Estas son las secuelas del COVID persistente y su relación con las enfermedades neurológicas

Unas semanas atrás la Organización Mundial de la Salud dio por terminada la emergencia del COVID-19. Si bien es cierto que la incidencia hoy en día es mucho menor, hay personas que siguen arrastrando síntomas desde que se infectaron. Algunas tuvieron contacto con el Coronavirus hace tan solo unos meses, pero otras llevan sufriendo las consecuencias prácticamente desde la primera y segunda ola. Se trata del conocido como COVID persistente.

Al principio se creía que solo afectaba de esta manera a quienes el Coronavirus les había pasado mucha factura. Sin embargo, el paso del tiempo ha acabado demostrando que incluso algunas de las personas que lo han experimentado con síntomas leves como un poco de fiebre y el adiós al sentido del olfato, también terminaron con COVID prolongado.

Síntomas del COVID persistente

Dependiendo de la infección y de la persona afectada, los síntomas pueden variar enormemente, alcanzando un total que supera ampliamente los doscientos. Así pues, mencionarlos todos es inviable en un solo artículo, pero seguidamente sacaremos a colación los más habituales.

Uno de ellos es el cansancio. Algunos profesionales de la salud han hecho una comparación de este síntoma del COVID prolongado con el síndrome de la fatiga crónica, señalando que las consecuencias son muy similares.

Las adversidades a nivel respiratorio son las más evidentes, siendo un virus que pasa bastante factura en este sentido. Algunas de ellas revisten gravedad, pudiendo decir lo mismo de las que están relacionadas con la salud cardíaca, tal como demuestra la pericarditis.

Por desgracia, el COVID-19 también afecta a largo plazo a otros órganos, tales como aquellos que guardan relación con la función digestiva. Experimentar dolores tras ingerir productos alimenticios es el pan de cada día de muchos afectados por el Coronavirus persistente.

Consecuencias a nivel neurológico

Después de haber hablado de síntomas respiratorios, cardíacos e incluso digestivos, ahora toca profundizar en aquellos en los que nos centraremos en este artículo: los neurológicos.

¿Recuerdas que antes hemos dicho que el COVID prolongado trae consigo más de doscientos síntomas distintos? Desafortunadamente, algunos de ellos acaban requiriendo rehabilitacion neurologica.

Estamos ante unos tipos de síntomas que, en ocasiones, pasan a ser historia tras haber transcurrido tres o cuatro meses, pero no siempre es así. Algunos pacientes llevan desde el año 2020 lidiando con un trastorno neurológico provocado por la infección del Coronavirus.

Algunos andaluces no han podido volver a sus puestos de trabajo. Básicamente esto es debido a que les resulta imposible concentrarse. La situación es similar a la que experimentan los individuos que sufren TDA.

La lista de síntomas no termina aquí, puesto que al recientemente descrito hay que sumar aquel al cual los especialistas se refieren como niebla mental. Se trata de una condición que afecta a cada paciente de una u otra manera. Por ejemplo, algunos no pueden hallar las palabras necesarias para comunicarse con los demás, mientras que otros simplemente pierden la memoria. También es habitual que, a pesar de tener que hacer tareas que son bastante sencillas, terminan abrumándose sin saber por dónde empezar.

Por desgracia, hay otras consecuencias neurológicas del COVID persistente que son más graves. La ansiedad, en algunos casos, acaba manifestándose incluso en forma de síntomas físicos. A su vez, es destacable que algunos pacientes andaluces han terminado con una depresión.

La importancia de acudir a un buen centro neurológico

Si un tiempo después de haberse infectado por COVID-19 el paciente sigue experimentando problemas como los recientemente descritos, es fundamental recurrir a un centro neurológico que tenga una dilatada trayectoria a sus espaldas.

Tanto en Andalucía como en el resto de España son numerosas las instalaciones de este tipo que se encuentran a disposición de los afectados por el COVID prolongado. Así pues, algunos pacientes o familiares tienen dificultades para elegir entre una gran cantidad de opciones. En tal caso, conviene asegurarse de que las terapias neurológicas son llevadas a cabo por un equipo profesional multidisciplinar y muy experimentado.

Por otra parte, es importante que el equipo en cuestión se centre no solo en la recuperación del paciente con métodos tan efectivos como la terapia ocupacional, sino también en brindar apoyo al entorno familiar, el cual sufre al ver a su padre, hermano, tío o primo con problemas de atención, lagunas mentales y otras condiciones como las anteriormente descritas.

Acertar en el diagnóstico es clave, por lo que la consulta llevada a cabo conviene que sea interdisciplinaria. Por suerte, la sociedad cada vez está más concienciada sobre la importancia de acudir a un buen centro neurológico. De hecho, las consultas a este tipo de profesionales han aumentado notablemente en Andalucía y el resto de España.

Ello no es de extrañar teniendo en cuenta la gran mejoría que experimentan los pacientes, los cuales son numerosos, puesto que se calcula que 4 de cada 10 personas infectadas por el Coronavirus pueden acabar teniendo COVID prolongado.