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Cultura

Héctor Alterio, ante su cita en Arahal: «El alzheimer es muy serio, y lo tratamos con sumo respeto»

Fermín Cabanillas/Arahal

Héctor Alterio, actor, padre de actores y “argentino por accidente”. Lleva 70 años en el mundo de las artes escénicas de una u otra forma. Lleva en el mundo desde 1929, y no se jubila “porque para la paga que me darían…”. Es todo un referente nacional, y el próximo 11 de noviembre se sube a las tablas del teatro de Arahal para representar ‘El padre’, en la que el alzheimer es tratado de una forma que a nadie deja indiferente, ni siquiera a los que buscan el humor en medio del drama que supone el día a día de una persona con esta enfermedad.

Antes de iniciar los primeros viajes de cara a la gira de octubre, atiende a AION SUR para analizar distintos aspectos de su vida, su carrera, e incluso la actualidad nacional.

  • P: Viene de suspender en Granollers por todo lo relacionado con la corriente independentista. Eso, un actor, ¿cómo lo lleva?
  • R: Nos sorprendió, porque sabíamos que en Barcelona capital estaban suspendiendo los espectáculos, pero creíamos que en Granollers no habría problemas, al final el alcalde decidió suspender. Antes de eso, y seguro que después, tenemos que decir que la actitud y respuesta del público es tremenda, y ya llevamos 120 representaciones en poco más de un año.
  • P: ¿Cómo ve todo lo que pasa en Cataluña alguien que ha vivido y vive desde una visión global de las cosas?
  • R: En general, por mi actitud normal no soy un acérrimo nacionalista, ni nada que se le parezca. Tengo que decir que soy argentino por accidente, porque provengo de una familia de inmigrantes italianos que recaló el siglo pasado en Buenos Aires. Lo de los nacionalismos no lo entiendo, nunca lo he entendido, porque soy argentino, es cierto, pero no enfermizamente.
  • P: Hablemos de ‘El padre’, que trata un tema terrible pero engancha con una gran versatilidad en el guión, hasta el punto de que el humor no falta.
  • R: Lo primero que tengo que decir sobre eso es que es una enfermedad terrible, que sufren más lo que están alrededor que el enfermo en sí mismo. El enfermo esta en una especie de pozo negro inacabable, y nadie ha encontrado el meollo de esta enfermedad por mucho que se está investigando. Eso hace que el enfermo viva en su mundo, y ahí está ajeno a todo su alrededor, pero ahí están sus familiares, amigos, conocidos… En algún momento pasa a desconocer a los parientes más cercanos y luego a tener actitudes con ellos cercanas, y en algunas circunstancias la obra provoca situaciones de humor, y esto rescató el autor, de una forma que hace que el guión esté salpicando situaciones dramáticas que desarrolla toda la historia.
  • P: ¿Cómo reacciona la gente a la obra?
  • R: El publico está permanentemente atento a todo lo que pasa, y eso lo hemos captado en las 120 representaciones que ya llevamos en un año largo, en el que estamos viendo que el resultado es óptimo, y lo decimos con franqueza y sin vanidad. Lo que damos al público es una oferta honesta. La gente va al teatro, llenamos todas las funciones, se vende con anticipación al lugar que vamos, con todo vendido antes de llegar, es algo habitual y de eso estamos muy satisfechos.
  • P: Por lo demás, ¿cómo ve el panorama cultural español, donde se anuncia un bajada del IVA en el cine, pero el teatro sigue sufriendo los mismos impuestos?
  • R: Ahora que se ha anunciado la baja del IVA en el cine, lo que esperamos que el teatro sea el siguiente. Sobre todo porque al teatro le afectan mucho más los impuestos, ya que impiden que los productores estén trabajando sobre personajes e historias de mucho reparto, y no pueden acceder a obras de teatro con más de tres cuatro personajes. Ahora mismo, los productores se cuidan mucho de sufragar obras con demasiados gastos, y es producto de este impuesto, entre otros, que esperemos que lo cambien, pero parece que todavía no va a ser.
  • P: Lo último: si su biografía no miente, tiene 88 años ¿Se ha planteado la jubilación?
  • R: ¿Yo? Lo podría pensar, pero entonces tendría que vivir de una jubilación que no sería muy elevada… Curiosamente, sigo trabajando haciendo, entre otras cosas, una obra de un personaje cuyas circunstancias bien me podrían haber tocado a mí, por edad, aunque es verdad que el alzheimer no  siempre ataca a personas mayores.

Una vida para el arte

Héctor Alterio nació en Buenos Aires el 21 de septiembre de 1929. De ascendencia italiana, sus padres eran originarios de Carpinone, comune de la provincia de Isernia, región de Molise.2

Al finalizar sus estudios de arte dramático, crea la compañía Nuevo Teatro, que le supone ser un renovador de la escena argentina de la década de los ’60. Su debut en los escenarios se produjo mucho antes, en 1948, cuando protagonizó Prohibido suicidarse en primavera una obra escrita en 1937 por Alejandro Casona.

En 1950 fundó la compañía Nuevo Teatro, la que tuvo a pleno rendimiento hasta 1968. Pero se hizo famoso sobre todo por sus trabajos en el cine que empezaron en 1965 con Todo sol es amargo, de Alfredo Mathé. Durante los años siguientes Alterio intervino en algunas de las mejores películas de la entonces nueva generación de cineastas argentinos. Ha hecho colaboraciones con Fernando Ayala en Argentino hasta la muerte, 1970; Juan José Jusid en La fidelidad, 1970; Héctor Olivera en La venganza del Beto Sánchez, 1972 y La Patagonia rebelde, 1974, Oso de Plata en Berlín. Y con el más destacado de ellos, Leopoldo Torre Nilsson en El santo de la espada, 1969, La maffia, 1971 y Los siete locos, 1972.

Sus hijos, Ernesto Alterio y Malena Alterio, también son actores. En Vientos de agua, una serie de televisión hispano argentina, de 13 episodios, que narra el fenómeno de la inmigración a través del exilio de un español hacia la Argentina, huyendo de problemas políticos, y el retorno de su hijo en 2001 debido a la crisis económica de ese país, actuaron tanto él como su hijo (en realidad ambos hacían el mismo papel, sólo que Héctor realizó las escenas en que el protagonista aparece de anciano, y Ernesto las de joven, razón por la cual no se cruzaron nunca en el desarrollo de la serie).

En 2004 recibió el Goya de Honor y en 2008 el Cóndor de Plata por su trayectoria profesional.

La obra que llega a Arahal

«El padre» es calificada por el propio autor Florian Zeller de farsa trágica . Y ahí radica su grandeza y su dificultad. Trata un tema tan espinoso como la perdida de la realidad debida a la vejez. Nos coloca en la perspectiva de una mente confusa o , quizá, confundida  por los intereses de los que le rodean, nunca lo sabremos. 

Sin ridiculizar jamás el carácter principal, Andrés nos hace reír. Las situaciones ambiguas, muchas  veces contradictorias, las réplicas mordaces, los personajes duplicados, cambiantes, y por encima de todo la duda de si lo que realmente sucede es lo que dice la familia  o es lo que siente el padre, producen una de las obras más divertidas, apasionantes y profundas del teatro contemporáneo. 

Muchas veces  se acerca al drama, otras  muchas a la comedia y la mayoría de la veces a un inquietante “thriller” al estilo  Hitchcock. 

Nunca decae y cuando creemos estar en una certeza, un revés inesperado, una imagen nueva nos desconcierta y nos vuelve a atrapar. Gran y divertido teatro.

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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