En 2019 se cumplen 50 años sin La Niña de los Peines

En 2019 se cumplen 50 años sin La Niña de los Peines.

Mis gitanos… ¿Dónde están mis gitanos? Esas fueron las últimas palabras de la cantaora flamenca Pastora Pavón Cruz, ‘La Niña de los Peines’, un 26 de noviembre de 1969, cuando severamente afectada por la arterioesclerosis falleció en su sevillana casa de la Alameda.

Se apagaba así para siempre la voz flamenca más completa e indiscutida de la historia, hermana de los también cantaores Arturo (1882-1959) y Tomás Pavón (1893-1952), ejemplo de excelencia artística en un mundo entonces muy masculino, en el que practicó todas las modalidades de ejecución y representación íntima y escénica del género y aglutinó un corpus de estilos y formas único e irrepetible.

Pastora Pavón, Niña de los Peines

Máxima figura del cante de todos los tiempos

Pastora Pavón Cruz está considerada por los entendidos como la máxima figura del cante de todos los tiempos. Gitana, hija y nieta de herreros de Arahal y El Viso del Alcor, tiene una de las obras discográficas más extensas que se conocen y fue una de las primeras grandes profesionales del cante, una revolucionaria.

«La voz de esta mujer es excepcional, rompe los moldes de toda escuela de canto como rompe los moldes de toda música construida. (…) Maestra de gemidos, criatura martirizada por la Luna, voz de máscara gitana a quien el duende pone mejillas temblorosas de muchacha recién besada» dijo de ella Federico García Lorca.  El poeta granadino la conoció en casa de La Argentinita y la citó poéticamente en sus escritos:«jugaba con su voz de sombra, con su voz de estaño fundido, con su voz cubierta de musgo».

La Niña de los Peines nació en la Puerta Osario de Sevilla e inició su carrera siendo una niña. Establecimientos de variedades, academias, salones y ‘colmaos’ eclosionaban por entonces en el entorno de la Alameda de Hércules, con numerosos artistas de lo jondo que fueron venero originario para su arte. Conocida como la Niña de los Peines, por unos tangos que interpretaba frecuentemente y que, sin embargo, jamás grabó en disco a pesar de las insistencias de las casas discográficas.

Uno de estos tangos decía: «Péinate tú con mis peines, que mis peines son de azúcar, quien con mis peines se peina, hasta los dedos se chupa. Péinate tú con mis peines, mis peines son de canela, la gachí que se peina con mis peines, canela lleva de veras».

Tenía un «mandar» en el cante

Grande como gitana, como mujer, como flamenca, la figura de Pastora Pavón es un modelo de trabajo y arrojo profesional. Y también de un «mandar» en el cante que ha servido y sirve de ejemplo más de un siglo después de su nacimiento. Supo dibujar una línea que conecta sutilmente el cante del siglo XIX y la rompedora estética del siglo XXI, fue bastión de la tradición y la innovación antes de los debates contemporáneos sobre la pureza.

[arasur]

Además, esta cantaora, cuyo nombre  se movió en el difícil equilibrio entre la fidelidad a la memoria, contribuyendo a la estructura definitiva de estilos, y la apertura de nuevos caminos y pautas de moda a los cantes. Aún marcada por una constelación de identidades en aquel tiempo subalternas (mujer, gitana, artista, cantaora, flamenca… ¿lo siguen siendo hoy?), el éxito y la centralidad histórica de Pastora Pavón resultan indiscutibles, tanto para el flamenco como para una historia de una cultura gitana todavía por escribir.

Sin embargo, La Niña de los Peines ni siquiera ocupa todavía un espacio en los libros escolares de música de Andalucía. Por esto, y por todo lo demás, pronunciar su nombre y escuchar su música es devolverla cada día a la vida sobre los duendes dormidos de la memoria gitana.

«Nadie muere mientras haya quien le recuerde»

Desde el año 2001 cada mes de Junio, Arahal celebra el Festival Flamenco «Al Gurugú», famoso tango que interpretaba junto al guitarrista Melchor de Marchena. Este festival rinde homenaje a la mejor artista del cante jondo que ha existido en su estilo, cuyas raíces maternas las tiene este pueblo y donde tiene la única Peña Flamenca con su nombre.

Con el transcurso de los años se va consolidando convirtiéndose en una de las citas de referencia de todos los festivales que se celebran en nuestra geografía, desarrollándose con distintas jornadas, espectáculos, actividades paralelas a las actuaciones y un homenaje muy flamenco, el «Verde que te quiero verde».

Todo esto conlleva que durante una semana flamenca se acerquen a esta localidad numerosos visitantes, llevándose una bonita ráfaga e imagen de un festival con un sabor de estilos muy peculiares, impregnado de nuestra cultura y el arte catalogado con un bien común. Debido a la gran trayectoria que mantuvo en su vida musical y vinculación con Arahal, hay en una Plaza, la de la Virgen de las Angustias, un monumento dedicado en honor a Pastora Pavón «la Niña de los Peines”.

Es obra del escultor Jesús Gavira Alba realizado en el año 2004 en Mairena del Alcor e inaugurado durante la tercera edición del Memorial Niña de los Peines «Al Gurugú». Dicho monumento está constituido por un busto en bronce que representa a Pastora Pavón, situado sobre un pedestal cuadrangular de granito sobre el que se ubican cuatro bajorrelieves, también en bronce, que representan familiares de la genial cantaora.