancia de las lunas” y la poetisa marchenera Dolores Camacho López de Sagredo, autora del himno de la coronación de la Virgen de la Esperanza, además de su nieta Ana Perea, a quien dedicaba todo el libro “Cuentos para Ana”.

Vida inexorable

Especialmente, en su introducción donde le decía que algún día ya no estaría a su lado, “porque la vida es así de inexorable, pero tu no te entristezcas, la vida es bella y merece la pena vivirla, seguro que al abrir las páginas de este libro sentirás como si te abrazaran, como si una brisa, pequeñita se agitara a tu alrededor. Ese soplo, ese revuelo casi inadvertido será causado por mis besos, los que no tuve tiempo de darte, los que se me quedaron dentro, dormidos entre las cuartillas que te escribía y que ahora se despiertan para rozar tu hermoso rostro en una caricia invisible”.

Sobre todo, ha sido como escritor y persona, tuvo un don, llegar al corazón de la gente, y como tal fue muy querido y respetado, sobre todo en el ámbito cofrade. Al igual que el recién desaparecido García Márquez pensaba que “uno escribe para que le quieran”. Sin duda tuvo el don de la palabra, y tanto en el verbo como en la escritura gozaba de lucidez, elegancia, corazón, sencillez, ternura y optimismo.

Fue un lector diario de ABC por eso Dolores Camacho le dedicó a modo de despedida un texto en el periódico en el que lo definía como persona polifacética, de innata sabiduría, gran lector de libros y periódicos, cinéfilo, melómano, gran conversador, “había nacido poeta y ejerció siempre como tal”. A lo que añadía optimista y gran orador, le gustaba la fotografía, de hecho tenía un blog fotográfico. Escribía para transmitir cosas sencillas y gozosas, al contrario que otros poetas atormentados, pese a que todo escritor conlleva una carga de sufrimiento, tal y como recuerda Dolores Camacho, “el buen escritor es aquel que busca que le quieran porque ha sufrido”.

Florencio Montes fue colaborador de Radio Marchena, y de prensa local sobre fiestas y tradiciones. Fue pregonero de la Semana Santa en 1990, de la Feria en 1991 y de la Asociación del Rocío  en 2000 del Padre Quevedo. Es autor de letras de canciones, villancicos (Coro La Jumoza, 2007) y sevillanas que han sido cantadas por los Romeros de la Puebla, como  “Tus besos amargos”, además de muchos otros solistas.

El coro de María Santísima de la Piedad de la Hermandad del Dulce Nombre de Marchena, popularizó las Nanas al Niño o las sevillanas a la Virgen de la Piedad. A esta Virgen dedicó unos versos que cavaban, “tu nombre es primavera y cuando al pueblo sales un borbotón de gloria mece el palio del aire. Dios te salve Maria, Piedad, que Dios te Salve”. Una de sus anécdotas más recordadas es que siendo emigrante en Barelona entró en un cine a ver una película y entonces casualmente proyectaron un documental del No-Do sobre la Semana Santa de Marchena en la que pudo ver las imágenes de su Hermandad ya que se año no podría verlas en directo.

En 1987, escribió letras para la comparsa “Los Segaore” y le fue otorgado “El llamador” en 1998 por la tertulia cofrade El Llamador de Marchena. Ganó el concurso de poesía “Villa de Marchena” en junio de 1981 y en 1991 participa en el encuentro de poetas Juan de Mairena.