Hallan los restos de ‘Las niñas del Aguacho’, asesinadas por falangistas en 1936 después de violarlas

En estos momentos se está desarrollando la cuarta fase de intervención en el marco del proyecto “RECUPERACIÓN DE RESTOS DE REPRESALIADOS A CONSECUENCIA DEL GOLPE DE ESTADO DE 1936 EN CAÑADA ROSAL”, en el antiguo cementerio de Cañada Rosal. Todas las actuaciones se han desarrollado con la financiación del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática del Gobierno de España.

Se está actuando en la segunda fosa hallada en el antiguo cementerio tras la conclusión de los trabajos en la primera. Se han exhumado un total 55 víctimas y se han identificado al menos 14 más en la fase actual.

En el día de hoy, la alcaldía del Ayuntamiento de Cañada Rosal ha tenido constancia de un informe preliminar, que incluye el siguiente fragmento de texto:

“Tras el contraste del per?l de víctimas observado de forma preliminar (bajo la necesaria corroboración a través de un análisis antropológico en profundidad y el cotejo genético de?nitivo) con los censos de posibles víctimas elaborados a partir de los trabajos de investigación histórica, se establece una posible compatibilidad entre el depósito 3 y los grupos de víctimas de Fuentes de Andalucía fechados con el 17 y el 27 de agosto de 1936 (en el que constarían 9 mujeres, 5 de ellas menores de 20 años) conocidas como “las niñas del Aguaucho”, juntamente con un grupo también de vecinos de Fuentes de Andalucía cuya muerte es registrada el 29 de agosto de 1936 (en el que constan 7 varones, entre ellos cuatro jóvenes).

Dicha estimación requiere de un estudio antropológico que pueda con?rmar la compatibilidad de los per?les biológicos, así como un estudio genético que pueda establecer compatibilidades biológicas entre los restos y los posibles familiares de las víctimas, procurando inferir una identi?cación de?nitiva de las mismas.”

El alcalde de Cañada Rosal, Rodrigo Rodríguez Hans, ya ha puesto en conocimiento de esta información a la Secretaría de Estado de Memoria Democrática y al Ayuntamiento de Fuentes de Andalucía. En palabras del alcalde “Hacer memoria es hacer justicia. Nos alegramos profundamente de poder contribuir no sólo a la memoria democrática, a la verdad y a la reparación de las víctimas carrosaleñas del Golpe de Estado de 1936, sino también a la de los pueblos vecinos. En la memoria colectiva de nuestro pueblo siempre estuvo que muchas personas de Fuentes de Andalucía fueron asesinadas en nuestro pueblo. Hoy, con esta noticia, ayudamos a este pueblo vecino a cerrar un capítulo criminal de su historia. Una historia que debemos conocer para que nunca más se repita».

La historia

La finca El Aguaucho, entre Fuentes de Andalucía y La Campana, vivió uno de los episodios más estremecedores de la represión, recordado aún por la memoria oral de los últimos vecinos octogenarios. Todo ocurrió durante la mañana del 27 de agosto de 1936. Un grupo de falangistas cargaba un camión de prisioneras jóvenes de entre 16 y 22 años y a media mañana se dirigían a la citada finca. A modo de escarmiento público, las obligaron a preparar y servirles la comida, las violaron, asesinaron y arrojaron sus cuerpos a un pozo. Al atardecer, el camión volvió y recorrió las calles principales del pueblo ocupado solo por los asesinos que, en estado de embriaguez y a modo de trofeo de caza, portaban la ropa interior de las jóvenes asesinadas en la punta de los fusiles.

Los asesinos de aquella matanza quedaron impunes. Ni sus nombres han sido identificados en publicaciones ni estudios. Sin embargo, su identidad sí es conocida en la memoria colectiva de Fuentes.

Las niñas del Aguaucho tienen hoy una torre homenaje que no olvida aquella terrible barbarie ni la descarnada represión que revelaba aquel acontecimiento. Aunque sus verdugos permanezcan en la sombra, la humillación y la crueldad sufridas por aquellas jóvenes secuestradas, violadas y arrojadas a un pozo –entre las que se encontraban las hermanas Coral y Josefa García Lorca, de 16 y 18 años de edad; María Jesús Caro y Josefina Lora, de 18 años, y María León– no serán ya nunca borradas de la memoria colectiva de la comarca sevillana.