Farnaz Ohadi pasó por Sevilla en su primera cita con su flamenco persa en España

Que el flamenco es un género vivo que se reinventa todos los días es una verdad absoluta: representa la tradición y la historia, pero también ha sabido adaptarse a las nuevas tendencias, de manera que podemos encontrar flamenco pop, rock flamenco y todas las combinaciones posibles.

Es nuestro sello, que deja huella a todos aquellos que lo escuchan, como es el caso de Farnaz Ohadi: nacida y criada en Irán, residente en Canadá, quien se ha mudado recientemente a Sevilla, ilusionada por presentar 90 minutos de música en un estilo único: Flamenco Persa. Combina los ritmos y estructuras del flamenco tanto tradicional como moderno con poesía persa.

El resultado de ese trabajo se pudo ver en el Teatro Pathé, en la calle Cuna de Sevilla, primera cita de las que se espera que sean muchas en territorio español con esta artista.

Flamenco con nuevos aires

Aquellos que conocen el flamenco pudieron reconocer formas familiares como alegrías, soleás, seguiriyas y más en su música, mientras que los amantes de la lírica disfrutaon de la riqueza cultural de la poesía persa. Sus letras cuentan historias de levantarse ante la opresión, los derechos humanos, la nostalgia, el amor a su tierra y, por supuesto, del amor y desamor.

Ohadi nació en Irán, donde aprovechó cada oportunidad que tuvo para cantar, intentando encontrar su auténtica voz artística. A los cinco años aprendió a tocar el piano, que no ha dejado hasta hoy. En su tierra, organizó y cantó en muchos coros escolares, producciones e incluso participó en la llamada a los creyentes a la oración por las tardes, algo reservado exclusivamente a los hombres, a no ser que fuera un ambiente exclusivamente femenino. Tras mudarse a Canadá, decidió estudiar canto lírico y ópera, medio guiada por Frederik Robert así como canto persa tradicional persa bajo la tutela de Ostad Nezakaty y Tahere Falahati.

El baile acompaña a Farnaz en buena parte del espectáculo.

Además, estuvo formándose como bailaora de flamenco en la década de los noventa. Su formación se intensificó cuando se unió a “Al Mosaico Flamenco Academy” y comenzó a aprender la delicadeza y los matices complicados de esta magnífica expresión musical, siguiendo la guía de Kassandra, conocida como La China, y Oscar Nieto.

Sus inicios

Comenzó a cantar flamenco en 2001, con el apoyo de Oscar Nieto y casi inmediatamente empezó   a   actuar   en   diferentes   festivales, eventos   culturales y conciertos por Vancouver, Canadá y Norteamérica. Desde entonces, ella ha estado recibiendo horas de cante flamenco privadas, ha estudiado el baile flamenco y cantado con multitud de artistas de Estados Unidos y España, como Vicente Amigos, Naike Ponce, Lucas Ortega, Esperanza Fernandez, Manduel Romero, Cristina Benitez, Emilio Ochando, entre otros.

Se interesó por combinar la poesía persa y la música flamenca cuando en 2010 se decidió por encontrar su propia voz. Este camino la llevó a sacar su primer álbum “Bird Dance” en 2016 y el álbum de sus conciertos, con el mismo nombre en 2019. El primero consiguió una nominación de “Canada Folk Music Awards” a la “Mejor Artista en Solitario del Año”.

Su amor por la música y la interpretación le llevaron a crear un proyecto colaborativo con músicos de clase mundial y artistas de dentro y fuera de Canadá, llamado “Mashregh Ensemble”, que combina la poesía persa con la música flamenca.

De Bailaora a Cantaora

Cuando la artista empezó a tener hijos, se dio cuenta de que no podía seguir bailando como antes, por lo que, para seguir conectada al flamenco, tomó una difícil decisión, cambiando el rumbo de su trayectoria profesional.

“Creo que fue en gran medida debido a mi comprensión del baile que fui capaz de adaptarme a los tiempos de cuando se canta para ellos, me acordaba de detalles y fui capaz de apoyar a los bailaores cantándoles con la energía correcta”.

En 2010 Ohadi tuvo que tomar otra decisión en cuanto a su carrera: permanecer en Vancouver y continuar trabajando de forma local imitando a artistas españoles o bien viajar a España y avanzar en sus estudios. Tras meditarlo mucho descubrió una tercera posibilidad: unir sus culturas y crear un estilo que fusionase su música con su origen. Así, creó un lenguaje propio y una forma musical que llevaba estudiando más de veinte años.

Así surgió el grupo musical Mashregh, un colectivo de músicos de opinión similar e interés por explorar la relación entre música y lírica, entre flamenco y persa, que aceptaron acompañar a la artista en esta aventura.

En septiembre de 2022 se mudó a Sevilla, España, para formarse en el intensivo de cante flamenco de dos años de la “Fundación de Christina Heeren”.

Discografía

Su primer álbum, que tuvo por título “Bird Dance”, salió a la venta en octubre de 2016 con una gran acogida y una nominación para los “Canadian Folk Music Awards”. Su segundo álbum llegaría tres años después, en febrero de 2019, completando ese mismo año su primer tour por Canadá de gran éxito.

En 2020 se publicó su tercer álbum, “Azadi Libertad, Live” durante plena pandemia de COVID19. Ahora está trabajando en sus cuarto y quinto álbumes, planeados para noviembre de 2022.

Lucha por las causas sociales

Durante su carrera artística, Farnaz ha mostrado una pasión por otorgar una voz a la compleja perspectiva de las cantantes mujeres iraníes a las que se les prohíbe grabar o actuar en público para audiencias mixtas. Sus canciones siempre tienen un mensaje social, ya sea sobre los retos de la inmigración, el amor por un país nuevo o encontrarse perdido en el camino del artista. Se mantiene profundamente agradecida hacia su segundo hogar, Canadá, por haberle permitido acceder a tantas oportunidades.

Una de sus canciones más exitosas, “Hesar” (vídeo aquí), narra la historia de un inmigrante que se ve obligado a marcharse de su hogar y buscar otro lugar donde no conoce el idioma y todo le extraño y hostil.

El tema trata también la presión invisible que sienten los inmigrantes de conseguir éxito inmediato para justificar haberse mudado y tener que empezar a conseguir dinero y convertirse en alguien.

Una canción, verdaderamente personal, con la que es fácil sentirse identificado. El vídeo musical obtuvo una beca de Music BC y la ciudad de Vancouver. El resultado fue una animación de cinco minutos, que ha aparecido en 26 festivales de cine de todo el mundo (Estados Unidos, Canadá, Europa e incluso Asia). También ha obtenido siete premios en su categoría incluyendo “mejor animación” y “mejor canción en video musical”. Actualmente está siendo considerado para una treintena de festivales.

El mensaje es universal y refleja muy bien la historia moderna y los problemas a los que se enfrenta la sociedad en la actualidad, por ello ha sido capaz de atravesar la barrera del lenguaje y los géneros musicales para conectar con el público.

Música como cura a la pandemia

Cuando los músicos se vieron obligados a tocar en los salones de sus casas, Farnaz Ohadi tuvo la oportunidad de aparecer en varios festivales online tanto nacionales como “Alliance Françoise Canada Day of Music” donde representó a Vancouver o “Diasporia Connections” de California.

Al bajar las restricciones pudo actuar en persona en varios festivales al aire libre como “New Yorks” o el “Vancouver International Flamenco Festival”.